Haro Tecglen: "Lo sentimental se nos da bien a los rojos"
El autor de 'El ni?o republicano' dialoga con V¨¢zquez Montalb¨¢n en Barcelona
La presentaci¨®n de El ni?o republicano, el texto memorial¨ªstico de Eduardo Haro Tecglen que acaba de publicar Alfaguara, atest¨® ayer la librer¨ªa Laie, en Barcelona. El hecho confirma el ¨¦xito catal¨¢n de la obra: en el pasado Sant Jordi se agotaron todos los ejemplares disponibles. Haro y su anfitri¨®n barcelon¨¦s, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, entablaron un di¨¢logo c¨®mplice, tal vez basado en esta caracter¨ªstica com¨²n que el memorialista aplic¨® a s¨ª mismo y a su viejo colega de Triunfo: "Lo sentimental se nos da bien a los rojos".
V¨¢zquez Montalb¨¢n empez¨® calificando el texto -de g¨¦nero indeciso- como una "narraci¨®n estricta". "En realidad", dijo, "Haro cuenta la novela de su memoria. En ella se cruzan ¨¦pocas y situaciones diferentes. Y sucede en una patria, su patria: la patria de la memoria de la Rep¨²blica". A veces la llam¨® patria, otras ciudad, otras todav¨ªa "un ¨¢mbito lleno de fragmentos rotos". Pero seg¨²n V¨¢zquez Montalb¨¢n ¨¦se es el lugar de la escritura y de la moral del autor. Se detuvo luego en el estilo: en el estilo de este libro, en el estilo del remoto Haro de Triunfo y en el estilo de las columnas que escribe cada d¨ªa para este peri¨®dico. Y sentenci¨® lo siguiente: "Su estilo racionalista ha ido evolucionando hacia lo arbitrario. En sus columnas Haro esgrime su derecho a que emerja un sistema l¨®gico ensimismado". Antes de eso, sin embargo, Haro fue para su presentador un referente de racionalidad matizada: "Para los que escrib¨ªamos en Triunfo y ¨¦ramos m¨¢s j¨®venes, ¨¦l era un referente moral. Un referente de saber, de racionalidad. Pero pon¨ªa en todos los asuntos una carga de escepticismo por encima de los l¨ªmites permitidos por la OMS".?De d¨®nde ven¨ªa ese escepticismo, ese matiz sobre la racionalidad demasiado cargada? "De la Rep¨²blica", opin¨® V¨¢zquez, " y del mundo frustrado de la Rep¨²blica. De esa ciudad que tomaron Perico Chicote, Celia G¨¢mez y el padre Venancio Marcos. Esa ciudad donde acab¨® presidi¨¦ndolo todo el Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s". Seg¨²n su anfitri¨®n, Haro ha llevado muchos a?os en secreto, clandestinamente, su ciudadan¨ªa republicana: "Pero la espl¨¦ndida actualidad de Haro yo creo que se explica b¨¢sicamente por esto: finalmente el ni?o republicano ha acabado saliendo del zulo".
Entre las razones por las que, seguidamente, Haro dijo haber escrito este libro se cuenta ¨¦sta: ."Lo escrib¨ª para que me lo presentara V¨¢zquez Montalb¨¢n". ?se fue su agradecimiento. Haro hab¨ªa conocido a V¨¢zquez en Triunfo, cuando ¨¦ste le dej¨® sobre la mesa la Cr¨®nica sentimental de Espa?a. Dijo entonces que era un talento y que iba a acabar con todos. Y ayer dijo esto: "Lo sentimental se nos da bien a los rojos". Inmediatamente empez¨® a definir las rep¨²blicas de su libro: la Rep¨²blica como aprendizaje de la vida, la primera. La idea de la Rep¨²blica, luego: la de un lugar "donde no existen monarcas, pero sobre todo la de un lugar donde las cosas son como se dice que van a ser". ?ste parece ser un elemento clave de la presente moral de Haro. Por lo que dijo que s¨®lo aspira a que los pol¨ªticos cumplan lo que dicen. Se conformar¨ªa con eso: "Aunque quien lo diga y quien lo cumpla sea Aznar". V¨¢zquez Montalb¨¢n agreg¨® que eliminar la doble moral, el doble lenguaje y hasta la doble contabilidad es uno de los actos m¨¢s subversivos que pueden plantearse. Haro se encogi¨® de hombros: "Los subversivos son ellos, que quieren quitar el Servicio Militar. Aunque no lo cumplir¨¢n, claro. Lo que s¨ª cumplir¨¢n, en cambio, es lo que ha prometido Trillo: subirle el sueldo a los diputados". El coloquio acab¨®. Antes, uno del p¨²blico le llam¨® "el S¨®crates de la democracia espa?ola". Y otro, una escritora roja tambi¨¦n, lo llam¨® un hombre libre. "S¨®lo un hombre libre" dijo Teresa P¨¤mies, "es capaz de haber escrito este libr¨®".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.