Aranguren

No te extra?e que valores en los que siempre cre¨ªste sigan siendo a¨²n hoy, en esta bendita democracia que tan bien representan los carism¨¢ticos, el canto de sirena de una terrible ausencia. No desesperes al observar el modo, en que te malinterpretan aquellos que dicen que la palabra es soberana, porque ahora est¨¢s (siempre lo estuviste) muy por encima de ellos. No derrames tus l¨¢grimas si algunos deciden desautorizar toda una vida, toda una obra, por el m¨®dico precio de un voto (¨¦ste s¨ª, cautivo y est¨²pido). Nadie que te conozca y respete podr¨¢ anteponer sus intereses a la consideraci¨®n final que mereces, que nos mereces, salvo que su respeto no merezca una dulce comparaci¨®n con sus expectativas personales.Si. alg¨²n calificativo expresa con rigor lo que Aranguren fue, lo que Aranguren es, lo que Aranguren ser¨¢, ¨¦se es honesto, ¨¦se es humanista, el viejo profesor de ¨¦tica. Nos honra pertenecer a ese gremio que con tanta lucidez y justicia presides. Algunos de los que en los a?os hip¨®critas te veneraban han demostrado recientemente el sentido de su veneraci¨®n y de su catadura moral.Todo se compra, incluso el disfraz de la integridad.Jos¨¦ Luis, ahora ya sabes.- Departamento de Filosof¨ªa del IES C¨¦sar Manrique.