Quince segundos de silencio
Terminado el pase¨ªllo se guardaron 15 segundos de silencio en memoria de Joselito, muerto de terrible cornada en Talavera hace la friolera de 76 a?os. Ya ha llovido. Desde entonces ha llovido y hasta nevado y han cambiado mucho las cosas en este valle de l¨¢grimas. A lo largo de los 76 a?os transcurridos el mundo ha dado mil vueltas y ahora mismo est¨¢ del rev¨¦s.Si en plenos 15 segundos de silencio llega a levantar la cabeza Joselito y -a plantarse en medio del redondel s¨®lo habr¨ªa acertado a exclamar ?oz¨²! con su acento de Gelves y a lo mejor se volv¨ªa al hoyo. Mejor el hoyo -antesala del cielo en su caso; se da por cierto que intentar comprender semejante arcano.
Una fiesta incomprensible se ofrecer¨ªa a los ojos del resucitado Joselito; toros que parecen vacos, toreros que no se los traen toreados de delante sino que los citan a un costado, percherones acorazados, picadores metiendo vara con carnicera intenci¨®n en los puros espinazos de la bovina grey, cuadrilla zascandil que tira los garapullos donde caigan y suelen caer por la ri?onada, matadores que perpetran bajonazos...
Palomo / Rodr¨ªguez, S¨¢nchez, Tato
Toros de Palomo Linares, tres terciados y resto con romana, cornalones y astifinos, arios anovillados; mansos.Miguel Rodr¨ªguez: pinchazo y estocada corta tendida trasera ladeada (silencio); estocada trasera ladeada (vuelta muy protestada). Manolo S¨¢nchez: pinchazo hondo tendido trasero, dos pinchazos y descabello (silencio); estocada corta descaradamente baja y dos descabellos (silencio). El Tato: estocada delantera y rueda de peones (ovaci¨®n y tambi¨¦n pitos cuando sale al tercio); dos pinchazos, estocada trasera -aviso- y descabello (ovaci¨®n). Plaza de Las Ventas, 16 de mayo. 6? corrida de feria. Lleno.
Y si miraba al tendido, quiz¨¢ volv¨ªa a morirse, esta vez del horror: los muslos de las gach¨ªs, los tel¨¦fonos m¨®viles de los gach¨®s. Y los espectadores, en lugar de disfrutar esos inauditos panoramas, dedicados a aplaudir, toda la tarde aplaudiendo vacos, toreros que citan a un costado, picadores carniceros, lanzadores de garapullos, pinchazos, bajonazos, descabellos, como si se hubieran vuelto lilas.
Se guardaron 15 segundos de silencio aunque el protocolo establece un minuto, porque el tiempo corre y la impaciencia de la ¨¦poca vuela. En la Maestranza el minuto de silencio habr¨ªa durado doble (o triple) pues los sevillanos est¨¢n muy pagados de sus silencios, pero en Madrid, al que calla, le puede dar una alferec¨ªa.
En Madrid todo el mundo tiene algo que alegar y apenas hab¨ªan transcurrido 15 segundos -las cuadrillas descubiertas, los caballos relinchando, cascabeleando las mulillas, un sordo rumor de tr¨¢fico que ven¨ªa de la c'Alcal¨¢, el p¨²blico en pie, la mayor¨ªa sin saber qui¨¦n demonios era el homenajeado-, uno de sol rompi¨® a aplaudir, grit¨® "?Viva la fiesta!" otro, y se acab¨® el minuto de silencio. A los 15 segundos.
Al hoyo antesala del cielo se habr¨ªa vuelto Joselito, s¨ª, nada m¨¢s comprobar que ni un minuto le habla merecido al p¨²blico dedicar su recuerdo y su respeto al mejor torero de la historia, al gran espect¨¢culo de arte, de bravura y de riesgo que fue el toreo, 76 a?os atr¨¢s.
Y empez¨® la funci¨®n. Y pronto se vio que no val¨ªa un duro. Flojuchos y mansos los toros, si embest¨ªan, los toreros tampoco eran muy capaces de darles fiesta. S¨®lo al final se arranc¨® El Tato y tras una parte de faena ventajista -el cite a un lado, ?naturalmente!, fuera de cacho, tumbado al embarcar, el alivio del pico-, se super¨® en las trincheras, en los cambios de mano, en los pases de pecho, en la ligaz¨®n de estos muletazos, consintiendo que la pavorosa cornamenta del toro le rozara los alamares.
Lidiador Miguel Rodr¨ªguez, capotero variado, mediocre al banderillear, con la muleta ni reun¨ªa ni templaba. Despu¨¦s de unos prometedores redondos, el encastado cuarto se le fue sin torear. Manolo S¨¢nchez porfi¨® voluntarioso un ganado que tiraba a mulo. El Tato hizo tremendismo ahogando las embestidas del anovillado tercero y al sexto tipo raspa le habr¨ªa cortado una oreja si Alega a matar bien. Seguramente ahora le valdr¨¢ de excusa, pero ocurre eso hace apenas 10 a?os y le llaman pinchauvas; y si 76, le mandan a robar gallinas. En tiempos de Joselito se las gastaban as¨ª; lo que es la vida.
Babelia
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