La personalidad encumbra a Estudiantes
El Amway reniega de s¨ª mismo y acaba arrollado por el equipo estudiantil
La pugna por la imposici¨®n del estilo propio sobre el ajeno presidi¨® el primer duelo entre Estudiantes y Amway. Fue el factor que determin¨® el vencedor, con lo cual el partido se libr¨® m¨¢s en la pizarra que sobre el parqu¨¦. La clave no s¨®lo radicaba en qu¨¦ equipo ser¨ªa capaz de marcar el ritmo de juego m¨¢s ventajoso para sus intereses, sino, al entrar en consideraci¨®n la evidente correlaci¨®n de fuerzas, cu¨¢l de las dos escuadras negociar¨ªa con m¨¢s brillantez aquellos minutos en los que mandaba el enemigo. Y ¨¦se fue el Estudiantes.El equipo madrile?o no puede tener queja de su juego de media pista. Tiene tiradores certeros -Herreros, a la cabeza, Thompson, Azofra y Jennings- y su poder interior -Mijailov, Orenga- no es nada desde?able. A pesar de todo ese arsenal, Estudiantes no se siente c¨®modo si no es capaz de dotar a su juego de la electricidad del contraataque. Y a ralentizar las operaciones del grupo madrile?o se dedic¨® el Amway.
La estrategia dise?ada por Julbe, el t¨¦cnico del bloque ma?o, comportaba un riesgo, el de caer en la propia trampa mientras la presunta presa rodeaba el agujero. El cazador, en definitiva, fue el cazado. Para que el s¨ªmbolo tomara visos de realidad, Estudiantes cumpliment¨® un elogioso ejercicio de concentraci¨®n para salvar la dilatadora t¨¢ctica del Amway. Los aragoneses apuraban sus posesiones, salvo situaci¨®nes muy claras de ventaja, casi al l¨ªmite y, en caso de error, imped¨ªan gracias a la labor de Burroughs y Stewart, el rebote defensivo claro de Estudiantes para evitar la fulgurante salida madrile?a.
Y ah¨ª entr¨® en liza la seriedad con la que Estudiantes manej¨® sus ataques. La paciencia, la estudiada persecuci¨®n de la mejor opci¨®n, la ausencia de errores no forzados gobern¨® la circulaci¨®n de bal¨®n del colectivo colegial, que siempre -Azofra y Jennings se turnaron en el exitoso trabajo- estuvo bien dirigido. Estudiantes mand¨® desde el principio (11-2, m. 4) y no se dej¨® atemorizar ni siquiera cuando Amway llev¨® a la m¨¢xima expresi¨®n su t¨¢ctica de situar el choque en un nivel de baja intensidad (31-28, m. 16).
Por el contrario, el s¨®lido equipo zaragozano se aburri¨® de s¨ª mismo. Constre?idos sus jugadores -la mayor¨ªa, atletas tan explosivos como los jugadores estudiantiles- a la autoimpuesta lentitud, acabaron perdiendo la concentraci¨®n y permitiendo la introducci¨®n de Estudiantes en su versi¨®n m¨¢s festiva (43-35, en el descanso; 71-50, m. 30).
Y el equipo de Jos¨¦ Vicente Hern¨¢ndez, si act¨²a con alegr¨ªa y adem¨¢s obtiene un equilibrado balance entre su anotaci¨®n exterior e interior, es un rival muy dif¨ªcil de batir por cualquier conjunto. Ayer result¨® inaccesible para un Amway Zaragoza que pag¨® su negaci¨®n de s¨ª mismo.
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