Novillos modernos

Mientras la afici¨®n permita que el ganadero Juan Pedro Domecq siga gozando de la categor¨ªa que le conceden las c¨®modas figuras actuales, que encuentran en sus toros la mejor garant¨ªa para arriesgar lo m¨ªnimo, el aburrimiento seguir¨¢ al mando de esta fiesta.Despu¨¦s del fracaso de este hierro en la pasada Feria de Abril, la novillada de ayer rubric¨® el p¨¦simo estado de estos bailarines modernos, sin presencia, sin fuelle, sin casta y sin bravura.

Adem¨¢s, mientras la autoridad sevillana baje cada vez m¨¢s el rigor en los reconocimientos, y permita que se lidien en la Maestranza novilletes sin trap¨ªo el futuro de esta fiesta seguir¨¢ oscuro.

Ayer, una tarde m¨¢s, el triunfo no fue posible. No falt¨® la decisi¨®n de los novilleros, pero sus deseados novillos no permitieron gran lucimiento.

Vicente Bejarano cort¨® una oreja despu¨¦s de una emotiva faena al cuarto, el ¨²nico encastado de la tarde. Fue una pelea valiente, con momentos vibrantes, sobre todo con la mano izquierda, pero que supo a poco. Mand¨® m¨¢s el novillo que el torero, a quien falt¨® sosiego.

Cristina S¨¢nchez se despidi¨® sin suerte de Sevilla. Su lote, insulso e inv¨¢lido, s¨®lo le permiti¨® mostrar su torer¨ªa, su t¨¦cnica y su decisi¨®n, pero le impidi¨® el triunfo. Brill¨® a gran altura con el capote, pero sus buenas maneras se estrellaron ante la soser¨ªa del segundo y las descompuestas embestidas del quinto.

Chicuelo tuvo destellos de gran torero, pero le falt¨® unidad a toda su labor. Maneja el capote con poca soltura, pero demuestra buena escuela con la muleta en la izquierda. Le falta, no obstante, experiencia, seguridad y continuidad.