1995 fue el a?o m¨¢s caluroso desde que se empez¨® a medir la temperatura de la Tierra
El Worldwatch Institute analiza las consecuencias del 'efecto invernadero'
La temperatura media de la atm¨®sfera de la Tierra durante el pasado a?o, 15,39 grados, fue la m¨¢s elevada desde 1866, cuando se comenz¨® a medir sistem¨¢ticamente. El calentamiento global, la disminuci¨®n de las cosechas y el aumento en la demanda de alimentos son analizados en el informe del Instituto Worldwatch de Washington, que traza un panorama negativo en cuanto a la reaparici¨®n de enfermedades infecciosas que se cre¨ªan controladas y el deterioro de los ecosistemas acu¨¢ticos, y positivos en el uso de energ¨ªas renovables y limpias y en reducci¨®n de arsenales nucleares.
En la quinta edici¨®n del informe Signos Vitales, patrocinado por tres organizaciones que tratan de identificar las tendencias del futuro de la humanidad, se destaca que los 10 a?os m¨¢s c¨¢lidos desde 1866 se encuentran en los decenios de los 80 y los 90, -seg¨²n datos de la NASA y del Instituto Goddard de Estudios Espaciales. "En 1995 aumentaron tres ¨ªndices muy significativos: la temperatura media de la atm¨®sfera, las emisiones globales de carbono de combustibles f¨®siles y la concentraci¨®n de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera", se?ala Lester R. Brown, presidente del Worldwatch. La mayor parte de los pa¨ªses que se comprometieron a limitar las emisiones de carbono en la Cumbre de la Tierra en 1992, no lo est¨¢n cumpliendo.Odil Tunali, investigadora del instituto, cree que el hecho de que en 1995 no haya habido fen¨®menos naturales que incrementan la temperatura, como la acci¨®n de la corriente de El Ni?o o del volc¨¢n Pinatubo, demuestra que "lo que altera el clima de la tierra es la acumulaci¨®n de gases en la atm¨®sfera por el efecto invernadero causado por la actividad humana".
Dif¨ªcil previsi¨®n
Para Christopher Flavin, vicepresidente del Worldwatch, la atenci¨®n internacional al ambiente es mucho mayor por las bruscas alteraciones del clima y sus consecuencias, "cada vez mas dif¨ªciles de prever". Flavin se?ala que las aseguradoras tuvieron un r¨¦cord de 38.000 millones de d¨®lares de p¨¦rdidas en todo el mundo en 1995. "Los cambios en el clima pueden llevar a la quiebra a la industria del seguro", ha dicho Franklin Nutter, presidente de la Asociaci¨®n Americana de Reaseguros.Tambi¨¦n en la agricultura las repercusiones del clima tienen alcance internacional: adem¨¢s de los 465 muertos por la ola de calor que hubo en Chicago en el verano de 1995, subraya Lester Brown, "las altas temperaturas en el Medio Oeste alteraron las cosechas y contribuyeron a la subida mundial de los granos". Las cosechas de 1995 han sido las peores desde hace 8 a?os, y han coincidido con un serio incremento en la demanda internacional de alimentos, con China a la cabeza, indica Brown: las reservas mundiales de cereales han descendido a 48 d¨ªas, un m¨ªnimo hist¨®rico.
El informe Signos Vitales, que analiza medio centenar de tendencias en la econom¨ªa, la alimentaci¨®n, el ambiente y los derechos humanos, se muestra muy preocupado por el deterioro del planeta y de la humanidad. La deforestacion salvaje contin¨²a, igual que la erosi¨®n del suelo, y es alarmante "la aceleraci¨®n en la p¨¦rdida de especies acu¨¢ticas", por contaminaci¨®n y por la demanda humana de agua. En cuanto a la salud, el efecto combinado de la ineficacia de los antibi¨®ticos convencionales y el deterioro de las condiciones lleva a la reaparici¨®n de enfermedades como tuberculosis, malaria, infecciones respiratorias y diarrea.
En energ¨ªa, tres datos positivos: la fuerte subida de ventas de bombillas fluorescentes compactas, el incremento de un 17% en la instalaci¨®n de c¨¦lulas fotovoltaicas para convertir la luz del sol en electricidad, y el aumento del 33 % en energ¨ªa e¨®lica. El n¨²mero de turbinas ha crecido espectacularmente en Alemania e India. Espa?a fue en 1995 el quinto pa¨ªs que mas increment¨® su producci¨®n de energ¨ªa e¨®lica. "El aumento global es extraordinario y el hecho de que haya cada vez m¨¢s pa¨ªses que se sumen a esta tendencia resulta estimulante", valora Christopher Flavin.
El consumo de energ¨ªa nuclear no var¨ªa, el carb¨®n sube ligeramente y aumenta el empleo del gas natural y del petr¨®leo. La producci¨®n de coches crece un 1%, sin que los Gobiernos de EEUU y otros pa¨ªses occidentales, lamenta Flavin, aborden las opciones de eficacia energ¨¦tica, ocupados s¨®lo de la impopularidad de las subidas de la gasolina. A cambio, se afianza el crecimiento en la producci¨®n de bicicletas: en 1995 se fabricaron 114 millones. En Cuba, por razones econ¨®micas, es la gran alternativa de transporte: s¨®lo en La Habana se ha pasado, por ejemplo, en los tres ¨²ltimos a?os, de 70.000 a 700.000 bicis.
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