Una fiesta apasionante

La fiesta m¨¢s brava est¨¢ de moda. Cada a?o se celebran m¨¢s festejos, se editan m¨¢s libros de toros, se da m¨¢s espacio a la corrida en los medios de comunicaci¨®n. Cuando se acerca la Feria de San Isidro, la actividad aumenta. El pasado mi¨¦rcoles por la noche era posible asistir a tres conferencias taurinas diferentes en Madrid.Escogimos la del Centro Cultural de, la Villa, moderada con maestr¨ªa, como es costumbre, por el cr¨ªtico taurino Javier Vill¨¢n. Para este coloquio, el segundo de tres consecutivos que intentan averiguar ?D¨®nde va la fiesta?, se hab¨ªan reunido el gerente de la plaza de toros de Madrid, Jos¨¦ Luis Lozano, el matador de toros Anto?ete y los cr¨ªticos Mariv¨ª Romero, Manuel Mol¨¦s y Paco Apaolaza. Se trataron casi todos los aspectos de la fiesta, pero la mayor atenci¨®n se dedic¨® al elemento fundamental, el toro de lidia. Con la excepci¨®n de Lozano, que se empe?a en que el toro de cada ¨¦poca es el que pide el p¨²blico, todos resaltaron el mal momento de la caba?a brava: se est¨¢ en una situaci¨®n l¨ªmite.

Para Anto?ete, este animal se cae m¨¢s que nunca. Apaolaza opin¨® que es un toro "sumiso y desnaturalizado". Mol¨¦s se declar¨® asustado por un toro "bobalic¨®n, aburrido y degenerado" y por un "holocausto ganadero". Se?al¨® que el encaste Jandilla Juan Pedro "ha infectado muchas ganader¨ªas actuales". Mariv¨ª denunci¨® un bovino "descafeinado, afeitado y sedado" que "pierde casta a chorros"; vaticin¨® que si no se toman medidas muy pronto, la fiesta tiene un futuro negro.

?C¨®mo se ha llegado a esta situaci¨®n? Seg¨²n Anto?ete, fue Joselito el Gallo el primero que influy¨® en los ganaderos para que criaran un animal menos fiero, m¨¢s apto para el torero. (Muchos historiadores se?alan a Guerrita, una generaci¨®n antes). Despu¨¦s, "los ganaderos han ido eliminando aquellos encastes que eran inc¨®modos para los toreros", afirm¨® Mol¨¦s. "Las figuras que no matan los toros duros ignoran que en la aut¨¦ntica fiesta tiene que haber m¨¢s riesgo y emoci¨®n", terci¨® Mariv¨ª. "Ahora todo est¨¢ en manos de grandes negociantes".

A la hora de las preguntas, el p¨²blico mostr¨® una enorme sed de autenticidad: puede que le falte emoci¨®n a esta fiesta, pero despierta grandes pasiones. Algunos aficionados se expresaron con palabras mayores. Uno denunci¨® la "demagogia" de dos de los contertulios. Otro, enfurecido, llam¨® "mentiroso" a otro conferenciante. (Fue entonces cuando nos marchamos; es posible que el tono subiera m¨¢s a¨²n). Y eso que el magno cielo de San Isidro todav¨ªa no hab¨ªa empezado. Como salgan los toros cay¨¦ndose...