El Parlamento portugu¨¦s aprueba dividir el pa¨ªs en 9 regiones con los votos comunistas y socialistas
El Gobierno socialista portugu¨¦s ha cumplido su m¨¢s pol¨¦mico y contestado compromiso electoral. Con sus votos y los de los comunistas, el Parlamento aprob¨® el jueves por la noche los puntos esenciales de la regionalizaci¨®n del pa¨ªs, descentralizaci¨®n administrativa no pol¨ªtica que dividir¨¢ la zona continental en nueve regiones, adem¨¢s de los Gobiernos aut¨®nomos de Madeira y Azores. El Partido Social Dem¨®crata (PSD), irritado porque no se ha atendido su petici¨®n de una previa reforma de la Constituci¨®n y de un posterior refer¨¦ndum nacional sobre el pol¨¦mico plan, amenaza ahora con bloquear el cambio de la Carta Magna, que exige el voto de dos tercios de los diputados de la Asamblea.
Desde el restablecimiento de la democracia en Portugal en 1974, ning¨²n Gobierno, incluidos los socialistas, se ha atrevido a promover la aprobaci¨®n de este antiguo proyecto de regionalizaci¨®n. El ex presidente de la Rep¨²blica Mario Soares, probablemente la figura con mayor peso pol¨ªtico del pa¨ªs, ha expresado p¨²blicamente sus dudas sobre la divisi¨®n administrativa de un pa¨ªs con 10 millones de habitantes, una sola lengua y sin identidades regionales definidas o bien diferenciadas. Sin embargo, el actual primer ministro, Antonio Guterres, ha decidido llevar adelante su promesa electoral a pesar del alto costo pol¨ªtico que la medida puede suponer. El proyecto socialista prev¨¦ la creaci¨®n de nueve regiones administrativas en el ¨¢rea continental del pa¨ªs (Minho, Tras os Montes, Beira Litoral, Beira Interior, Ribatejo, Lisboa, Alto y Bajo Alentejo y Algarve) que, l¨®gicamente, deber¨¢n necesitar de m¨ªnimas infraestructuras cuyo coste ha sido duramente criticado por la oposici¨®n.
La oposici¨®n, en contra
Los democristianos del Partido Popular se oponen frontalmente a cualquier divisi¨®n del pa¨ªs, y los socialdem¨®cratas, que lidera Marcelo Rebelo de Sousa, hab¨ªan exigido un refer¨¦ndum nacional. Los socialistas, en busca de un m¨ªnimo consenso, han aceptado convocar referendos regionales con "significaci¨®n nacional", es decir, que los resultados. regionales ser¨ªan computados globalmente. Sin embargo, Rebelo de Sousa, un animal pol¨ªtico hambriento de protagonismo desde su nueva jefatura amenaz¨® con bloquear la reforma de la Constituci¨®n si el Gobierno no aceptaba su exigencia de convocar una consulta nacional.La evidencia de que el proyecto se iba a aprobar provoc¨® el jueves en la Asamblea de la Rep¨²blica el abandono de la C¨¢mara de todos los diputados socialdem¨®cratas, siguiendo las instrucciones de su l¨ªder, que curiosamente no es parlamentario y sigui¨® los debates desde fuera de la sala. No obstante, el proyecto ahora aprobado pasa a estudio de. un comit¨¦ parlamentario que, en el plazo de 60 d¨ªas, lo devolver¨¢, probablemente retocado, al pleno de la C¨¢mara para su votaci¨®n final.
La actual divisi¨®n administrativa de Portugal procede de 1976 y reparte el pa¨ªs en 20 distritos dirigidos cada uno por un gobernador civil.
El proyecto socialista, que deber¨¢n ratificar los portugueses mediante las consultas regionales, pretende descentralizar el pa¨ªs y evitar la excesiva burocracia que actualmente caracteriza al aparato del Estado.
La oposici¨®n, por su parte, considera que esa divisi¨®n regional supondr¨¢ la creaci¨®n de nuevas estructuras pol¨ªticas y cargos p¨²blicos que aumentar¨¢n sin duda los gastos que finalmente saldr¨¢n de los bolsillos de los ciudadanos.
El partido comunista acepta casi globalmente el proyecto socialista, aunque no considera necesaria la convocatoria de referendos de ning¨²n tipo. En opini¨®n de los comunistas, la regionalizaci¨®n del pa¨ªs podr¨ªa llevarse a cabo mediante sus correspondientes debates en los municipios y en los distritos actualmente existentes para establecer la nueva divisi¨®n.
El presidente de la Rep¨²blica, Jorge Sampaio, lanz¨® ayer un nuevo llamamiento a todos los partidos para que debatan el nuevo modelo regional sin crispaciones y con el mayor consenso posible. El primer ministro, Antonio Guterres, se ha comprometido a revocar la ley de las regiones y a dar marcha atr¨¢s al proyecto si los portugueses responden negativamente en las consultas populares previstas por los socialistas.
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