El presidente de Suiza defiende con vehemencia la integraci¨®n en la UE

El presidente de la Confederaci¨®n Suiza, Jean Pascal Delamuraz, considera que la "marginaci¨®n" de su pa¨ªs de la Uni¨®n Europea "ya no puede durar m¨¢s" porque tiene consecuencias negativas. En una rueda de prensa mantenida con corresponsales extranjeros, Delamuraz dijo que la no pertenencia de Suiza a la UE margina al pa¨ªs tanto en sus relaciones con los dem¨¢s Estados europeos como, sobre todo, en sus relaciones con los de fuera del continente. A?adi¨® que est¨¢ a favor de unirse a la iniciativa de la Alianza Atl¨¢ntica de un programa de cooperaci¨®n militar conocido como Asociaci¨®n para la Paz porque Suiza "es un pa¨ªs profundamente comprometido y solidario" con los problemas del mundo.

En relaci¨®n con el espinoso asunto de la incorporaci¨®n a la Uni¨®n Europea, Delamuraz se?al¨® que requiere un esfuerzo de adaptaci¨®n por parte de Suiza, pero que la gente lo va entendiendo poco a poco. "La globalizaci¨®n de la econom¨ªa no es como un plato que se escoge en el men¨² de un restaurante, sino que es algo que est¨¢ ah¨ª, que ya tenemos", dijo el presidente suizo al referirse a las tendencias de la econom¨ªa y la pol¨ªtica mundiales.Como un dato m¨¢s para justificar la necesidad de que Suiza abandone su mentalidad de pa¨ªs "insular, replegado en s¨ª mismo y prisionero de la rutina", el pol¨ªtico destac¨® que la mitad de los ingresos del Estado se producen gracias a los intercambios internacionales.

El precio del aislamiento

En cuanto a los inconvenientes de no pertenecer a la UE, Delamuraz cit¨® la reciente reuni¨®n de Bangkok entre la Uni¨®n y la ASEAN (Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico) y el acuerdo firmado en Madrid entre la UE y Mercosur. "Suiza es, uno de los inversores principales, y m¨¢s antiguos en el Sureste Asi¨¢tico y en los pa¨ªses de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), y en cambio fue marginada de ambos acontecimientos por no ser miembro de la UE", lament¨®.Suiza negocia ahora con la UE un acuerdo econ¨®mico de cooperaci¨®n, pero el Gobierno no quiere aceptar las condiciones europeas, especialmente la libre circulaci¨®n de personas. Delamuraz tambi¨¦n se refiri¨® a que se deben respetar los deseos de la poblaci¨®n, que en el refer¨¦ndum de 1992 se opuso, con el 50,.2% de votos, a unirse al Espacio Econ¨®mico Europeo.