La ingenier¨ªa del ¨¦xito
El academicismo de Antic resucita a una plantilla que estaba llena de cicatrices
![Jos¨¦ S¨¢mano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F65950e2d-87d8-4b87-87d2-e499999b380a.jpg?auth=00cf6232e7a3a64d1deda6c0f646ae477c05fa68bfa4e35ece63fdb41e1e9601&width=100&height=100&smart=true)
El triunfo de Radomir Antic es la victoria del m¨¦todo. El ¨¦xito del peculiar andamiaje de un t¨¦cnico minucioso y calculador al que le gusta se le reconozca su academicismo. Experto en preparaci¨®n f¨ªsica, pedagog¨ªa, medicina deportiva, anatom¨ªa y biomec¨¢nica, Antic aplica todas sus lecciones en cada uno de sus equipos. Escruta a cada jugador y le mete en su probeta particular. En el Calder¨®n se ha llenado de razones. Es cierto que el f¨²tbol ha encumbrado a t¨¦cnicos cuyo mayor m¨¦rito es una palmadita en la espalda; y a otros, los menos, que someten todo a la capacidad de sus futbolistas. Pero en el Manzanares, con un equipo fosilizado por los ¨²ltimos zarandeos, quiz¨¢ las palmaditas ya no fueran terap¨¦uticas. Faltaba un credo: Antic y su enciclopedia. Estas son algunas de sus ep¨ªstolas.El retrovisor. Cuesta recordar un mal futbolista yugoslavo. Parece una etiqueta suficiente. Pero cuando se trata de alguien de 29 a?os, desconocido en el mapa futbol¨ªstico, procedente de un modesto equipo griego (Panionios) y que jam¨¢s ha sido internacional... aprietan las dudas. Pero Pantic -60 millones de traspaso- ha dado la raz¨®n a Radomir Antic. Un fichaje meritorio, en el que se adivina el olfato de un t¨¦cnico que mir¨® por su retrovisor particular y record¨® a un ex jugador suyo del Partiz¨¢n de Belgrado que goleaba en la Liga griega. N¨²?ez jam¨¢s dir¨ªa que ha sido contratado por su portera.
El laboratorio. Poco despu¨¦s de que el Albacete encajara en su estadio 13 goles en dos partidos consecutivos -ocho ante el Deportivo y cinco ante el Salamanca- y consumara su descenso a Segunda, aterrizaron en el Calder¨®n su portero -Molina- y su central -Santi-. S¨®lo ¨¦ste ven¨ªa de la mano de Antic. Llegaron de puntillas y el serbio les engras¨® en su laboratorio. Molina aprendi¨® las artes del portero-delantero. Aplicado el guardameta, el Atl¨¦tico pudo tirar su defensa 30 metros hacia delante. As¨ª se ahogaron la mayor¨ªa de sus rivales. La puntera de Molina y la clarividencia de Santi forjaron el mayor ¨¦xito t¨¢ctico del campe¨®n.
El div¨¢n. El vestuario del Atl¨¦tico destilaba tristeza por todas sus aristas. All¨ª resid¨ªan un pu?ado de futbolistas zarandeados por el verbo incendiario del presidente y torturados por sus ¨²ltimas temporadas. Algunas promesas a?os atr¨¢s, parec¨ªan descarriladas para el f¨²tbol de altura. Ni rastro de aquel Toni que desatornillaba cualquier defensa por su carril; aquel Soloz¨¢bal que se adivinaba como un defensa lleno de galones; o aquel Kiko m¨¢gico que brill¨® en Barcelona 92. Antic les puso en el div¨¢n, meti¨® su cerebro en una lavadora y resucit¨® a tres futbolistas de enorme enjundia. Estaban al borde de la jubilaci¨®n anticipada y hoy disfrutan como ni?os.
El faro. Suspiraba Antic por un eje del centro del campo que se echara el equipo a la espalda. Tante¨® sin ¨¦xito a Slavisa Jokanovic. Luego tir¨® los tejos a Viktor Onopko... Y acab¨® rendido a Simeone, uno de esos jugadores que enchufan la corneta, tocan el tambor y bombean sangre a sus compa?eros con una leve mirada. Adem¨¢s, el argentino ha crecido como futbolista. Mantiene el furor, pero hoy es m¨¢s equilibrado con la pelota. Ha ganado sosiego, sagacidad para irrumpir en el ¨¢rea contraria como un pu?al. Antic procur¨® que Vizca¨ªno le descargara de trabajo, le liber¨® y se top¨® con un goleador. Simeone ha sido el faro en las grandes tardes (tambi¨¦n Caminero). Y el suero de sus compa?eros cuando las piernas ya no obedec¨ªan.
La mecedora. Apost¨® Antic por un once fijo, de aquellos que se recitar¨¢n de memoria en los museos rojiblancos. En un club lleno de heridas, permanentemente al borde de la histeria y un presidente glot¨®n con los t¨¦cnicos, el serbio intu¨ªa que s¨®lo un arranque mete¨®rico le permitir¨ªa ser al menos el postre de Gil. No hab¨ªa tiempo de pruebas. Un tropez¨®n antes de Navidad y ... a la calle. Pero decantarse por once fijos puede levantar ampollas en el resto de la tropa. Antic sac¨® la mecedora, abanic¨® p¨²blicamente a L¨®pez, Roberto y Biaggini y siempre tuvo un recambio por l¨ªnea cuando lo necesit¨®. Con los resultados de cara nadie levant¨® la voz. Y los tres suplentes m¨¢s utilizados tambi¨¦n se sintieron ingenieros del ¨¦xito.
El Atl¨¦tico se ha proclamado campe¨®n con el equipo m¨¢s corto en la Liga m¨¢s larga.
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