"El PP y el PSOE han primado el fracaso en el teatro
Desde la direcci¨®n de un importante teatro p¨²blico, el Espa?ol [propiedad del Ayuntamiento], Gustavo P¨¦rez Puig, de 66 a?os, aboga porque las administraciones incentiven al teatro privado con bajada de impuestos, desaparici¨®n del IVA, ayuda por rendimiento de taquilla y otras f¨®rmulas que acaben con lo que considera una pr¨¢ctica err¨®nea que, seg¨²n ¨¦l, lleva a cabo tanto el PP, cuyo gobierno municipal le puso en el cargo que ostenta, como el PSOE: "Aqu¨ª se ha primado,siempre el fracaso; tambi¨¦n lo hizo el franquismo y la UCD. He o¨ªdo a muchos responsables de pol¨ªticas teatrales decir: '?Pobre fulano! Vamos a darle cinco millones', y eso no es. El empresario se arriesga a perder o a ganar, y hay que primar a los que tienen ¨¦xito con espect¨¢culos dignos, no con idioteces o marraner¨ªas". Abandon¨® las carreras de Derecho y Filosof¨ªa y Letras para dedicarse a la direcci¨®n teatral. Desde 1952 ha montado m¨¢s de medio centenar de obras. Su eclecticismo se ejemplifica as¨ª: en 1953 estren¨® en el teatro Mar¨ªa Guerrero al adalid de la comedia en el franquismo, Alfonso Paso, y al prestigiado y entonces perseguido comunista Alfonso Sastre. Su ¨²ltimo trabajo fue dirigir Pantale¨®n y las visitadoras, de Vargas Llosa. Por este montaje se le ha criticado que trabaje para la empresa privada y en otro teatro del Ayuntamiento de Madrid: "Me pareci¨® absolutamente normal, como lo hace Sagi en la Zarzuela o Marsillach en la Comedia... Se me propuso porque Vargas Llosa dijo que le gustar¨ªa que la dirigiera yo y ya estaba decidida la sala... Fue algo que se distorsion¨®, bien por mala suerte o porque est¨¢bamos en campa?a electoral y hab¨ªa que atizarme". Uno de los motivos que aleg¨® para aceptar trabajos fuera del Espa?ol era que con su sueldo de 650.000 pesetas netas no le llegaba para vivir.
Pero la pol¨¦mica ha perseguido a P¨¦rez Puig. La m¨¢s recurrente viene dada por nombrar a Mara Recatero, su mujer, directora adjunta del teatro Espa?ol y encargarle varios montajes: "Lo hice porque siempre hab¨ªa sido mi directora adjunta. Es una profesional con un gran curriculum, no es ama de casa... Todav¨ªa no entiendo el porqu¨¦ de esa pol¨¦mica". Tambi¨¦n se le critic¨® la construcci¨®n de la nueva ala del teatro, en la que adem¨¢s hay una cafeter¨ªa, a¨²n cerrada: "Este es un espacio nada infrautilizado: hay salas de ensayos, de exposiciones, de conferencias, vestuarios, duchas, almacenes... [sigue con una retah¨ªla de instalaciones]".
Al equipo directivo del Espa?ol (siete personas) le han cambiado los contratos laborales que ten¨ªa por otros que convierten a los trabajadores en empresas de servicios. Ello ha hecho que estos empleados pierdan sus derechos laborales. P¨¦rez Puig es tajante en este tema: "Yo me cabre¨¦ mucho cuando me lo plantearon, pero fue una decisi¨®n de la entonces teniente de alcalde Esperanza Aguirre. No me preocupaba tanto que perdieran los derechos laborales, porque pienso que mi equipo, cuando yo me vaya, se tiene que ir; pero si ese cambio no se hubiera producido, no hubiera surgido el esc¨¢ndalo por los sueldos, ya que las cifras parecen mayores cuando en realidad el Ayuntamiento les paga lo mismo que antes, s¨®lo que ahora las cantidades destinadas a impuestos y Seguridad Social se les aplica a los trabajadores ... Lo acept¨¦ de mala gana, pero donde hay capit¨¢n no manda marinero". El Capit¨¢n es hoy ministra de Cultura del PP y los sueldos nuevos oscilan entre 400.000 y 894.000 pesetas al mes.
P¨¦rez Puig habla de sus objetivos cuando fue nombrado: "Quer¨ªa conseguir que el teatro Espa?ol entrara de nuevo en la geograf¨ªa esc¨¦nica de Madrid, porque creo que estaba fuera", dice al tiempo que aprovecha para recalcar aspectos que considera de mala gesti¨®n de sus antecesores, los prestigiados Jos¨¦ Luis G¨®mez y Miguel Narros. En cuanto a la programaci¨®n, quer¨ªa abordar fundamentalmente teatro espa?ol: "De cualquier signo y de cualquier g¨¦nero". Dice haber conseguido que el teatro Espa?ol est¨¦ en ¨®rbita: "Es de los m¨¢s importantes de Madrid. Se habla de ¨¦l, una veces muy bien, otras muy mal y otras regular; he hecho el repertorio que he querido, aunque a veces no ha llegado el dinero para ciertos montajes, porque he contado con 122 millones para hacer teatro, a los que ¨²ltimamente se ha sumado la taquilla. Se ha balanceado muy bien por la literatura dram¨¢tica, desde los cl¨¢sicos a los j¨®venes y maduros contempor¨¢neos, pasando por los rom¨¢nticos o alg¨²n extranjero, sin olvidar los montajes infantiles, los estrenos del Premio Lope de Vega y los directores invitados". El Espa?ol fue el teatro p¨²blico m¨¢s visitado en 1995, aunque en el mismo a?o la cr¨ªtica zarande¨® sus cuatro estrenos.
Entre sus objetivos tambi¨¦n est¨¢ marcharse dentro de no mucho, porque piensa que en un cargo como el suyo se debe estar entre cinco y diez a?os: "No se qu¨¦ har¨¦, quiz¨¢ vuelva a televisi¨®n, que me apasiona, medio en el que he realizado m¨¢s de mil programas y he recibido 60 premios, 30 de ellos internacionales, pero cuando lleg¨® mi amigo Calvi?o me mand¨® a casa y durante ocho a?os me giraban el sueldo... La ruina de Televisi¨®n no es que nadie haya robado, es que a 3.000 empleados fijos nos mandaron a casa y contrataron a otros tantos pag¨¢ndoles el doble que a nosotros. Si se suman las cantidades, sale el famoso agujero, producto de una mala gesti¨®n".
Si se le pregunta si su programaci¨®n tiene tintes conservadores, tal y como le achacan ciertos sectores, P¨¦rez Puig sonr¨ªe y dice: "Nunca he utilizado esos conceptos a la hora de hacer teatro, aunque si nos centramos e el amplio sentido del t¨¦rmino conservador es cierto que he tratado de conservar al espectador y a los grandes autores de nuestra literatura dram¨¢tica, como ha hecho Marsillach en el teatro de la Comedia".
Hasta que lleg¨® al teatro Espa?ol, este hombre nacido en Madrid, pero criado en Murcia se movi¨® en la esfera del teatro privado. Dice que hay dos formas de programar un teatro p¨²blico:I "Una es a fecha fija, con una obra en cartel un n¨²mero predeterminado de d¨ªas, y si al p¨²blico le gusta o no, no importa, el caso es gastar el presupuesto; pero hay otra manera de programar, que a m¨ª me gusta m¨¢s que es la m¨ªa, consistente en estrenar un espect¨¢culo que si no va nadie a verlo se quita, pero si llena hay que mantenerlo el tiempo que el p¨²blico desee, porque no se puede exigir a los madrile?os que paguen con sus impuestos unos espect¨¢culos que luego no puedan ir a ver. Me parece inmoral y malo que si un espect¨¢culo va bien se quite". P¨¦re Puig no considera que esa t¨¢ctica empobrezca la formaci¨®n teatral de los madrile?os o s¨®lo sea u criterio de empresario privado: "Siempre existen otros teatro p¨²blicos tambi¨¦n, en los que l¨®gicamente se ir¨ªan alternando otros t¨ªtulos".
Nunca ha ocultado su ideolog¨ªa de derechas, y presume de ella: "Yo no he venido ahora a ayudar al triunfador, le he ayudado cuando no lo era". No obstante, s¨®lo tiene elogios hacia la pol¨ªtica teatral socialista, fundamentalmente de Cultura, y la Comunidad: "He recibido un trato exquisito".
Respecto' a que Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, del que se dice ser¨¢ el pr¨®ximo director del Centro Dram¨¢tico Nacional, sea el "Llu¨ªs Pasqual de la derecha", tal y como se oye en los corrillos de la derecha teatral, afirma: "Me parece bien que le nombren, pero nunca, nunca, nunca jam¨¢s me atrever¨ªa a compararle con ese director. P¨¦rez de la Fuente tiene mucho camino que recorrer hasta llegar a ser un Pasqual".
Entre sus satisfacciones se?ala el tener el respaldo del alcalde, de los concejales de Cultura, de p¨²blico y "casi" siempre de la cr¨ªtica: "Y supongo que de la profesi¨®n teatral, porque aqu¨ª no se ha discriminado a nadie. He trabajado con los actores y autores que me han gustado, y muchos de ellos son socialistas y comunistas". Llamar "imb¨¦cil" y "subnormal profundo" al edil de IU Franco Gonz¨¢lez supuso la exigencia de pedir excusas por su concejal, Juan Antonio G¨®mez Angulo. El asunto ha sido lleva do a los juzgados por Mara Recatero. Ella acusa a Gonz¨¢lez de llamarla "golfa".
Acrecienta su fama de acudir poco al teatro: "Voy muy poco porque me interesan pocos espect¨¢culos. No me gusta ir a los estrenos, sufro por si sale algo mal, y no puedo opinar negativamente porque son compa?eros. Luego, cuando me quiero dar cuenta, ya han quitado la comedia". Otra cosa es el cine, al que acude asiduamente, o la televisi¨®n, de la que se considera adicto. Impenitente fumador y habitual lector, en la ¨²ltima semana ha le¨ªdo las memorias de Luis Miguel Domingu¨ªn, a los hermanos Machado y El ni?o republicano, de Eduardo Haro TecgIen: "Est¨¢ excepcionalmente escrito", dice de este autor. Como cr¨ªtico, Haro le ha propinado m¨¢s de un varapalo.
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