Un taxista simula un secuestro para ocultar que se march¨® de juerga
La fiesta acab¨® mal. Un taxista de Coslada (82.000 habitantes) simul¨® un secuestro para ocultar a su familia que se hab¨ªa marchado de juerga a Valencia: con dos amigos y una mujer. Los hechos, por los que Carlos V. P., de 37 a?os, ha sido acusado de simulaci¨®n de delito, tuvieron su primer cap¨ªtulo a las 23.00 horas del mi¨¦rcoles 17. A esa hora Carlos llam¨® a su esposa para comunicar que se marchaba a Orense con unos clientes.La mujer se extra?¨®. Era la primera vez que su marido viajaba tan lejos. Con el paso de las horas, la extra?eza dio paso a la desaz¨®n. Al d¨ªa siguiente, la esposa acudi¨® a la polic¨ªa local de Coslada, donde derram¨® su inquietud: estaba segura de que su marido hab¨ªa desaparecido, de que le hab¨ªa pasado algo.
Los agentes municipales dieron parte a la comisar¨ªa: La movilizaci¨®n hab¨ªa empezado. La polic¨ªa local centr¨® su atenci¨®n en Galicia y llam¨® a los hospitales, a la Xunta, a la Guardia Civil. La esposa, entretanto, acudi¨® a un programa de televisi¨®n en busca de ayuda.
La respuesta lleg¨® el s¨¢bado. El taxista llam¨® desde Bu?ol (Valencia) a su familia. Fue una conversaci¨®n entrecortada, en la que el hombre coment¨® que se, encontraba mal: "Ir¨¦ despacito y si estoy peor, parar¨¦". La esposa alert¨® a la polic¨ªa y esta avis¨® a la Guardia Civil, que despleg¨® un servicio de b¨²squeda para evitar un accidente. No hubo tal. A mediod¨ªa, Carlos regres¨® a casa.
Historia incre¨ªble
Y al declarar en comisar¨ªa surgi¨® el secuestro. El taxista cont¨® que el d¨ªa 17 cogi¨® a tres clientes en Chamart¨ªn. Le pidieron que les llevase a Orense. De camino recogieron a un cuarto pasajero y decidieron ir a Valencia. En Cuenca le pincharon en el cuello y perdi¨® el sentido. Al recuperarlo estaba encadenado. Le confinaron en una finca junto al mar. All¨ª, golpeado con una barra de hierro e insultado por su profesi¨®n, s¨®lo recibi¨® dos veces alimento. Finalmente fue liberado a 10 kil¨®metros del taxi. Fue entonces cuando llam¨® a su mujer.La polic¨ªa sospech¨®. A lo inveros¨ªmil del relato se sumaron sus incoherencias: el coche, por ejemplo, despu¨¦s de 1.500 kil¨®metros de recorrido no ten¨ªa ni mota de polvo. El parte m¨¦dico, asimismo, mostr¨® que el taxista carec¨ªa de lesi¨®n alguna.
Tras la declaraci¨®n, Carlos regres¨® casa a descansar, a sabiendas de que el lunes deb¨ªa volver para proseguir su relato. Al hacerlo, sin m¨¢s pre¨¢mbulos reconoci¨® que se hab¨ªa inventado la historia y que se hab¨ªa marchado con dos amigos y una mujer de juerga a Valencia. "Desde all¨ª viaj¨® en solitario con la mujer hasta Gand¨ªa, donde permaneci¨® hasta el s¨¢bado", indica la nota policial. El hombre, quien nunca pens¨® que su mujer iba a denunciar su marcha, aleg¨® que se hab¨ªa inventado el secuestro para que su familia no se enterase de lo sucedido. "No tengo m¨¢s que decir, que hable la polic¨ªa", afirm¨® el taxista a este peri¨®dico.
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