La afici¨®n recibe con furia el despido del holand¨¦s

El Camp Nou recibi¨® con furia la destituci¨®n de Johan Cruyff. El estadio, el mismo que vivi¨® con callada resignaci¨®n la p¨¦rdida de dos t¨ªtulos, se remang¨® y decor¨® las grader¨ªas con s¨¢banas. Unas 70.000 personas decidieron acudir al partido y una cuarta parte decidi¨® inhibirse de la guerra desatada en el club. Pero el santuario azulgrana recuper¨® la tradici¨®n del viejo Bar?a: al menos un centenar de pancartas aparecieron colgadas de las barandas de las gradas. La mayor¨ªa fueron de forma abrumadora -bien podr¨ªa ser la proporci¨®n de 10 a 1- a favor de Cruyff, a quien alentaban a regresar pronto de la forma que fuera. Muchas le ped¨ªan que regresara como presidente u otras como entrenador. "Johan, no tardes" o algunas con reminiscencias b¨ªblicas -no pas¨® desapercibido que Cruyff llamara Judas a Gaspart cuando fue a comunicarle la destituci¨®n- tales como "Johan, perd¨®nalos, porque no saben lo que hacen".Pero al margen de las cl¨¢sicas -"Cruyff te querernos" o "Cruyff s¨ª, N¨²?ez, no"- muchas estuvieron dirigidas a censurar la actitud del mandatario azulgrana. Muchas le ped¨ªan su dimisi¨®n. "N¨²?ez, ?y a t¨ª qui¨¦n te echa?", "N¨²?ez c¨¦sate a t¨ª mismo", "Cruyff al Bar?a, N¨²?ez a Sarri¨¤", "Cruyff, al Bar?a; N¨²?ez al Bayern", "Se ha ido Blancanieves y se han quedado los siete enanitos". O algunas especialmente sangrantes: "Tienes raz¨®n. La gente te llama peque?o. !Qu¨¦ bajo has ca¨ªdo!" u otras como "Queremos centenario sin mafiosos". Pocas defend¨ªan la actitud del club. Fueron las menos y hab¨ªa que buscarlas. "Ya era hora", "Gracias Johan por no echar a la ¨²ltima estrella que nos queda" o "Johan, no te dejes al hijo". Pero Jordi fue aplaudido en cuanto toc¨® el bal¨®n en los minutos iniciales del encuentro.

El escenario rabi¨® antes del partido -se vieron pintadas fuera del Camp Nou que fueron convenientemente borradas- y explot¨® con la salida de N¨²?ez al palco. La salida del presidente fue recibida con una estruendosa pa?uelada, la misma que ¨¦l hubiera deseado contra Cruyff.