Cargos a Conde
CADA PASO dado en el proceso abierto a Mario Conde y a su anterior equipo en Banesto ha constituido un dif¨ªcil triunfo de la justicia: tantas han sido las maniobras puestas en marcha para que no prosperara el caso, para desviarlo a v¨ªas judiciales consideradas m¨¢s favorables para los encausados o para hacerlo descarrilar con diversos pretextos. Pero a?o y medio despu¨¦s de que el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n abriera las primeras diligencias a ra¨ªz de la querella presentada por el ministerio fiscal, el proceso se sit¨²a en un punto de no retomo, encarrilado hacia el juicio oral.El auto de conclusi¨®n del sumario, dictado hace un mes y medio por el juez Garc¨ªa-Castell¨®n, ya puso de manifiesto que los hechos imputados a Conde no eran un invento ni fruto de una persecuci¨®n pol¨ªtica, como insistentemente han venido propalando sus valedores en los medios. Tampoco se trataba s¨®lo de una gesti¨®n aventurera o poco ortodoxa, como pretendieron, en su cautelosa retirada, esos mismos escuderos. Las minuciosas investigaciones del juez instructor, materializadas en 17 meses de trabajo, 213 tomos de diligencias y casi 85.000 folios de sumario, han reforzado las sospechas e indicios de una utilizaci¨®n de la presidencia de Banesto en beneficio de sus intereses particulares, a costa del patrimonio de la entidad. Concretamente, a Conde y a su equipo se les acusa de delitos de estafa, falsedad, apropiaci¨®n indebida y maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas. Todo ello en torno a ocho grandes operaciones por un mono de miles de millones de pesetas.
Con la presentaci¨®n de los escritos de las 17 partes acusadoras personadas en el proceso, esos hechos y esas imputaciones tienen ya una concreta tipificaci¨®n jur¨ªdica de acuerdo con lo previsto en el C¨®digo Penal. Tambi¨¦n se han cuantificado las penas correspondientes. Los acusados dispondr¨¢n de 40 d¨ªas para articular su defensa mediante el correspondiente escrito de: calificaci¨®n de los hechos. Pero antes el juez tendr¨¢ que dictar el auto de apertura del juicio oral, se?alar qui¨¦nes se sentar¨¢n finalmente en el banquillo de los acusados y fijar la cuant¨ªa de las indemnizaciones que procedan, en concepto de responsabilidad civil. Ser¨¢ el momento en que el instructor env¨ªe el sumario a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y comience la cuenta atr¨¢s para el se?alamiento del juicio oral.
El abultado n¨²mero de acusaciones personadas en el proceso, adem¨¢s del ministerio p¨²blico, es correlativo al de grupos de personas o entidades que se consideran perjudicados por la gesti¨®n de Mario Conde y su equipo. Las calificaciones jur¨ªdicas y las penas solicitadas difieren entre s¨ª, pero todas ellas son contundentes. Son tambi¨¦n cuantiosas las indemnizaciones solicitadas a pesar de sus diferencias: desde los 12.000 millones de pesetas que pide el fiscal a los 192.000 millones que reclama el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos para resarcirse de su aportaci¨®n al saneamiento de Banesto.
En cuanto a las penas, el ministerio fiscal solicita para el ex presidente de Banesto y otros siete antiguos directivos un total de 150 a?os (44 a?os para Conde). Esta petici¨®n aumentar¨ªa si, como solicita en su escrito, se incorporan al sumario los documentos sobre la trama suiza, pendientes de entrega a ra¨ªz de la comisi¨®n rogatoria llevada cabo en febrero por el juez Garc¨ªa-Castell¨®n. A la espera del juicio, este nuevo e importante paso en la tramitaci¨®n del caso Conde representa un ¨¦xito de la justicia contra quienes intentaron entorpecerla y, a trav¨¦s de ella, de la enorme masa de perjudicados (peque?os accionistas, empleados, contribuyentes ... ) que ven acercarse el momento de un posible resarcimiento. Y si los indicios no son lo que parecen, Mario Conde y los suyos tendr¨¢n tambi¨¦n la ocasi¨®n de explicarse y defenderse en un juicio p¨²blico y con todas las garant¨ªas.
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