La 'profe roman¨ª'
Mujeres gitanas explican la cultura e historia de su pueblo por los colegios
La historia y las costumbres del pueblo gitano no est¨¢n en los libros de texto. Pero algunos colegios con alumnado de esa minor¨ªa cuentan desde el curso pasado con una profesora de la asociaci¨®n de mujeres gitanas Rom¨ª Sersen¨ª. Su tarea es acercar su cultura al resto de los escolares, y para ello acuden una o dos veces por semana al centro para desarrollar actividades. Explican, proyectan v¨ªdeos, estimulan debates y, en definitiva, tratan que los chavales piensen sobre lo que es la tolerancia y el respeto a la diferencia.Las preguntas las ponen los ni?os. "?Pero por qu¨¦ los gitanos os cas¨¢is tan j¨®venes?", interpela un chaval de once a?os, alumno de sexto curso del colegio Pasamonte, de Moratalaz, que, entre sus 750 escolares, tiene a 60 chiquillos gitanos del ruedo de la M-30 (edificio para realojamiento de chabolistas del Pozo del Huevo construido por S¨¢enz de Oiza). "Eso no es propio de la cultura gitana, sino de los barrios marginados, sea quien sea quien los habite", contesta Carla Santiago, la profe de Rom¨ª Sersen¨ª.
La curiosidad infantil no se agota tan f¨¢cil. "?Por qu¨¦ hay ni?os gitanos que no van a clase?". "?Y por qu¨¦ vuestras bodas y vuestras ceremonias religiosas son distintas?". Los chicos quieren saber tambi¨¦n si payos y gitanos se pueden casar, y escuchan una contestaci¨®n que habla de c¨®mo los prejuicios raciales caen derribados cuando el pretendiente en cuesti¨®n es rico.
Carla Santiago y Amara Montoya, promotoras de Rom¨ª Sersen¨ª y de este programa educativo, explican. que las clases rompen los esquemas de los ni?os, sea cual sea su etnia. "A unos y a otros les extra?a tener una maestra gitana", explican. Unos y otros aprenden. "Cuando les pides que te expliquen por escrito lo que piensan, descubres muchos prejuicios y problemas de convivencia que hay que trabajar en el aula", concluyen.
La dificultad est¨¢ en hacer todo eso con tan pocas horas por curso y con una subvenci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia que el a?o pasado fue de 900.000 pesetas y ¨¦ste de 700.000, de forma que si en 1995 atendieron a ocho colegios, este curso s¨®lo ser¨¢n cuatro.
Jos¨¦ Luis Bueno y Teresa Rey, director y jefa de estudios, respectivamente, del colegio Pasamonte, explican que ellos mismos pidieron al Ministerio alg¨²n recurso para conseguir la armon¨ªa escolar en un centro que, hasta los realojamientos del ruedo en 1990, ten¨ªa un ambiente de clase media.
"La experiencia nos parece buena y los cr¨ªos est¨¢n muy contentos con estas clases; el problema es que son insuficientes", aseguran. "Cada clase s¨®lo tiene un d¨ªa al mes con ellas, y eso nos parece poco", a?aden. Creen, adem¨¢s, que el apoyo debiera ejercerse tambi¨¦n con las familias y con los profesores. Es todo un reto.
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