Con todas las cartas

Jordi Pujol es un hombre peque?o con una gran memoria. Desde 1980 gobierna Catalu?a fomentando el nacionalismo de forma implacable, pero pragm¨¢tica. ( ... ) Pujol puede tener el cuerpo de Danny de Vito, pero tiene el instinto pol¨ªtico de De Gaulle. ( ... ) Pensaba que los conservadores no har¨ªan compromisos con el nacionalismo catal¨¢n como hab¨ªa hecho Gonz¨¢lez. Pero al PP le faltaron 20 esca?os para la mayor¨ªa absoluta. Para formar Gobierno necesitaba el apoyo de CiU ( ... ) y tambi¨¦n de los nacionalistas vascos y canarios. De repente, Aznar, el l¨ªder del PP, confes¨® en televisi¨®n que no s¨®lo "entend¨ªa el catal¨¢n", sino que "en la intimidad lo hablaba". Se podr¨ªa decir que eso era m¨²sica para los o¨ªdos de Pujol. Pero, claro est¨¢, no era suficiente. El nacionalismo catal¨¢n es algo m¨¢s que una lengua y una historia. Durante 700 a?os esta esquina de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica ha florecido cuando Barcelona la ha gobernado y languidecido cuando su destino era decidido por Madrid. ( ... ) Pujol insiste en que no es un "separatista", y en cualquier caso, como inteligente pol¨ªtico, sab¨ªa que negarse a apoyar a un nuevo Gobierno supondr¨ªa provocar nuevas elecciones que le pod¨ªan costar su ventaja. Pero un acuerdo no es una alianza. ( ... ) El actual acuerdo no dice nada sobre las cuestiones ling¨¹¨ªsticas. ( ... ) El vicepresidente ?lvarez Cascos dijo que su partido s¨®lo respetar¨ªa lo que estaba escrito. Y esto, por lo menos, se dijo en claro espa?ol. 14 de mayo