La cadena norteamericana ABC recoge en un documental 20 a?os de entrevistas de Barbara Walters

Pocas veces el trabajo y la personalidad de un periodista reclaman m¨¢s atenci¨®n incluso que el de los propios protagonistas de la informaci¨®n. Este es el caso de Barbara Walters, un mito vivo de la televisi¨®n norteamericana que, con ocasi¨®n de su 20 aniversario en las filas de la cadena ABC, ser¨¢ el objeto de un documental conmemorativo que se emitir¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Estados Unidos.Walters, de 64 a?os, no s¨®lo ha sido la presentadora de telediarios m¨¢s famosa y cotizada en su momento sino que por sus cuestionarios han pasado las personalidades pol¨ªticas, sociales y del mundo del espect¨¢culo m¨¢s importantes del final de siglo. Cuando Barbara Walters lleg¨® a su primer telediario de la ABC en octubre de 1976, su contrato era de un mill¨®n de d¨®lares anuales, algo que por entonces no cobraban ni sus compa?eros masculinos. Rodeada de envidias, los 15 a?os que llevaba ya en el oficio le ayudaron a salir adelante y acabar convierti¨¦ndose en lo que el diario The New York Times acaba de definir como "la diva reinante de los informativos americanos". M¨¢s veterana y poderosa que ninguna (aunque su compa?era en la ABC Diane Sawyer la supera en sueldo), Walters ha demostrado a lo largo de estos veinte a?os una capacidad asombrosa para convocar ante su micr¨®fono a las personalidades m¨¢s diversas (e inasequibles para los dem¨¢s) y encima convertir las entrevistas en verdaderos eventos televisivos en los que la vida del sujeto se narra casi como un telefilme. Pero seg¨²n ha declarado Walters al citado diario neoyorquino, en el documental que la ABC le va a dedicar han tratado de evitar una recopilaci¨®n de grandes ¨¦xitos y fijarse tambi¨¦n en las meteduras de pata, para no hacerlo "demasiado aburrido".

La cualidad particular de las entrevistas de Barbara Walters, aquellas que los espectadores americanos se han acostumbrado a esperar en cada uno de sus programas, est¨¢ en una habilidad, a veces con olor a preplanificado pero nunca sobrepasando los l¨ªmites del mal gusto o la comercialidad barata, para hacer llorar al entrevistado despu¨¦s de hacerle hablar de un aspecto de su vida que supuestamente quer¨ªa mantener en secreto.

Walters, que comenz¨® a trabajar como secretaria en una agencia de publicidad, tiene una hija adoptada y ha atravesado varios matrimonios y divorcios. De nuevo soltera, negocia actualmente un contrato de cinco a?os con la ABC, sin intenci¨®n aparente de retirarse. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas con esa cadena, ha dicho que est¨¢ cansada de entrevistar a famosos del espect¨¢culo, porque le resulta muy dif¨ªcil hacer que sus vidas parezcan interesantes. Aparte de poseer todos los premios imaginables de televisi¨®n en EE UU, la periodista ha hecho historia con entrevistas a todos los presidentes norteamericanos desde Richard Nixon (Clinton es por ahora su asignatura pendiente); por la celebrada pirueta de reunir en 1977 al presidente egipcio Sadat y al primer ministro israel¨ª Menahem Begin, y por ser una de las primeras en entrevistar al presidente cubano Fidel Castro.