Elogio del calcet¨ªn
Uno de los inconvenientes de las met¨¢foras que est¨¢n demasiado cerca de la vida cotidiana es que se entienden con facilidad, pero no demuestran exquisitez por parte de quien las hace y pueden ser tomadas a mal por el destinatario. Cuando Alfonso Guerra asegur¨® que a Espa?a, despu¨¦s de una etapa de Gobierno socialista, no la iba a conocer la madre que la pari¨®, hizo saber lo que quer¨ªa decir, pero pod¨ªa haberlo hecho con t¨¦rminos de mayor altura y menos hirientes. Ahora que Joaquim Molins afirma que Convergencia ha dado la vuelta al PP como a un calcet¨ªn, hay que concluir que el nivel de exigencia para la met¨¢fora del pol¨ªtico espa?ol no le permitir¨ªa una dedicaci¨®n asidua a la literatura.Deber¨ªa Molins frecuentar la hoy en d¨ªa imprescindible lectura de Camb¨®. En las p¨¢ginas finales de sus memorias se refiere el pol¨ªtico catalanista al conde de Romanones, el profesional de la pol¨ªtica m¨¢s vilipendiado en su ¨¦poca, y llega a la conclusi¨®n de que era bastante mejor de lo que le parec¨ªa, sobre todo porque era persona formal y discreta cuando trataba con personas serias. La met¨¢fora del calcet¨ªn sin duda est¨¢ dedicada al p¨²blico catalanista, desde hace tiempo malhumorado por la pol¨ªtica seguida por el PP, pero me parece que hay argumentos para considerar que si el pacto ha sido firmado es porque Pujol (y Arzalluz) han empezado a modificar su opini¨®n acerca ' de Aznar en id¨¦ntico sentido a como lo hizo Camb¨® sobre Romanones. Es muy posible que en el dirigente del PP los dos interlocutores nacionalistas hayan visto dotes de prudencia, receptividad, tenacidad e imaginaci¨®n y no s¨®lo la biso?ez que le atribuyen los dirigentes del PSOE.La que, en terminolog¨ªa de Molins, llamaremos "operaci¨®n calcet¨ªn" ni es nueva, ni es infrecuente en otras latitudes, ni deja de tener contrapartidas. Si significa un vuelco espectacular, mucho mayor fue el que se produjo entre el programa econ¨®mico y de pol¨ªtica exterior del PSOE en octubre de 1982 y lo que -por fortuna para todos- empez¨® a hacer a continuaci¨®n. Del primero se ha escrito luego que fue un ejercicio de "paleontolog¨ªa" de cuya puesta en pr¨¢ctica tuvimos la dicha de librarnos. Ese g¨¦nero de giros es, por otro lado, habitual en el tipo de pol¨ªtica que se hace en este fin de siglo en que la ligereza en los principios se suele combinar con una "demagogia blanda" basada en rotundas afirmaciones que el elector sabe que no se van a cumplir. La ense?anza debe ser, entonces, someter a severo control las afirmaciones para no dejar circular las necedades innecesarias. El pacto PP-CiU-PNV, en fin, tambi¨¦n consiste en consagrar obviedades, como la supresi¨®n de los gobernadores civiles, y lograr cesiones (le los nacionalistas (la corresponsabilidad fiscal y la plasmaci¨®n escrita de un acuerdo, en vez de una letra renovable en cada presupuesto).
Al acuerdo le falta concreci¨®n, enmarcamiento en un completo programa de gobierno, y estar¨¢ lleno de dificultades en su ejecuci¨®n, pero lo importante de ¨¦l es el esp¨ªritu y la tendencia que indica. Podr¨¢ existir la duda de si un pacto con un partido de centro no nacionalista ser¨ªa mejor, pero ¨¦sa es cuesti¨®n que no est¨¢ sobre el tapete por motivos obvios. Con los mimbres existentes en la pol¨ªtica espa?ola no hay otra forma de centrar de manera definitiva e irreversible al PP que empezando una legislatura de esta manera. Nadie ha recordado en los ¨²ltimos d¨ªas una evidencia como la reconstrucci¨®n, veinte a?os despu¨¦s de su abrumadora derrota, de aquella imposibilidad pol¨ªtica que fue el Equipo de la Democracia Cristiana. Qui¨¦rase o no, a eso hay que llamarlo centro, aqu¨ª y en Europa. Los bruscos giros de los pol¨ªticos suelen inducir a desconfianza en los ciudadanos, pero, cuando, aparte de obligados, van en la direcci¨®n correcta, deben ser recibidos con aplauso.
Fraga utiliz¨® al comienzo de los ochenta el eslogan de que los socialistas s¨®lo acertaban cuando rectificaban. A m¨ª me gustar¨ªa o¨ªr ahora una afirmaci¨®n parecida -incompleta e inexacta como todas las de un pol¨ªtico en ejercicio- en labios de Gonz¨¢lez respecto de sus adversarios.
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