Asturias pa¨ªs

Leo la cr¨®nica del d¨ªa 20 de abril de su corresponsal en Asturias, y, sinti¨¦ndome decepcionado y hasta avergonzado como asturiano por el muy bajo nivel de asturian¨ªa que observo en los pol¨ªticos de mi pueblo, quedo a¨²n m¨¢s humillado si cabe al comprobar que, no obstante los tiem-Pasa a la p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior

pos que corren, en que las distintas autonom¨ªas reivindican su historia, su identidad y otras peculiaridades, e incluso algunas alardean de hechos que puede que no les sean tan propios, no s¨®lo los pol¨ªticos asturianos, sino tambi¨¦n los periodistas, titulan regi¨®n a Asturias, reino que tuvo su origen siete siglos antes de que ocurriera el matrimonio de Isabel y Fernando y fue el iniciador e impulsor de la causa de la unidad ib¨¦rica. Pueblo en el que los pol¨ªticos principalmente, y mayor¨ªa de periodistas y dem¨¢s intelectuales en alguna medida, son responsables de que su cultura es poco divulgada y el idioma aut¨®ctono escasamente fomentado. Precisamente, los pol¨ªticos asturianos se muestran carentes de la sensibilidad de dar el ejemplo de falar la llingua llariega, el bable, idioma de mi infancia. Por cierto, que por falar bable- -a?os cuarenta- me ridiculizaron y hasta me pegaron en la escuela p¨²blica apurando excesivamente el ense?arme el castellano. Me pregunto por qu¨¦ ser¨¢ que el corresponsal, al igual que habitualmente se repiten los negados pol¨ªticos, define tres veces como regi¨®n a Asturias en el mencionado art¨ªculo y no la denomina pa¨ªs en ninguna ocasi¨®n-