La bandera del anticomunismo permite a Yeltsin agrupar a figuras de prestigio y antiguos cr¨ªticos
En v¨ªsperas de las elecciones del 16 de junio, el l¨ªder ruso, Bor¨ªs Yeltsin, trata de realzar su imagen con el apoyo de figuras de la cultura y la pol¨ªtica, que gozan de autoridad moral y que se han distinguido por su independencia e incluso por su aversi¨®n hacia ¨¦l. En un viaje a Siberia este fin de semana, Yeltsin, que se ha adjudicado el papel de "cruzado contra el comunismo" ha conseguido un ¨¦xito importante al recibir el espaldarazo del veterano y respetado escritor V¨ªctor Ast¨¢fiev, una de las "conciencias cr¨ªticas" del pa¨ªs, y tambi¨¦n del ex fiscal general del Estado, Alex¨¦i Kaz¨¢nnik.
Kaz¨¢nnik dimiti¨® en 1994 acusando al presidente Yeltsin de no respetar la ley y de presionar a la Justicia. Tanto Ast¨¢fiev, con quien el l¨ªder del Kremlin se entrevist¨® ayer en el id¨ªlico pueblo de Ovsianka (provincia de Krasnoyarsk), como Kaz¨¢nnik, con quien el dirigente ruso se "reconcilia" hoy p¨²blicamente en la ciudad de Omsk, apoyan a Yeltsin precisamente en su papel de abanderado anticomunista.Ast¨¢fiev, un maestro en la descripci¨®n de los rusos de provincias muy preocupado por la ecolog¨ªa, se reuni¨® con Yeltsin a las orillas del r¨ªo Yenisei, en la fabulosa biblioteca que el escritor ha construido en Ovsianka.
Ast¨¢fiev reiter¨® su posici¨®n explicada recientemente en el peri¨®dico Izv¨¦stia, seg¨²n la cual la historia "no perdonar¨¢" a Bor¨ªs Yeltsin que permita la llegada de los comunistas al poder. El escritor, que luch¨® en la Segunda Guerra Mundial y fue condecorado en la ¨¦poca sovi¨¦tica, lleg¨® a comparar el comunismo con un fen¨®meno sat¨¢nico. En su opini¨®n, Yeltsin est¨¢ facilitando el avance comunista con errores tales como la guerra de Chechenia y la pol¨ªtica econ¨®mica que est¨¢ desarrollando.
La peregrinaci¨®n de Yeltsin al pueblo de Ast¨¢fiev se inscribe en tradiciones profundamente arraigadas en Rusia, donde los intelectuales asumen el papel de gurus morales de los dirigentes pol¨ªticos. Debido a su anticomunismo, Ast¨¢fiev ha roto con otros creadores literarios de su generaci¨®n, miembros del movimiento de escritores de aldea, como Valentin Rasputin, que apoya a Guennadi Ziug¨¢nov, el candidato del Partido Comunista.
El encuentro de Yeltsin con Kaz¨¢nnik tendr¨¢ lugar hoy en la biblioteca de Omsk, lugar en el que seguramente se tomar¨¢ la foto testimonio de que el puntilloso ex fiscal ha superado sus resquemores hacia el presidente, a quien fustigaba hasta hace poco.
Kaz¨¢nnik se hizo famoso en 1989 por dejar su esca?o de par lamentario sovi¨¦tico a Bor¨ªs Yeltsin, y ¨¦ste le nombr¨® fiscal general en 1993 tras los sangrientos enfrentamientos callejeros con los partidarios del vicepresidente Alexandr Rutsk¨®i y del jefe del S¨®viet Supremo, Rusl¨¢n Jazbul¨¢tov. Kaz¨¢nnik dimiti¨® pocos meses despu¨¦s tras acusar a Yeltsin de entorpecer la aplicaci¨®n de una amnist¨ªa que liberaba a Rutsk¨®i y Jazbul¨¢tov. El ex fiscal, furibundamente anticomunista, es actualmente vicegobernador de Omsk, y hasta hace poco apoyaba la creaci¨®n de una Tercera Fuerza, idea que abandon¨® por considerar que ¨¦sta no ten¨ªa futuro para apoyar a Yeltsin como figura capaz de frenar al comunismo de hoy en Rusia.
El escenario preelectoral se ha convertido en un esquema bipolar (por una parte dem¨®cratas, y por la otra comunistas restauradores), al que pocos miembros de la intelectualidad liberal se resisten hoy, asustados por el fantasma de una eventual guerra civil. Sin embargo, en el intento presidencial por rodearse de la flor y nata del pa¨ªs, falta a¨²n la pieza m¨¢s codiciada, el escritor Alexandr Solzhenitsin, que se abstiene por el momento de indicar sus preferencias.
Dif¨ªcil futuro
"Veo dif¨ªcil el futuro de Rusia despu¨¦s de las elecciones presidenciales, cualquiera que sea el resultado y quienquiera que sea el elegido", manifest¨® el escritor al diario Komsomblskaia Pravda en abril. En respuestas a preguntas de los lectores, Solzhenitsin dijo que ni teme a los comunistas ni a las autoridades rusas actuales, a las que critica por sus errores y hasta "delitos", entre ellos un "colosal delito de Estado" como la forma en que se ha realizado la privatizaci¨®n de los bienes p¨²blicos. "Nuestra pesadilla no s¨®lo son las dificultades para elegir hoy entre los candidatos, sino la imposibilidad de abrirse camino hacia la democracia", se?al¨® el escritor.El deseo de Solzhenitsin de no ser identificado con ning¨²n candidato a la presidencia de Rusia qued¨® claro cuando alguien le pregunt¨® si estaba en el equipo de Bor¨ªs Yeltsin tras haber visto al escritor la noche de Pascua en el templo de Cristo Salvador, donde tambi¨¦n estaba Yeltsin. "Yo estoy en el equipo de Jesucristo", respondi¨® Alexandr Solzhenitsin.
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