El general que prefer¨ªa la guerra a la 'alternativa KAS'
Pregunta. ?Qu¨¦ contesta cuando le preguntan si es usted el jefe de los GAL?Respuesta. La ¨²ltima vez respond¨ª: 'Pues mira, hijo m¨ªo, publ¨ªcalo. Primero, pide a Dios que sea verdad. Pero, adem¨¢s, no sabes la suerte que tienes de que no sea verdad. F¨ªjate, si fuera verdad y t¨² lo hubieras descubierto. Tu vida valdr¨ªa s¨®lo dos pesetas".
Los servicios de espionaje y la lucha contra el terrorismo han marcado toda la trayectoria profesional del hoy general en la reserva Andr¨¦s Cassinello. Su lenguaje agresivo y hasta brutal siempre origin¨® pol¨¦micas y no fue una excepci¨®n la entrevista con EL PA?S en 1984, cuando Cassinello, entonces jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, respondi¨® de esa manera al periodista.
Nacido hace 69 a?os en Almer¨ªa, El Rif fue su primer destino militar en 1949, pero pronto se decant¨® por el espionaje y los cursos de acci¨®n psicol¨®gica. En los sesenta realiz¨® en la base de Fort Bragg (Virginia) el curso 0peraciones Contrainsurgencia en la Escuela de Guerra Especial de EE UU. ETA a¨²n no hab¨ªa cometido ning¨²n asesinato, pero Cassinello ya public¨® en 1966 el manual Operaciones de Guerrillas y Contraguerr¨ªllas, en el que dec¨ªa: "No basta machacar la guerrilla si su ra¨ªz permanece viva; es preciso destruir la causa, la m¨¢s de las veces pol¨ªtica, social o econ¨®mica".
Fich¨® por el Servicio Central de Documentaci¨®n, antecesor del Cesid, en 1970. Felipe Gonz¨¢lez o Alfonso Guerra recuerdan que a trav¨¦s de ese militar tuvieron sus primeros contactos con "el poder". Una de las primeras decisiones de Adolfo Su¨¢rez como presidente del Gobierno fue la de nombrar a Cassinello jefe del Seced, y como tal visit¨® a Josep Tarradellas en el exilio para facilitar su regreso a Barcelona.
En aquellos a?os, Cassinello desmont¨® intentonas golpistas (la Operaci¨®n Galaxia) y la red ultraderechista de Mariano S¨¢nchez Covisa -incluida una f¨¢brica de bol¨ªgrafos-pistola-, pero tambi¨¦n coincidi¨® aquella ¨¦poca con los primeros brotes de la guerra sucia contra ETA. Participaron italianos que en su pa¨ªs realizaron atentados con armas adquiridas por los servicios espa?oles de informaci¨®n.
Pero fue a partir de 1978 cuando Cassinello puso en pr¨¢ctica su curso americano. Ese a?o pas¨® a dirigir el Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil y, dos a?os despu¨¦s, fue destinado al Pa¨ªs Vasco junto con el general Jos¨¦ Antonio S¨¢enz de Santa Mar¨ªa para dise?ar una nueva estrategia contra ETA. S¨®lo en ese a?o acud¨ª¨® al entierro de un centenar de v¨ªctimas del terrorismo.
"La tragedia es que, desde 1833, no ha habido una generaci¨®n vasca que no haya contemplado al resto de los espa?oles a trav¨¦s de la mira de un fusil", dec¨ªa en 1982. Tres a?os despu¨¦s, su despacho plagado de granadas y bombas incautadas a ETA fue el escenario en el que redact¨® su teor¨ªa sobre la lucha antiterrorista. Para Cassinello, el terrorismo es "una forma de comunicaci¨®n", "una guerra en la que los d¨¦biles emplean sus medios sin limitaci¨®n alguna, mientras que los fuertes", a?ad¨ªa, aceptamos de antemano la dr¨¢stica restricci¨®n de las posibilidades".
"Para los dos bandos, resistir es vencer", se?alaba Cassinello, para quien es dif¨ªcil el equilibrio entre deber y pasi¨®n. "El problema es pacificar, no destruir (...) A la vez soy la m¨¢quina de romper y hasta de matar (...) Pero no se puede cimentar esa paz sobre cad¨¢veres (...) Nos toca resistir la tentaci¨®n totalitaria y el recurso al gran poder" . "Saltar el Ebro es meterse en un mundo distinto. Cada voz es un grito; cada papel, un panfleto, y cada recodo del camino, el recuerdo de un asesinato".
Contrario a la negociaci¨®n con ETA, aunque lo intent¨® en los setenta, Cassinello conclu¨ªa su trabajo con una frase que a¨²n hace saltar chispas: "Prefiero la guerra a la alternativa KAS, y la guerra, a la independencia de Euskadi".
En plena guerra sucia, Cassinello se refer¨ªa en 1984 a los GAL como "un apa?o para hoy y una grave hipoteca para ma?ana", pero precisaba: "No soy obispo ni jurista. He asistido a demasiados entierros de guardias como para hacer condenas morales". Y a?ad¨ªa una frase que hoy recobra todo su sent¨ªdo: "El Gobierno [socialista] ha entrado en el tema del terrorismo como un Miura".
Su car¨¢cter impulsivo le jug¨® una de las ¨²ltimas faenas en 1986, cuando public¨® en Abcun escrito en el que insultaba a varios periodistas -"les he llamado gilipollas y les he mandado a tomar todos los vientos; y me he quedado corto"- y criticaba a jueces y pol¨ªticos.
Su fulminante cese como jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil le cost¨® probablemente el no acceder a la direcci¨®n del instituto armado. Sin embargo, fue rehabilitado y acab¨® su actividad militar como capit¨¢n general de Burgos -que inclu¨ªa el Pa¨ªs Vasco-, nombramiento que los nacionalistas entendieron como una provocaci¨®n". En los ¨²ltimos a?os, aquejado de una grave enfermedad, Cassinello ha rehuido todo protagonismo.
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