La guerra africana del PP balear

Gabriel Ca?ellas derroc¨® el pasado martes a su sucesor en la presidencia del Gobierno balear, Crist¨°fol Soler, ambos del PP, porque no consinti¨® perder control pol¨ªtico e influencia personal sobre una cartera del Gobierno aut¨®nomo que es clave en la econom¨ªa insular: Turismo. El golpe de mano de Ca?ellas se produjo apenas unas horas despu¨¦s de que Soler diera a conocer el que iba a ser su primer equipo de gobierno en los 10 meses que llevaba al frente del Ejecutivo auton¨®mico.El argumento definitivo del ex presidente balear para la batalla final contra Soler fue que este ¨²ltimo, al formar su ef¨ªmero Gobierno, decidi¨® prescindir del consejero de Turismo, Juan Flaquer, protegido de Ca?ellas, y sustituirlo por Ina Mart¨ªnez, una gestora sin carnet del PP, pero acreditada profesionalmente. El grupo parlamentario del PP, alentado por el ex presidente, descalific¨® a partir de ah¨ª el conjunto de la pol¨ªtica liberal, centrista y moderadamente nacionalista de Soler. Ca?ellas consigui¨® la renuncia de Soler y promovi¨® a Jaume Matas como nuevo presidente auton¨®mico. Este ¨²ltimo recuperar¨¢ a Flaquer como titular de Turismo.

Ca?ellas, imputado en sendos asuntos de presunta corrupci¨®n en S¨®ller y Calvi¨¤, sigue activo en pol¨ªtica a pesar de que en julio de 1995 fue obligado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a abandonar la presidencia del Gobierno balear y el liderazgo del PP en las islas. El ex presidente est¨¢ relacionado con el negocio tur¨ªstico a trav¨¦s de su despacho de asesor¨ªa e intermediaci¨®n especializado en los sectores inmobiliario y de ocio. Un hermano de Ca?ellas, Carlos, diputado auton¨®mico, retrata as¨ª la correlaci¨®n de poder en el seno del partido: "Soler era como un inquilino que se pone a hacer obras en un piso sin permiso del propietario". El propio Soler reconoce que su partido no le toler¨® el cese del consejero Flaquer. El presidente del PP balear y del Parlamento aut¨®nomo, Joan Huguet, explica que la radical oposici¨®n a la actuaci¨®n de Soler desde el grupo parlamentario fue generada por el nombramiento de Ina Mart¨ªnez, a la que describi¨® como "una persona demasiado progresista".

Seis d¨ªas despu¨¦s del golpe de mano que destron¨® a Soler, la alta tensi¨®n que vive el PP insular y las pugnas por el reparto de cargos evidencian que la crisis estall¨® sin haber madurado, sin criterios ni proyectos ideol¨®gicos razonados. Las diversas familias conservadoras reunidas en torno a Ca?ellas, por un lado, y al ex cr¨ªtico Juan Verger, por el otro, negocian entre s¨ª como si perteneciesen a distintos partidos.

"Esto es como una guerra africana", ilustra un alto dirigente del PP insular que permanece al margen de la pol¨¦mica y que solicit¨® el anonimato. "En un ej¨¦rcito, cuando hay bajas, se entierran los cad¨¢veres con honor, mientras que en una partida de forajidos los cuerpos quedan en el camino para la carro?a", a?ade, y zanja: "Tengo ganas de bajarme del carro".

Jos¨¦ Antonio Berast¨¢in, ex secretario general del PP y colaborador de Ca?ellas, apunta: "Las cosas se han hecho mal, sin formas ni modos". Joana Aina Vidal, diputada a la que Soler quiso hacer consejera, descalifica la situaci¨®n por falta de democracia y de ¨¦tica.

La direcci¨®n nacional del PP niega que el golpe de mano de los diputados tenga un ¨²nico motivo preciso, y resta protagonismo a Ca?ellas. Atribuye la ca¨ªda de Soler a "divergencias l¨®gicas, dentro de la m¨¢s absoluta normalidad".

Lo cierto es que la posici¨®n de Soler en favor de la normalizaci¨®n del catal¨¢n no fue objeto de cr¨ªtica especial por parte de sus adversarios en el seno del partido. En la Crisis, en definitiva, pes¨® m¨¢s el negocio que el idioma.

Cuatro dirigentes del PP balear han relatado a este peri¨®dico los detalles sobre la presi¨®n ejercida por Ca?ellas y sus seguidores para forzar, a Soler a plegarse a sus deseos o dimitir. Con diversos matices, los cuatro afirman que el de tonante final fue la lucha por la tutela del ¨¢rea de gesti¨®n tur¨ªstica.

Ca?ellas asegura que en su despacho privado hab¨ªa recibido muchas llamadas de personas quejosas por el cese de Juan Flaquer. Los hoteleros niegan haber presionado contra esta medida. Pero a?os atr¨¢s vetaron al menos a dos candidatos a consejero estudiados por Gabriel Ca?ellas, Pedro Vidal y Esteban Bardolet.

El ex presidente, relacionado desde siempre con los promotores tur¨ªsticos y los constructores de la isla, media actualmente en la venta del complejo tur¨ªstico Bellvue, de Alc¨²dia, de Banesto a Viajes Iberia, una operaci¨®n de 7.500 millones de pesetas. Adem¨¢s de sus conocidos intereses en Ibiza, Formentera y Mallorca, Ca?ellas asesora el importante proyecto de un parque tem¨¢tico promovido por Grand Tibidabo, la antigua empresa de Javier de la Rosa, hoy controlada por Alfredo S¨¢nchez Bella. Tambi¨¦n es consultor de casinos de juego.