Londres pide al tribunal de la UE que levante el embargo a su vacuno

Londres ha empezado a disparar contra Bruselas en la personal guerra en la que se ha enzarzado el primer ministro brit¨¢nico, John Major, en defensa de sus vacas locas. Para probar que las amenazas de estos d¨ªas no se quedar¨¢n en agua de borrajas, el Reino Unido denunci¨® ayer ante el Tribunal de Luxemburgo a la Comisi¨®n Europea por entender que se ha excedido en sus competencias al acordar embargo de sus productos bovinos y derivados. Coincidiendo con denuncia -un hecho casual, seg¨²n Bruselas-, el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, ha aplazado hasta septiembre un viaje al Reino Unido previsto para los pr¨®ximos d¨ªas 5 y 6 de junio.

Aunque Major quiere que esta guerra enfrente al Reino Unido y a la Uni¨®n Europea (UE) en su conjunto, y no a Londres y a Bruselas en particular, la escaramuza de ayer afect¨® muy directamente a la Comisi¨®n Europea. Es a esta instituci¨®n a la que el Gobierno brit¨¢nico ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo. La denuncia sostiene que la Comisi¨®n no tiene capacidad legal para prohibir la exportaci¨®n de un producto brit¨¢nico a pa¨ªses ajenos a la UE y pide el levantamiento del embargo. El tribunal puede emitir un fallo provisional en menos de un mes y una sentencia definitiva nunca antes de 10 meses.La presentaci¨®n de la denuncia ya fue anunciada hace varias semanas, a los pocos d¨ªas de que se aprobara el embargo por las vacas locas, pero Londres no se decidi¨® a presentarla hasta ayer. Los portavoces de la Comisi¨®n nunca han logrado desmontar de forma rotunda el argumento brit¨¢nico y han apelado siempre al derecho gen¨¦rico de Bruselas de velar por la salud de los consumidores europeos para justificar una prohibici¨®n de alcance mundial. Pero aunque nadie pone en duda aqu¨ª que la Comisi¨®n puede prohibir el comercio de la carne brit¨¢nica dentro del territorio comunitario, hay m¨¢s dudas jur¨ªdicas sobre si ese poder puede extenderse hasta el punto de promulgar una prohibici¨®n en todo el mundo. "Si no lo hici¨¦ramos as¨ª, la carne brit¨¢nica podr¨ªa venderse a terceros pa¨ªses y ser luego revendida en la UE", argumenta Bruselas.

La denuncia ha provocado m¨¢s iron¨ªa que inquietud en la Comisi¨®n Europea. "El Reino Unido est¨¢ en su derecho, pero nosotros tenemos argumentos de peso y los vamos a exponer ante el tribunal. No nos preocupa esta denuncia. Al contrario, nos reconforta ver c¨®mo los brit¨¢nicos, que s¨®lo aluden al Tribunal de Luxemburgo para atacarlo, en esta ocasi¨®n lo utilizan como ¨¢rbitro del conflicto. Eso est¨¢ muy bien porque ese es el papel del tribunal", declar¨® ayer tarde un portavoz de la Comisi¨®n.

El mismo portavoz reconoci¨® que el presidente de la Comisi¨®n Europea, el luxemburgu¨¦s Jacques Santer, ha decidido aplazar hasta septiembre un viaje al Reino Unido que estaba previsto para los pr¨®ximos d¨ªas 5 y 6 de junio. Santer deb¨ªa pronunciar sendas conferencias en Newcastle y Edimburgo y no ten¨ªa previsto ning¨²n encuentro oficial con miembros del Gobierno de Londres. El portavoz comunitario desvincul¨® esta decisi¨®n de la crisis de las vacas locas.

La visita al Reino Unido se habr¨ªa realizado apenas 24 horas despu¨¦s del consejo de ministros europeos de Agricultura convocado para el 3 y 4 de junio. De este consejo debe salir una decisi¨®n definitiva sobre la suavizaci¨®n del embargo de tres derivados de bovino brit¨¢nico (gelatinas, sebos y esperma), aunque lo m¨¢s probable es que no haya mayor¨ªa ni para aprobar ni para rechazar la propuesta que la Comisi¨®n Europea presentar¨¢.