El ex rey Sime¨®n, aclamado como zar a su regreso a Bulgaria tras 50 a?os de exilio
El ex rey Sime¨®n II de Bulgaria regres¨® ayer a su pa¨ªs, del que fue expulsado hace medio siglo por los comunistas, y fue aclamado como zar por decenas de miles de sus compatriotas, que agitaban banderines con la corona real. Sime¨®n II, a quien acompa?aba su esposa, espa?ola, Margarita G¨®mez de Acebo y Cejuela, lleg¨® al aeropuerto de Sof¨ªa al mediod¨ªa, en un avi¨®n privado, y fue recibido por el alcalde de la ciudad, Stefan Sofianski, el l¨ªder del sindicato Podkrepa (la variante b¨²lgara del polaco Solidaridad), Konstant¨ªn Tr¨¦nchev, diputados y grupos de mon¨¢rquicos. En todo el recorrido, Sime¨®n fue aclamado con gritos de "?Zar Sime¨®n!"' por compatriotas con pancartas y ramos de flores.
En una breve conferencia de prensa, Sime¨®n, que confes¨® que se sent¨ªa "muy emocionado por la calurosa bienvenida" de que era objeto, se declar¨® partidario de "no quemar etapas" cuando se le pregunt¨® si aceptar¨ªa la corona, a la cual no ha renunciado Entre aplausos de partidarios mezclados con los periodistas, declar¨® su "pleno respeto a las instituciones" como ¨²nica v¨ªa para llegar a una democracia que funcione, aunque, dijo, Bulgaria es ya un pa¨ªs europeo m¨¢s, "un pa¨ªs libre y democr¨¢tico donde se respetan las leyes". Mientras, en el exterior, se multiplicaban los gritos de "?Queremos aqu¨ª a nuestro rey!".En la plaza donde se levanta la iglesia de Aleksander Nevski, construida con donaciones de la poblaci¨®n b¨²lgara en agradecimiento a las tropas rusas por la liberaci¨®n de la dominaci¨®n turca en 1878, las campanas empezaron a sonar nada m¨¢s conocerse a trav¨¦s de la radio la llegada del ex rey.
Los miles de personas congregadas en la plaza, donde est¨¢ tambi¨¦n la iglesia de Santa Sof¨ªa, que da nombre a la ciudad y que ser¨¢ visitada ma?ana por Sime¨®n, prorrumpieron en gritos a favor de quien fue obligado a abandonar su pa¨ªs a la edad de nueve a?os, el 9 de septiembre de 1946.
Ambiente de romer¨ªa
Hab¨ªa en la plaza un ambiente de romer¨ªa con ancianos de pelo blanco que se proteg¨ªan del sol con sombrillas de colores, ni?os que correteaban entre sus padres, portando banderines con la corona real y la S de Sime¨®n, distribuidas por el grupo mon¨¢rquico Federaci¨®n Reino Bulgaria, y j¨®venes que dec¨ªan haberse acercado por curiosidad al ver pasar la comitiva. Mientras algunos muchachos y adultos se sub¨ªan a los ¨¢rboles de la plaza para poder ver mejor el cortejo que se dirig¨ªa al Ayuntamiento para recibir la bienvenida oficial del alcalde, en distintos corros se hablaba de la crisis econ¨®mica y financiera. Esta crisis ha causado la quiebra de algunos bancos y ha obligado al Parlamento a aprobar una ley especial para salvar el dinero de los ahorradores.Al pie de la iglesia de Aleksander Nevski, de relucientes c¨²pulas de oro y cobre, una mujer exhib¨ªa con orgullo un calendario de 1944 con el retrato de Sime¨®n ni?o.
Sime¨®n sustituy¨® ese a?o a su padre Boris III en el trono, a la muerte de ¨¦ste. La mujer exhib¨ªa tambi¨¦n un grabado del rey Sime¨®n I, que en el siglo X ampli¨® las fronteras del reino de Bulgaria y propici¨® el siglo de oro de la cultura b¨²lgara. "Es nuestra ¨²ltima esperanza, ya que no se ha hecho nada en los ¨²ltimos cinco a?os", dec¨ªa la mujer, que alababa la capacidad demostrada por el monarca exiliado en Espa?a "como empresario y como hombre".
Entre los v¨ªtores al rey, hubo tambi¨¦n abucheos a M¨¢xim, patriarca de la Iglesia ortodoxa b¨²lgara, acusado por la derecha de colaboraci¨®n con los comunistas antes de la ca¨ªda del r¨¦gimen de 1990. M¨¢xim tiene previsto entrevistarse con Sime¨®n, aunque ¨¦ste ha declarado su repudio a las luchas intestinas de una Iglesia a la que pertenece un 83% de los b¨²lgaros. A ¨²ltima hora de la tarde, Sime¨®n, que visita Bulgaria como, ciudadano privado, pese a no haber abdicado nunca del trono, ten¨ªa previsto reunirse con el grupo de 101 intelectuales que le han invitado para participar en los debates sobre el futuro del pa¨ªs. Sime¨®n no ha precisado cuanto tiempo pasar¨¢ en el pa¨ªs, y el comit¨¦ que le ha invitado ha distribuido un programa s¨®lo para los cinco primeros d¨ªas. El programa incluye un almuerzo, hoy, con el presidente b¨²lgaro, Yeliu Y¨¦lev, una reuni¨®n con deportistas de alto nivel y una visita al monasterio de la monta?a de Rila, donde est¨¢ la tumba de su padre.
A diferencia del presidente Y¨¦lev, el jefe del Gobierno, el poscomunista Zhan Videnov, no prev¨¦ ninguna entrevista con Sime¨®n, al que ha incluso ha declarado persona no grata.
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