Ministros y empresarios de Paraguay aconsejaron ceder ante el general Oviedo
La asonada paraguaya tuvo m¨¢s protagonistas que los dos conocidos inicialmente, el presidente Juan Carlos Wasmosy y el general Lino C¨¦sar Oviedo. Ahora se ha sabido que el presidente del Congreso, Rafael Casablanca, se mostr¨® dispuesto a asumir una jefatura de Gobierno golpista, y empresarios amigos de Wasmosy, socios suyos en una constructora propiedad del presidente, le aconsejaron aceptar las condiciones exigidas por Oviedo.
Adem¨¢s de las crecientes diferencias pol¨ªticas entre Wasmosy y el militar aspirante a sucederle en las urnas en 1998, no parecen haber sido ajenos -a la crisis los encontronazos sobre intereses econ¨®micos. Las divergencias surgidas en torno a la construcci¨®n de un puente de peaje y las pugnas sobre la intenci¨®n del voto en el debate parlamentario del multimillonario proyecto son citados, como elementos imprescindibles en el an¨¢lisis del aventurero plante castrense, el m¨¢s grave sufrido por el pa¨ªs, desde el derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner, en 1989.El ministro de Hacienda, Ra¨²l Cubas, fue la primera v¨ªctima de la crisis: debi¨® renunciar tras ser identificado como integrante del grupo favorable a ceder a las presiones del insurrecto.
Con el "?h¨¢gase justicia aunque se hunda el mundo!", que reclamaban anoche a gritos y en pancartas las 4.000 personas; congregadas en la plaza de Armas de Asunci¨®n, comienza el. proceso para el encarcelamiento del destituido jefe del Ej¨¦rcito paraguayo y la sustituci¨®n. en la, cadena de mando o castigo de aquellos jefes y oficiales, diputados o civiles comprometidos con la asonada.
Esas voces reclaman del presidente mayor coraje y determinaci¨®n y la pronta adopci¨®n de medidas punitivas contra quienes le aconsejaron secundar el chantaje del general, entre ellos varios amigos personales, socios en la empresa Conempa.
Ba?o de sangre
En declaraciones al diario ABC Color, el vicepresidente ?ngel Roberto Seifart acus¨®: "Ellos [dos empresarios y varios diputados] eran favorables a aceptar el chantaje de Oviedo, aterrorizando o siendo portavoces de intimidaciones que estaban claramente dirigidas al presidente y a los hombres del Gobierno que lo apoyaban". "Pintaban la posibilidad de un ba?o de sangre en el caso de que no se cediera", agreg¨®. El vicepresidente, citado por otros como beneficiario de turbios negocios, imput¨® doble juego al presidente del Congreso, Rafael Casabianca, a quien el general rebelde ofreci¨® la presidencia: "El escribano Casabianca es un personaje cantinflesco que se relami¨® ante la posibilidad de ser presidente de la Rep¨²blica a trav¨¦s de un golpe".El empresario Ram¨®n Jim¨¦nez Gaona, mencionado por Seifart en la terna de negociadores, es cu?ado de Casabianca, pol¨ªtico del gubernamental Partido Colorado, que admiti¨® su intervenci¨®n en aras de "la cordura y para evitar que los hechos se agravaran".
M¨¢s preciso sobre las verdaderas intenciones del escribano fue el presidente en sus primeras comparencias ante la prensa tras la revocaci¨®n del nombramiento de Oviedo como ministro. Casabianca le comunic¨® que "har¨ªa el sacrificio" de sucederle si decid¨ªa optar por la renuncia. Wasmosy explic¨® tambi¨¦n su postura durante la rebeli¨®n: "Di orden para que ni un s¨®lo tiro se disparase en mi defensa. Que viniesen a buscarme, y que yo estaba dispuesto con tal de que no se derrame sangre...". Luego fue trasladado del palacio de Gobierno a la Embajada de EE UU: "Estaban el nuncio apost¨®lico y como 14 embajadores (...). Casi sin darme cuenta estaba yo en una camioneta y salimos rumbo a la Embajada".
M¨¢s informaci¨®n en Domingo / 6 y 7
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