Iba?ez Serrador cree que Espa?a es "un pa¨ªs cruel"
A El sem¨¢foro, el concurso l¨ªder de audiencia de los viernes en TVE-1, la gente no va s¨®lo a hacer payasadas o a intentar ganar un mill¨®n de pesetas. Seg¨²n su director, Chicho Ib¨¢?ez Serrador, y los psic¨®logos que trabajan en el programa, "mucha gente resuelve conflictos ¨ªntimos, da rienda suelta a sus represiones o hace las paces consigo mismo ante las c¨¢maras". Los concursantes pasan una rigurosa selecci¨®n en la que participan psiquiatras, psic¨®logos y soci¨®logos. "Espa?a es un pa¨ªs cruel", cuenta Ib¨¢?ez Serrador, "y no son pocos los que nos han mandado v¨ªdeos con el tonto del pueblo para re¨ªrse de ¨¦l".En otras ocasiones reciben inquietantes testimonios autofilmados, como el de un joven con la habitaci¨®n decorada al estilo de la celda de An¨ªbal el Can¨ªbal, de El silencio de los corderos, que dice no hablar jam¨¢s con nadie, que se desnuda lentamente ante la c¨¢mara y se dedica a tirar al. aire a su pobre perro para hacerle caer sobre su miembro erecto. En este caso, como en muchos otros, el equipo de El sem¨¢foro les env¨ªa una carta recomend¨¢ndoles encarecidamente que acudan a un profesional de la psiquiatr¨ªa. Tambi¨¦n reciben v¨ªdeos de personas solitarias que muestran rasgos psic¨®ticos. A ¨¦stos les dicen con palabras suaves que no pueden concursar y se les sugiere que busquen ayuda profesional.
Toda clase de personas
Por El sem¨¢foro pasan toda clase de personas: desde un grupo de jubiladas que desea bailar el cancan hasta ciudadanos an¨®nimos que se inventan un lenguaje y dicen cantar en japon¨¦s, o leen poes¨ªas como quien reza el rosario, o hacen m¨²sica con un peine, o un sinf¨ªn de bobadas m¨¢s. Pero junto con ¨¦stos, que s¨®lo van a, re¨ªrse o a satisfacer un incontenible af¨¢n exhibicionista, hay otro grupo de concursantes que alega razones m¨¢s complejas. "Ten¨ªa que demostrarme que era capaz de vencer mi timidez, o mi miedo al que dir¨¢n", son respuestas que oye Chicho Ib¨¢?ez muchas veces cuando pregunta a sus concursantes por qu¨¦ han acudido al programa. O tambi¨¦n contestaciones de este tipo: "Siempre he tenido un gran sentido del rid¨ªculo, y ¨¦sta me parec¨ªa la mejor manera de superarlo".Incluso a veces hay quien va m¨¢s all¨¢, como el serio bibliotecario de la Universidad de Zaragoza que hizo unos extra?os pases de baile vestido con una capa mitad Dr¨¢cula mitad Halloween "porque sent¨ªa un irrefrenable deseo de hacer una estupidez en p¨²blico". O la mujer de La Coru?a, sola y poco agraciada f¨ªsicamente, que tras su pase por el concurso asegura haberse convertido en "la vedette" de la ciudad. Los dos aseguran sentirse "felices y relajados" despu¨¦s de pasar por El sem¨¢foro.
En el programa de hoy concursa un funcionario que desea cumplir su pasi¨®n secreta: taladrarse la cara con unas agujas que ¨¦l mismo se ha fabricado hasta quedar ba?ado en sangre. Ni su mujer ni sus hijos sab¨ªan nada, seg¨²n le cont¨® despu¨¦s a Chicho. ?Qu¨¦ ocurre cuando la familia de uno se entera de tales peculiaridades? El director de El sem¨¢foro no lo sabe, pero s¨ª ha o¨ªdo a algunos travestidos contarle que les ha resultado m¨¢s f¨¢cil vestirse de mujer "y hacer el mariquita" delante de las c¨¢maras que confes¨¢rselo a sus ¨ªntimos.
Este concurso, que en Estados Unidos tiene el r¨¦cord de permanencia en pantalla- 46 a?os ininterrumpidos-, es seguido en Espa?a por una media de cinco millones de espectadores.
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