?31 v¨ªctimas o nueve millones?
Cada a?o aumenta la inquietud sobre el impacto del accidente
?Cu¨¢ntas personas han muerto por el accidente?
Como resultado directo e inmediato del fuego y la radiaci¨®n, las cifras oficiales hablan de s¨®lo 31 v¨ªctimas. En los 10 a?os transcurridos hay consenso en situar la cifra de muertos entre 8.000 y 10.000, aunque el Gobierno de Ucran¨ªa ha llegado a. hablar de 1,20.000.
?Cu¨¢ntas han enfermado?
La OMS resalta que las consecuencias son complejas y que, aunque hay resultados preliminares, se requerir¨¢n muchos a?os para la evaluaci¨®n final. Si el principal, causante de los efectos a corto plazo fue el is¨®topo radiactivo todo 131, a largo plazo la mayor amenaza es el cesio 137, activo durante 30 a?os y que contamin¨® una superficie de. 30.000 kil¨®metros cuadrados. "200.000 de las; 650.000 personas que participaron en la limpieza de la central y la zona -los llamados liquidadores recibieron dosis de radiaci¨®n hasta 100 veces superiores a lo normal", seg¨²n la OMS. El efecto comprobado est¨¢ en el aumento de los casos de c¨¢ncer de tiroides en ni?os. En Bielorrusia es 285 veces m¨¢s frecuente que antes de la cat¨¢strofe, y las enfermedades de todo tipo en Ucrania han, aumentado un 3.9%, por el debilitamiento del sistema inmunol¨®gico
?La herencia de Chern¨®bil dejar¨¢ taras en generaciones futuras?
En las dos ¨²ltimas semanas han salido, a la luz dos trabajos. con novedades sobre las consecuencias del accidente para la salud. La pasada semana, en Viena, en una reuni¨®n del OIEA, la OMS present¨® un informe en el que por primera vez se establece un v¨ªnculo directo entre la cat¨¢strofe y el aumento de los casos de leucemia. Pero lo m¨¢s preocupante es un estudio del Instituto Vavilov de Gen¨¦tica General (Mosc¨²) realizado en familias de Bielorrusia. Se han hallado da?os en el ADN de las c¨¦lulas germinales de esas personas las que transmiten la informaci¨®n de los genes de generaci¨®n en generaci¨®n. La conclusi¨®n es que los hijos, nietos y biznietos, naceran con defectos gen¨¦ticos.
?Cu¨¢l fue la superficie finalmente afectada?
Seg¨²n un informe de la Secretaria General de las Naciones Unidas de noviembre de 1995, hay un ¨¢rea altamente contaminada por dicha radiaci¨®n: 160.000 kil¨®metros cuadrados, m¨¢s que Andaluc¨ªa. La zona prohibida -el territorio de exclusi¨®n de cualquier uso- ocupa un ¨¢rea con un radio de 30 kil¨®metros alrededor de la instalaci¨®n. A pesar de, la prohibici¨®n gubernamental y del serio problema Fiara su salud, en tomo a un millar de personas ha regresado a la zona. En ese informe se afirma tambi¨¦n que al menos nueve millones de personas se han visto afectadas. En tomo a 200.OCO habitantes fueron evacuados.
?C¨®mo afect¨® la radiactividad al resto de Europa?
Seg¨²n las conclusiones del proyecto de investigaci¨®n de la UE, que ha elaborado un atlas de contaminaci¨®n por cesio 137, el 33% de la radiactividad liberada recay¨® sobre Bielorrusia, 24% en Rusia, 20% en Ucrania, 4,4% en Suecia, 4, 3% Finlandia, 2,8% Bulgaria, 2,7% Austria, 2,3% Noruega, 2% Rumania y 1,1%,Alemania, Seg¨²n. el OIEA, los materiales radiactivos de naturaleza vol¨¢til se extendieron por todo el hemisferio Norte, aunque las dosis recibidas por la poblaci¨®n de fuera de la ant¨ªgua URSS fueron muy bajas y sin impacto para la salud.
?Puede volver a ocurrir otro Chern¨®bil?
La principal alarma se centra en que siguen operativos 15 reactores nucleares de fabricaci¨®n sovi¨¦tica (del tipo RBMK), como el que se incendi¨® en Chern¨®bil. Once est¨¢n en Rusia, dos en Ucrania, y dos en Lituania. Hans Meyer, portavoz del OlEA, ha se?alado que en los ¨²ltimos 10 a?os se han fortalecido "significativamente" las medidas de seguridad de estos reactores, pero aun as¨ª el OIEA insiste en que hay que "aumentar su control". La inseguridad de las instalaciones nucleares de lo que fue el bloque del Este de Europa preocupa. Los programas de asistencia han representado desde 1991 unos 200.000 millones de pesetas. La Uni¨®n Europea ha aportado un 75%.
?C¨®mo influy¨® el accidente en la industria nuclear del mundo?
Aunque las organizaciones ecologistas dicen que la energ¨ªa nuclear vive sus horas mas bajas, con o sin Chern¨®bil, esta fuente energ¨¦tica se ha consolidado. Seg¨²n Greenpeace, el par¨®n se debe sobre todo a que se han disparado los costes de esta fuente energ¨¦tica, por los costes de la gesti¨®n de los residuos radiactivos -cuyo peligro puede durar hasta 10.000 generaciones-, del desmantelamiento de centrales-y de tomar nuevas medidas de seguridad a ra¨ªz de accidentes como Chern¨®bil. En el mundo funcionan 434 reactores que generan el 17% de la electricidad mundial -en Espa?a son nueve, que producen un tercio de la electricidad-. Se han cerrado 84 centrales; pero otras 34 est¨¢n en construccion -cinco en la ,antigua URSS- Lituania obtiene un 85% de su electricidad de esta'forma, Francia un 76%, B¨¦lgica 55%, Eslovaquia 50% y Suecia y Bulgaria 46%.
?Cu¨¢les han sido los otros accidentes nucleares graves?
Sellafield (Reino Unido, 1957) e Isla de las Tres Millas (Pensilvania, Estados Unidos, 1979). Ambos fueron calificados en el nivel 5 de la escala internacional de desastres nucleares (siete escalones). Nada comparable a Chern¨®bil. En Espa?a, la central de Vandell¨®s I sufri¨® un accidente en 1989 que oblig¨® a cerrarla.
?Cu¨¢l ha sido el precio monetario del desastre?
De acuerdo con el Instituto de Investigaci¨®n y Desarrollo de Ingenier¨ªa Energ¨¦tica de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, las p¨¦rdidas son de unos 38 billones de pesetas, m¨¢s de la mitad del PIB de Espa?a, algo as¨ª como el coste de unas 100 nucleares. Esta cantidad no incluye futuros casos de c¨¢ncer y malformaciones cong¨¦nitas ni lbs da?os irreparables al medio ambiente. Bielorrusia dedica el 25% de su PIB en superar las se cuelas de Chern¨®bil, Ucrania un 6% y Rusia un 1%.
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