"Hay que mantener los niveles de protecci¨®n social"
ENVIADO ESPECIALEl canciller federal austriaco, Franz Vranitzky, de 58 a?os, ten¨ªa todos los visos de ser un gobernante ef¨ªmero cuando se hizo cargo del Gobierno. Hoy, 10 a?os despu¨¦s, tiene muchas posibilidades de llegar a superar en la canciller¨ªa al legendario Bruno Kreisky. Pese a su pasado y aspecto de banquero, ha vencido ya todas las resistencias dentro de un partido socialdem¨®crata de tan larga tradici¨®n como el SPOE. La gran coalici¨®n con el conservador Partido Popular logr¨® algo que parec¨ªa a¨²n m¨¢s dif¨ªcil, como romper la fuerte oposici¨®n a la integraci¨®n de Austria en la Uni¨®n Europea con una amplia victoria a favor del s¨ª en refer¨¦ndum. Sobre el palacio de Ballhaus, que Metternich convirti¨® despu¨¦s de la derrota de Napole¨®n en el centro neur¨¢lgico del reordenamiento pol¨ªtico y territorial de Europa durante, el Congreso de Viena, ondean la bandera austriaca y la azul de 12 estrellas de la UE. Es all¨ª donde Vranitzky ofrece lo que casi no se oye ¨²ltimamente a lo largo y ancho del continente, la conjunci¨®n de una pol¨ªtica de izquierdas con el proyecto de unidad europea.
Pregunta. En Espa?a gener¨® impaciencia el largo proceso de formaci¨®n de Gobierno tras el 3M. Ustedes tardaron cuatro meses en renovar la coalici¨®n. ?Tan dif¨ªcil fue?
Respuesta. No se trata de dificultades fuera de las normales de establecer una coalici¨®n entre dos partidos tan diferentes, con conceptos muy diversos. Y que, sin embargo, ha movido muchas cosas en 10 a?os de existencia.
P. Extra?a, sobre todo, porque no se ve¨ªa alternativa a esta f¨®rmula desde que el tercer partido, el liberal, dirigido por Haider, parece inaceptable como socio por su mensaje ultraderechista.
R. Es cierto que mientras Haider encabece el Partido Liberal es imposible que forme una coalici¨®n con nosotros, los socialdem¨®cratas. El Partido Popular se hab¨ªa dejado abierta esta opci¨®n, pero, en realidad, tambi¨¦n es consciente de que ning¨²n partido en Austria tiene posibilidades de mayor¨ªa si se presenta como posible aliado de Haider. Por eso fracasaron los sue?os iniciales de los populares. No existe peligro alguno para la actual coalici¨®n. En todo pa¨ªs con una coalici¨®n de los dos grandes partidos del espectro pol¨ªtico surge una fuerza que cosecha las insatisfacciones. Pero recuerde que Haider no s¨®lo ha perdido votos en las ¨²ltimas elecciones, sino que, tras 15 a?os de presencia en primera fila y 10 como l¨ªder de su partido, est¨¢ tan lejos como s¨ªempre de tener influencia alguna en la pol¨ªtica del Gobierno austriaco. Haider juega a ser candidato a canciller, pero ni lo es ni lo ser¨¢.
P. No han pasado a¨²n dos a?os desde el refer¨¦ndum sobre la integraci¨®n en la UE y los austriacos parecen ya hastiados. ?C¨®mo explica este r¨¢pido crecimiento del euroescepticismo?
R. Hay que entender que se han juntado unos acontecimientos muy graves y decisivos en los dos ¨²ltimos a?os. El primero, la ca¨ªda de los reg¨ªmenes del Este; con ella, la desaparici¨®n del tel¨®n de acero. Esto ha hecho que confluyan de nuevo los pueblos y los hombres. Al mismo tiempo, el enorme aumento de la productividad presiona al mercado laboral y se incrementa el desempleo. Y adem¨¢s, y esto requiere una respuesta pol¨ªtica, los beneficios de este crecimiento de productividad se invierten en otras partes o en sectores no productivos, como los mercados financieros. La combinaci¨®n de todos estos fen¨®menos provocan profunda inseguridad, y, como siempre, el hombre busca responsables. E identifican los crecientes problemas con la integraci¨®n europea. Por eso la pol¨ªtica tiene una gran tarea por delante. Porque el modelo europeo no es peor ahora que antes, sigue siendo bueno. Pero para llevarlo a cabo necesitamos la aceptaci¨®n de la gente. Por eso la pol¨ªtica vuelve a tener un protagonismo que no ha tenido en los a?os pasados. Durante los a?os de bonanza hemos estado en lo que cabr¨ªa llamar una ¨¦poca tecnocr¨¢tica, pero vuelve la ¨¦poca de lo pol¨ªtico. La pregunta capital ya no es Europa, s¨ª o no, sino c¨®mo superamos juntos en Europa nuestros problemas.
P. Austria ha creado en los pasados decenios una red social muy estrecha. Pero ya parece infinanciable. En muchos pa¨ªses se habla de desmantelamiento o dr¨¢stica reducci¨®n de sus propias redes. Y aumenta la tensi¨®n social. C¨®mo afronta esta reforma.
R. Estamos en plena discusi¨®n al respecto, y ya hemos tomado ciertas medidas. Pero yo pongo por principio en duda esa tesis de la imposibilidad de financiar la red social. Nosotros no debemos luchar contra, sino por la red social. Es cierto que nuestro nivel social es muy alto, por lo que no tenemos que aumentarlo en los pr¨®ximos a?os. Tambi¨¦n habr¨¢ que hacer recortes en ciertos sectores. Pero, ante todo, habr¨¢ que lograr de nuevo un crecimiento econ¨®mico que nos permita mantener los niveles de protecci¨®n. Hoy muchos dicen que s¨®lo seremos competitivos en Europa si reducimos salarios y demantelamos redes sociales. Yo creo que eso no es ni una postura socialdem¨®crata ni ambiciosa. Hay que volver a ser ambicioso pol¨ªticamente y buscar por innovaci¨®n, por formaci¨®n e investigaci¨®n las condiciones para mantener y aumentar los niveles de vida, no rebajarlos.
P. Ni siquiera Alemania cumple ya los criterios de Maastricht. ?Cree que ustedes lo har¨¢n en los plazos previstos? Y en caso de que el n¨²cleo germano-franc¨¦s no lo lograra, ?cu¨¢l cree ser¨¢ la situaci¨®n en que nos hallemos?
R. Estamos haciendo todo lo posible, y conf¨ªo en que Austria cumpla los criterios en los plazos previstos. Creemos que hay que hacer un gran esfuerzo para que no se diluyan los criterios ni se retrasen los plazos. Pero creo tambi¨¦n que ante la Conferencia Intergubernamental deben establecerse nuevas medidas m¨¢s all¨¢ de los criterios fiscales y monetarios, con programas de empleo especialmente. Pienso entre otras cosas en el Plan Delors. En caso contrario, corremos el peligro de que se creen unas tensiones sociales y nuevos problemas que por s¨ª mismos pueden impedir la integraci¨®n. Yo he presentado un informe en nombre de la socialdemocracia europea en el que manifiesto que es imprescindible, no como sexto criterio, pero como medida adicional, impulsar una pol¨ªtica de empleo tanto a nivel nacional como europeo. Es una condici¨®n imprescindible para que la Uni¨®n Monetaria llegue a buen puerto en 1999, y no s¨®lo desde la l¨®gica econ¨®mica, sino tambi¨¦n desde una l¨®gica psicol¨®gica. Porque para que la Uni¨®n Monetaria funcione, la moneda debe ser aceptada y tener la confianza de la gente.
P. Tambi¨¦n es actual el dilema entre integraci¨®n y ampliaci¨®n. ?C¨®mo se ve desde una posici¨®n de miembro reci¨¦n llegado?
R. Cuando se habla de ampliaci¨®n, muchas veces s¨®lo se consideran los factores econ¨®micos. Yo creo que ¨¦ste no es el planteamiento correcto, o al menos no el ¨²nico. La filosof¨ªa que subyace al proyecto europeo tiene por objetivo crear una amplia zona de seguridad com¨²n y paz en Europa. Desde ese punto de vista, s¨®lo se puede contestar con un s¨ª a la ampliaci¨®n. Creo que en la primera fase la ampliaci¨®n debe dirigirse a los pa¨ªses del Pacto de Visegrado (Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia) m¨¢s Eslovenia y Malta. Respecto a los plazos, creo que deber¨ªa comenzarse cuanto antes despu¨¦s de la Conferencia Intergubernamental. Respecto a la financiaci¨®n, es cierto que requerir¨¢ un esfuerzo, pero hay que ver que este esfuerzo tambi¨¦n se hace con el Mediterr¨¢neo.
P. Finalmente, ?no es parad¨®jico que, mientras sus vecinos orientales pugnan por entrar en la OTAN, los pol¨ªticos austr¨ªacos parecen a¨²n rehuir un debate sobre la integraci¨®n en las organizaciones de la seguridad com¨²n?
R. Yo no lo reh¨²yo, pero s¨ª creo que la pol¨ªtica de seguridad en Europa no es estrictamente militar. Si bajamos a la calle y preguntamos cu¨¢les son las amenazas que perciben los transe¨²ntes, ninguno nos dir¨¢ que la militar. Est¨¢n las mafias, la droga y otras. Es m¨¢s urgente desarrollar Europol, y si los brit¨¢nicos siguen neg¨¢ndose a participar, habr¨ªa que plantearse hacerlo entre 14. Estamos en la Asociaci¨®n para la Paz con la OTAN y observadores en la UEO. Pero no veo por qu¨¦ debemos echar por la borda la neutralidad sin que por ello lleguemos al sistema de seguridad com¨²n europeo. Estamos dispuestos a toda cooperaci¨®n, incluida la militar, si responde a nuestras posibilidades. Desde el actual punto de vista, no nos planteamos la solicitud de ingreso en la OTAN.
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