El triunfo de la teor¨ªa del caos
El Caja San Fernando no tiene cancha para jugar la final de la Liga ACB
El Caja San Fernando en la final de la Liga ACB. Es el sumario del triunfo de la teor¨ªa del caos. Ni la representaci¨®n oficial de la ciudad, su Ayuntamiento, confi¨® en su equipo de baloncesto: las fechas del Campeonato de Europa de Balonmano, que se celebra en Sevilla desde hoy, colisionan con el calendario oficial del play off por el t¨ªtulo. No hay, a estas horas, fechas para los partidos de la final que deben celebrarse en la cancha sevillana, uno como m¨ªnimo. 0 bien se habilitar¨¢ el escenario improvisando la celebraci¨®n de los, partidos del Caja San Fernando-Barcelona en las jornadas de descanso del Europeo (30 de mayo y 1 de junio, la propuesta de la ACB) o confinando la gran final de la ACB m¨¢s all¨¢ de la clausura del torneo continental (los d¨ªas 2 y 4 de junio, la ¨²ltima sugerencia del Ayuntamiento). Pero este detalle ca¨®tico no es m¨¢s que el colof¨®n de una ristra de acontecimientos inesperados.La afici¨®n fue esc¨¦ptica desde el arranque del campeonato. El Palacio de Deportes de San Pablo ha vivido grandes soledades. S¨®lo Unicaja, Real Madrid y Barcelona lograron reunir a un grupo algo m¨¢s numeroso, que Ios de siempre" durante la fase regular. Pero el acceso del Caja a la final de la Liga y su clasificaci¨®n directa para la Euroliga han terminado por rendir a una ciudad monotem¨¢tica. El f¨²tbol todo lo impregnaba en Sevilla hasta que el Caja San Fernando derrib¨® al Real Madrid en los cuartos de final. Desde entonces, no se habla de otra cosa.
Aleksandar Petrovic, el t¨¦cnico croata del equipo, recuerda hoy su declaraci¨®n de principios cuando agarr¨® el banquillo del Caja San Fernando hace nueve meses: ?Cu¨¢l es su objetivo?, se le pregunt¨® el d¨ªa de su presentaci¨®n como entrenador. Hac¨ªa s¨®lo unas horas que hab¨ªa aterrizado en Sevilla, pero demostr¨® conocer las claves del dualismo de una ciudad partida por la mitad por culpa del f¨²tbol, supuestamente la ¨²nica afici¨®n posible. Esta fue su respuesta: "Vengo para conquistar aficionados al baloncesto". Lo dijo en medio de un contexto dif¨ªcil, con el equipo debatiendo qu¨¦ clase de porvenir le esperaba en una ciudad que acababa de clasificar a sus dos equipos de f¨²tbol para la UEFA. Hoy, nueve meses despu¨¦s, se le llena la boca de orgullo: "Vamos a ganar la Liga".
Quiz¨¢ su equipo est¨¦ a las puertas del t¨ªtulo por la influencia de la teor¨ªa del caos. Petrovic siempre ha cre¨ªdo que los subterfugios, los sucesos que se dan en los m¨¢rgenes de la cancha, representan diez o doce puntos en un partido.
Desde las horas previas a un choque, el t¨¦cnico empieza a dar rienda suelta al desconcierto: confunde al adversario aireando problemas en el seno de su equipo, lesiones reales que se magnifican y declaraciones a veces sorprendentes. Por ejemplo resta importancia a la lucha bajo los tableros un d¨ªa y al siguiente eleva a la categor¨ªa de ley la importancia de un solo rebote. El propio Petrovic tranquiliz¨® los ¨¢nimos cuando en la mitad de la temporada se rompi¨® Marvin Alexander, el tercer norteamericano. "No pasa nada, subimos a Scott". Richard Scott, un militante de la Liga EBA, se ha confirmado como uno de los mejores elementos del Caja en los play off.
Su brazo en la cancha es otro jugador ca¨®tico, el m¨¢s valioso de la ACB. Michael Anderson es su ni?o mimado. Le gusta repetirle la gran consigna: "Mike, t¨² a lo tuyo". Lo suyo es destrozar un partido haciendo juegos malabares, sembrando el caos al otro lado. Si Mike funciona el Caja es imparable. Pero si Mike falla, el rival tendr¨¢ un partido c¨®modo.
Este equipo, ocho a?os despu¨¦s de ir midiendo los pasos con la misma hoja de c¨¢lculo que se utiliza en la caja que lo patrocina, s¨®lo hab¨ªa cosechado un quinto puesto utilizando la calculadora. Su presidente, Juan Manuel L¨®pez Benjumea, es el primer sorprendido: "Es un sue?o haber llegado a este punto en s¨®lo ocho a?os. Por fin hemos podido crear afici¨®n a este deporte en Sevilla".
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