Peres vende un futuro de paz para Israel
El l¨ªder laborista asegura que su victoria electoral es la ¨²nica garant¨ªa para la reconciliaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo
Primero llegaron las limonadas, el caf¨¦ y unos bizcochos que los m¨¢s de cien inmigrantes rusos devoraron con entusiasmo mientras el tr¨ªo de acorde¨®n, clarinete y trompeta arrancaba aplausos de acompa?amiento para una nost¨¢lgica interpretaci¨®n de Kalinka que hizo estremecer el principal sal¨®n de fiestas de esta ciudad en las afueras de Tel Aviv. Luego llegaron unos 12 guardaespaldas y finalmente, algo p¨¢lido pero sonriente, apareci¨® el candidato Sim¨®n Peres.Bien enfundado en un impecable traje azul -la chaqueta de una talla mayor para darle cabida al chaleco antibalas- el primer ministro laborista de Israel estrech¨® manos y reparti¨® abrazos a sus admiradores de la antigua URSS. Inici¨®, por supuesto, su discurso en ruso, pero pas¨® r¨¢pidamente al hebreo "porque es el idioma de nuestro pa¨ªs".
La cita con el electorado, cuidadosamente supervisada por legiones de polic¨ªas y agentes secretos, no produjo sorpresas. Todos los electores parecen haberse acostumbrado a la idea de que esta campa?a, a pesar de su importancia para el futuro de Israel y el resto de la regi¨®n, va a pasar a la historia como una de las menos emocionantes.
A menos de una semana del 29 de mayo, d¨ªa en que Peres se juega el puesto frente al l¨ªder del derechista Likud, Benjam¨ªn Bibi Netanyahu, si hay algo que los candidatos parecen tener en com¨²n es la falta de nuevas promesas y nuevos enfoques. Por eso, Peres dedic¨® la mayor parte de su breve alocuci¨®n a machacar su argumento de que el partido laborista es el ¨²nico garante de la continuidad del proceso de paz en la zona y de la materializaci¨®n de su visi¨®n del "nuevo Oriente Pr¨®ximo" que, insiste, recompensar¨¢ generosamente a todos. Poco antes de su reuni¨®n con los inmigrantes, hablando ante un grupo de estudiantes, no dej¨® escapar la oportunidad para volver a acusar a Ir¨¢n de tratar de sabotear las elecciones con actos terroristas para que gane Netanyahu. Seg¨²n Peres, el triunfo del Likud mandar¨¢ a pique el proceso de paz. A los rusos les dijo algo que: les debe sonar bastante familiar: "Gaza puede convertirse en otra Chechenia".
Petah Tikva es un basti¨®n de la polif¨®rmica derecha israel¨ª. En sus calles bien cuidadas, por cada cartel del laborismo hay tres del Likud. En la esquina de la calle Chaim Uzer, donde est¨¢ el municipio, una rolliza mujer que dijo llamarse Mariam actuaba como guardi¨¢n de la propaganda del Likud cuando un grupo de j¨®venes laboristas llegaron con grandes pancartas que proclamaban al Gobierno de Peres como el ¨²nico instrumento capaz de lograr una paz con seguridad para los israel¨ªes. "Peres es un ¨¢rabe, eso es lo que es", dijo la mujer en el ep¨ªlogo de una perorata en la que maldijo tres veces al l¨ªder palestino Yasir Arafat. "Ya lo ver¨¢ usted", dijo, "Peres es capaz de regalar Jerusal¨¦n a los ¨¢rabes".
Peres est¨¢ tratando afanosamente de sacudirse esa acusaci¨®n, reiteradamente formulada por Netanyahu, porque el tenia de Jerusal¨¦n es el que se ha impuesto en la recta final de la campana electoral. Peres lo niega, pero la sospecha de que tarde o temprano va a tener que hacer alguna concesi¨®n, por m¨¢s cosm¨¦tica que fuera, a los palestinos es lo que Netanyahu est¨¢ capitalizando para atraer al 12% del electorado que las encuestas describen como indeciso.
Si el Likud est¨¢ d¨¢ndole el mayor ¨¦nfasis posible a esos temores, Peres est¨¢ evidentemente empe?ado en meter miedo esgrimiendo toda vez que puede la amenaza iran¨ª. "Los iran¨ªes est¨¢n cada vez m¨¢s nerviosos mientras se aproxima el fin de la campa?a electoral. Lo que realmente quieren es detener el proceso de paz", afirm¨®.
Un joven inmigrante llamado Alexander Alexandrovsky pidi¨® la palabra para hacerle una pregunta que reflej¨® fielmente las prioridades de un buen sector del electorado pragm¨¢tico israel¨ª, especialmente del casi un mill¨®n de jud¨ªos, la mayor¨ªa rusos, llegados en los ¨²ltimos a?os. ?Qu¨¦ piensa hacer su Gobierno para que los pisos sean econ¨®micamente m¨¢s accesibles a las parejas de inmigrantes j¨®venes? "Nuestra econom¨ªa se va a ver extraordinariamente reforzada con la consolidaci¨®n del proceso de paz", respondi¨® el primer ministro. Sus guardaespaldas le hicieron una se?a, Peres mir¨® el reloj y regres¨® a Jerusal¨¦n.
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