La actriz Mar¨ªa Luisa Ponte muere en Aranjuez a los 77 a?os
Perteneci¨® a los 'secundarios de oro', cumbre del cine espa?ol
Mar¨ªa Luisa Ponte (hija y nieta de c¨®micos) subi¨® por primera vez a un escenario en 1918, con seis meses reci¨¦n cumplidos. "Me dieron de mamar serr¨ªn de escena" dijo una vez esta popular actriz fallecida ayer en Aranjuez. No sali¨® de los teatros m¨¢s que para entrar en los plat¨®s de cine en 1952.Su despegue en la pantalla, al contrario que su juventud teatral, fue lento. Hay que esperar a 1958 -en que, dirigida por Marco Ferreri, actu¨® en El pisito, y, dirigida por Fern¨¢n-G¨®mez, en La vida por delante- para ver definido el desgarro, la dureza y la aspereza, destinada a encubrir el dolor, la fragilidad o la amargura, de su vigoroso personaje.
Este personaje, que elabor¨® en casi un centenar de pel¨ªculas e incontables actuaciones en teatros y en televisi¨®n, la convierte -sobre todo cuando es dirigida por Fernarido Fern¨¢n-G¨®mez, escritor, actor y director con el que alcanz¨® un intenso entendimiento profesional rec¨ªproco, que dio lugar a creaciones eminentes, como sus respectivas y prodigiosas interpretaciones en El viaje a ninguna parte- en una figura insustituible en la escuela y la estirpe de los llamados secundarios de oro del cine espa?ol.Este fen¨®meno art¨ªstico sorprendente, raro pero esencial, es muy poco y muy mal conocido en Espa?a pese a que enuncia el conjunto de rostros de c¨®micos que mejor ha expresado las peculiaridades de la vida y de la gente de Espa?a ; y que entre 1940 y 1970 forj¨® colectivamente, pel¨ªcula tras pel¨ªcula, la cumbre indiscutible de la historia de nuestro cine, lo que ¨¦ste tiene de una forma de representar algo inimitable e inimaginable fuera de aqu¨ª. Y Mar¨ªa Luisa Ponte es una parte de esta cumbre.
Naci¨® Mar¨ªa Luisa Ponte el 21 de junio de 1918 en Medina de Rioseco, Valladolid, durante una gira teatral de sus padres, Enrique Ponte y Hayd¨¦e Mancini Puggi; y muri¨® la ma?ana de ayer en Aranjuez, Madrid, donde desde septiembre del a?o pasado viv¨ªa completamente retirada de su oficio y apartada del que fue su ¨¢mbito cotidiano en el mundo de las noches madrile?as. La muerte le lleg¨® tras una s¨²bita parada cardiaca, en su habitaci¨®n de la residencia de ancianos El Real de Leite. Ten¨ªa 77 a?os.
Su ¨²ltimo trabajo fue el personaje Petronila de Rianzares en la Serie televisiva La Regenta, dirigidia por Fernando M¨¦ndez-Leite. Hace dos d¨¦cadas interpret¨® el mismo personaje en la versi¨®n cinematogr¨¢fica de la novela de Clar¨ªn realizada por Gonzalo Su¨¢rez, quien ayer dijo acerca de ella: "Era una excelente actriz y me parece injusta la palabra secundario para definir su trabajo".
Pero lo cierto es que esta palabra ha tomado carta de naturaleza y la expresi¨®n secundarios de oro es, en la profesi¨®n cinematogr¨¢fica, una referencia admirada y sin la menor connotaci¨®n peyorativa, pues tras ella vive y empuja la idea de que esta estirpe de viejos c¨®micos -forjados casi todos en la escena anterior a la guerra civil y que el cine de la posguerra hizo suyos- es el entramado b¨¢sico no s¨®lo de los repartos sino tambi¨¦n de la solidez y del trasfondo del mejor cine espa?ol de aquellos a?os. Ninguno de los ahora llamados castings logra alcanzar -ni puede hacerlo, pues falta la materia humana, la sensibilidad, el oficio y la experiencia de sus componentes- la homogeneidad y precisi¨®n de aquellos asombrosos repartos, de los que Mar¨ªa Luisa Ponte form¨® parte y esencial durante m¨¢s de cuarenta a?os.
Estirpe de int¨¦rpretes
Enunciar esta estirpe de int¨¦rpretes es aludir a la m¨¢xima conquista colectiva de? cine espa?ol y a una clave de entendimiento de la solidez de la obra de creadores de pel¨ªculas como Fern¨¢n-G¨®mez, Rafael Azcona, Luis Bu?uel, Luis Garc¨ªa Berlanga, Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia y otros directores y escritores que urdieron sus fabulaciones apoyados en la garant¨ªa que les daba el esplendor de la larga n¨®mina de int¨¦rpretes excepcionales -genios oscuros, situados en las ant¨ªpodas del estrellato- que dieron su m¨¢s n¨ªtida identidad a nuestras pantallas. Mar¨ªa Luisa Ponte es una parte de esa identidad y con ella muere uno de los pocos rostros que quedaban de aquel glorioso y probablemente irrepetible fen¨®meno.Como las de sus colegas mayores -Aurora Redondo, las hermanas Caba Alba, las hermanas Mu?oz Sampedro, Lola Gaos, Rafaela Aparicio; o Jos¨¦ ?sbert, Manolo Mor¨¢n, Alberto Romea, Ra¨²l Cancio, Ismael Merlo, Jos¨¦ B¨®dalo y decenas m¨¢s de maestros de la escena rescatados por la pantalla en la era del franquismo-, la obra de Mar¨ªa Luisa Ponte es un eslab¨®n irrompible de esa cadena.
Jos¨¦ Luis Cuerda, que la dirigi¨® en Total, afirma: "Con sus ojos y gestos era capaz de parar al m¨¢s templado; y con su sabidur¨ªa y t¨¦cnica lograba transmitir". Y Jaime de Armi?¨¢n, que la dirigi¨® en El nido: "Era una mujer extraordinaria y una de las m¨¢s grandes actrices que ha dado el teatro espa?ol. Era valiente, ocurrente y divertida, con un punto de locura que la convert¨ªa en una persona de gran singularidad".
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