David Rieff: "Godot lleg¨® demasiado tarde a Sarajevo"
Tuvo la culpa de que su madre, la escritora norteamericana Susan Sontag, montara la obra de teatro Esperando a Godot, de Samuel Beckett, bajo los bombardeos que sacud¨ªan Sarajevo en el verano de 1993. Godot, claro est¨¢, era la ansiada intervenci¨®n internacional para romper el asedio a la capital bosnia. David Rieff (Boston, 1952) reconoc¨ªa ayer en Madrid -donde se encuentra para presentar su ¨²ltimo libro: Matadero. Bosnia, el fracaso de Occidente (EL PA?S-Aguilar)- que su llamamiento a los intelectuales de todo el mundo a expresar su solidaridad con Bosnia-Herzegovina apenas tuvo eco: s¨®lo Susan Sontag, Juan Goytisolo, la fot¨®grafa estadounidense Anne Leibovitz, entre otros pocos, le escucharon."Godot -la mediaci¨®n de EE UU, los aviones de la OTAN- lleg¨® demasiado tarde a Sarajevo, y los acuerdos de paz de Dayton confirmaron la limpieza ¨¦tnica y la derrota de Bosnia", concluye el autor de Matadero, corresponsal de la revista The New Yorker en los Balcanes entre 1992 y 1994. A¨²n lamenta que, mientras una mayor¨ªa de los intelectuales de la ¨¦poca se pusieron de lado del Madrid sitiado durante la guerra civil espa?ola, los de los a?os noventa hayan dado la espalda al sufrimiento de Sarajevo.
Desde sus anteriores trabajos sobre las migraciones humanas y las sociedades multiculturales (Camino de Miami, EL PA?S-Aguilar, 1988), Rieff ha dirigido su misi¨®n de "testigo de nuestro tiempo" hacia el fen¨®meno de la ayuda humanitaria en Sud¨¢n, Ruanda o Afganist¨¢n, siempre de la mano de organizaciones como ACNUR o M¨¦dicos Sin Fronteras.
A lo largo de las 296 p¨¢ginas de Matadero, que en la versi¨®n espa?ola incluye un ep¨ªlogo sobre los acontecimientos que pusieron fin a la guerra en Bosnia, se desgrana el fracaso colectivo de la comunidad internacional para detener el conflicto m¨¢s sangriento en Europa desde la II Guerra Mundial. Sobre todo de Estados Unidos, demasiado ensimismado tras el fin de la guerra fr¨ªa, y de la Uni¨®n Europea, a¨²n incipiente y dividida. La ONU -"no tuvo el valor moral de denunciar la limpieza ¨¦tnica sufrida por los bosnios musulmanes"- tampoco se salva de sus cr¨ªticas, aunque destaca el papel de sus representantes, como el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, que fue responsable de ACNUR en Bosnia, en las tareas de ayuda humanitaria a la poblaci¨®n civil. Pero ', comprender no es perdonar", advierte Rieff al final de su libro.
Hace dos meses regres¨® a Sarajevo. "Ya no tienen miedo; s¨®lo se preguntan si cuatro a?os de guerra han servido para algo". "Lo triste", reflexiona, "es que en cualquier parte del mundo puede volver a pasar lo mismo y del desastre ec¨®nomico puede resurgir la pesadilla del nacionalismo fascista: es una probabilidad humana". La misma que le lleva a tener fe en que la Biblioteca de Sarajevo renazca de entre sus ruinas.
El d¨ªa 14, Susan Sontag, el eurodiputado Mendiluce y el subdirector de Opini¨®n de EL PA?S, Hermann Tertsch, presentar¨¢n Matadero en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.