Una buena cosecha
Almendralejo se echa a la calle para recibir a los h¨¦roes del reci¨¦n ascendido Extremadura
La ciudad de Almendralejo se ech¨® a la calle para vitorear a los h¨¦roes de su particular odisea. Con s¨®lo 28.000 habitantes, la capital de Tierra de Barros, la comarca vitivin¨ªcola por excelencia de Extremadura, mostr¨® su mejor cartel: "Buen a?o para Almendralejo. Se acab¨® la sequ¨ªa, los vi?edos est¨¢n espl¨¦ndidos y el equipo [el Extremadura] a Primera. A?o de bienes", rezum¨® satisfecho un aficionado, mientras se limpiaba el sudor con una bufanda que acrecentaba su sofoco.Tres horas antes de la llegada de la expedici¨®n del Extremadura, cientos de veh¨ªculos, con banderas al viento, rugiendo bocinas, enfilaron un exilio dorado 25 kil¨®metros adelante, en M¨¦rida, punto de encuentro con el autob¨²s que trasladaba el equipo desde Albacete.
La ciudad qued¨® muda por momentos, con los balcones engalanados y los escaparates de los comercios mostrando fotograf¨ªas triunfales de Josu Ortuondo, el entrenador; Amador, el portero; Manuel, el goleador, y todos los integrantes del equipo.
El autocar cruz¨® por una impresionante pancarta sostenida por dos enormes gr¨²as a modo de arco de triunfo. "?Que vienen, que vienen!", gritaban entre c¨¢nticos de ?Extremadura, Extremadura, y somos afici¨®n de Primera Divisi¨®n!". Jes¨²s N¨²?ez, el capell¨¢n forofo del Extremadura, casi no pod¨ªa articular palabra. "Siempre, antes de cada partido, los muchachos han rezado el padrenuestro, y ese h¨¢gase tu voluntad, se ha hecho", se?alaba emocionado.
"?Co?o, que me asfixi¨¢is!", se quejaba emparedada contra una valla Francisca P¨¦rez, ama de casa que confesaba no haber ido nunca al f¨²tbol, "pero estoy aqu¨ª porque es mi pueblo, porque son como hijos nuestros y porque les queremos mucho". Algunas madres trataban de proteger a codazos a ni?os peque?os vestidos con el traje azulgrana.
La ermita de La Piedad, patrona de la ciudad, primer punto de parada de la caravana, fue un hervidero humano. Un santuario mariano en el que cada 15 de agosto se realizada ofrenda del primer mosto por un grupo de nativos pisando las uvas entre el clamor popular. Ayer, ese mismo clamor exaltaba la figura de los Tirados, Cort¨¦s, Verdes... Un grupo de sencillos jugadores que en s¨®lo seis a?os han pasado de las catacumbas de Tercera a la gloria de Primera.
'Si sigo en el equipo, har¨¦ como los chinos, me llevar¨¦ una m¨¢quina de fotos al Bernab¨¦u, al Camp Nou... Para cuando pasen los a?os ense?¨¢rselas a mis hijos y decirles: i Mirad, ah¨ª jugu¨¦ yo!". Las palabras de Amador, el portero del Extremadura, resume la ingenuidad, la sencillez y la grandeza de un ramillete de humildes jugadores que hace s¨®lo cinco a?os pateaban los campos de la divisi¨®n m¨¢s humilde y modesta del f¨²tbol. El Extremadura ha marcado un hito en el f¨²tbol espa?ol, porque: nunca antes una ciudad tan peque?a como Almendralejo hab¨ªa escrito una gesta semejante.
Almendralejo no es como Eindhoven (Holanda), porque no hay detr¨¢s una empresa como Philips. No hay ninguna gran industria que respalde econ¨®micamente el proyecto futbol¨ªstico. Es m¨¢s, hasta mediados de temporada, el Extremadura carec¨ªa de patrocinador, y el equipo, con s¨®lo 175 millones de presupuesto, pas¨® serios problemas. Tampoco existe una masa social que lleve en volandas al equipo. En medio de la euforia desbordada que ayer recorr¨ªa las calles de Almendralejo, "un aficionado de toda la vida" recordaba que a lo largo de la temporada "no ¨ªbamos m¨¢s de 2.000 personas al campo", y eso que ya entonces el equipo casi tocaba el cielo.
Los acontecimientos de las ¨²ltimas horas han desbordado el quehacer cotidiano de esta ciudad, impregnada de sabor y olor a vi?edos y a bodegas. "Pero no olvide que tenemos antecedentes po¨¦ticos Muy importantes, como Carolina Cororiado y Jos¨¦ de Espronceda, y lo que los chicos hicieron el pasado domingo en Albacete fue poes¨ªa", dice un viejo aficionado. que no pudo contener las l¨¢grimas cuando Tirado marc¨® el gol que definitivamente elev¨® al Extremadura a los altares.
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