Intelectuales, estetas, cl¨¢sicos
Aunque en pase restringido, hubo oportunidad de ver en directo a una de las bandas m¨¢s europeas de cuantas ha dado el rock americano de las ¨²ltimas fechas: Big Soul. Sobre el escenario, este tr¨ªo multi¨¦tnico aborda, con encomiable esp¨ªritu l¨²dico, los divertidos temas de su ¨²nico disco hasta el momento. Bajo, guitarra y voz, para dar un entretenido repaso a funk, trash, punk, soul y rock al estilo de los 60; todo ello sin parar de saltar durante todo el show y sin necesidad de atronar con los instrumentos. Una banda con una t¨¦nue aura de intelectualidad para entremezclar rock y arte, que, sin duda, les emparenta m¨¢s con los Talking Heads de sus or¨ªgenes que con los sonidos americanos de ahora mismo.Ese mismo punto art¨ªstico, aunque pasado por la latinidad de un crooner hispano, trae de nuevo a la actualidad a Germ¨¢n Copini. Arropado por una numerosa bajada, el santanderino exhibi¨® en su vuelta a los escenarios un magistral dominio de la canci¨®n de tono elegante. Ritmos ecl¨¦cticos y calientes, escarceos con el jazz y el bolero y, sobre todo, unas letras que ponen el vello de punta -atenci¨®n a un inmenso tema, llamado Querido amigo, en el que la verdad del sida acaba con justificaciones y vanas hipocres¨ªas- son las armas de un personal¨ªsimo int¨¦rprete que merece un hueco en el hoy musical y no s¨®lo ser recordado por una frase que, con el premiso de B. Brecht, cobra ahora plena vigencia: Malos tiempos para la l¨ªrica.
Quienes se disponen a vivir un dulce momento en este presente confuso son el, grupo de moda en Inglaterra y, dentro de poco, en todo el mundo, Ocean Color Scene. Su tarjeta de presentaci¨®n radiof¨®nica fue el poderoso e hipn¨®tico riff guitarrero del tema The Riverboat Song. En su presentaci¨®n ante el p¨²blico, espa?ol confirmaron lo que ya apuntaban con su m¨²sica grabada: veneraci¨®n aut¨¦ntica por la ¨¦poca de oro del pop, brit¨¢nico, v¨ªa Beatles, Small Faces, Kinks,....
Constituidos como cuarteto con potente base r¨ªtmica, un guitarrista que prefiere las sacudidas el¨¦ctricas al vertiginoso virtuosismo o al arquetipo de rock duro que prima en la actualidad y un extraordinario cantante, Simon Fowler, cuya imagen recuerda de forma inevitable a la del padrino Paul Weller, el grupo tiene un directo vibrante de rythm'n'blues del de siempre, pero susceptible de convertirse en legendario. Con ellos, el bripop sigue adelante, enterrando un poco m¨¢s, si cabe, los andrajos del grunge.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.