Netanyahu o la obsesi¨®n por la seguridad
El candidato del Likud promete el fin de los atentados y que no ceder¨¢ un mil¨ªmetro de Jerusal¨¦n a los palestinos
Desde su despacho en la punta de la imponente torre de 13 plantas que representa el poder que el Likud ha adquirido a lo largo de la historia pol¨ªtica israel¨ª, Benjam¨ªn Bibi Netanyahu tiene una visi¨®n absoluta de la ciudad m¨¢s din¨¢mica del Estado jud¨ªo. Y a medida que se aproximan las elecciones generales del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el candidato derechista de 46 a?os dice que su visi¨®n de victoria sobre los laboristas del primer ministro Sim¨®n Peres se torna cada d¨ªa mas clara. "La brecha se est¨¢ reduciendo dram¨¢ticamente", dec¨ªa ayer Michael Stalt, uno de los asesores de Netanyahu, refiri¨¦ndose a las encuestas que dan al laborismo una ventaja de entre 4 y 7 puntos, pero que en el cuartel general del Likud de la, bulliciosa calle King George se afirma que no pasa de uno.La sensaci¨®n de que su triunfo ya est¨¢ al alcance es perceptible en todos los actos en los que invariablemente se presenta con el aplomo de un astro cinematogr¨¢fico. Sus gestos categ¨®ricos, halconescos, contrastan en los m¨ªtines y los spots televisivos con la imagen paternal y conciliatoria de su rival de 73 a?os. Y eso es lo que le ayuda, presentarse como un duro un un pa¨ªs fascinado por sus fastos militares. "Bibi representa la seguridad", dec¨ªa Shilgia Zaken Harush, una joven de 28 a?os que: teme nuevos atentados terroristas como los que segaron la vida a 59 personas en febrero y marzo pasados. "Tengo un hijo peque?o y un hermano en el Ej¨¦rcito. En casa de lo ¨²nico que hablamos es de la seguridad".
Netanyahu eligi¨® Jerusal¨¦n para prometer a sus compatriotas que no habr¨¢ raz¨®n para tener miedo al subir a un autob¨²s, que no habr¨¢ m¨¢s atentados suicidas, que jam¨¢s ceder¨¢ un mil¨ªmetro de territorio de la ciudad santa a los palestinos y que cerrar¨¢ la Orient House, la sede oficiosa de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). "Todo esto va a cambiar", dijo.
Otro d¨ªa, en Neve ll¨¢n, Netanyahu jur¨® que, de ser elegido, su gobierno fortalecer¨¢ la presencia de los colonos jud¨ªos en Gaza y Cisjordania. Sin embargo, lo que Netanyahu. est¨¢ tratando de hacer en la recta final de la campana electoral es atenuar la fogosidad de sus argumentos para no espantar al sector de derechistas moderados que no son del todo esc¨¦pticos las veces que Peres proclama que con Netanyahu el proceso de paz con los ¨¢rabes se ir¨¢ indefectiblemente a pique. Si en el pasado dijo que jam¨¢s dar¨ªa la mano a Yasir Arafat, ahora no lo descarta en aras de la supervivencia de las negociaciones con los palestinos.
Para subrayar su obsesi¨®n por la seguridad, Netanyahu se ha rodeado de generales, incluyendo a los duros Ariel Shar¨®n y Rafael Eit¨¢n, y les ha prometido carteras en su gabinete, un detalle que ha llevado alivio a muchos sectores religiosos, partidarios del "Gran Israel" b¨ªblico, que ya han prometido votar por el Likud.
Su empe?o por eliminar la impresi¨®n de que un gobierno del Likud escribir¨ªa el epitafio del proceso de paz lo llev¨® el mi¨¦rcoles a declarar al diario Yedioth Ahronot que tratar¨¢ de convocar una nueva conferencia internacional en Madrid, similar a la cita hist¨®rica celebrada en la capital espa?ola en el oto?o de 1991, que marc¨® la se?al de partida de las negociaciones que culminaron con la paz de Israel con la OLP y Jordania. "Inmediatamente despu¨¦s de ser electo, lo que har¨¦ ser¨¢ solicitar la reconvocatoria de la conferencia de Madrid. En esa conferencia reorganizar¨ªamos el proceso de paz. Ya he hablado de ello con el rey Hussein de Jordania", dijo. Hasta que no salga electo, sin embargo, esa posibilidad permanece en el limbo.
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