"No renuncio a negociar, pero me niego a ser portacapas del PSOE"
Dice que a su alma de izquierdas le duele m¨¢s la oposici¨®n al PSOE que al PP. Pero ¨¦l no hace pol¨ªtica contra las siglas. Julio Anguita (Fuengirola, M¨¢laga, 1941) insiste en que est¨¢ dispuesto a negociar "donde sea, como sea y cuando sea" con los socialistas, pero "de igual a igual". Relajado y tranquilo, habla de IU, del PCE, de disidencias y de coincidencias, de cr¨ªticas y de "navajeos de pasillo". Y de Maastricht. De los objetivos de la cita en Madrid de los partidos europeos de izquierdas.Pregunta. ?Estamos ante una nueva Internacional Comunista?
Respuesta. Sinceramente, no. En esta reuni¨®n de Madrid no todas las fuerzas son comunistas. Hay socialistas, en las distintas advocaciones que tienen los socialistas. Hay fuerzas de corte radical. Y, desde luego, nuestra aspiraci¨®n es que se vaya ampliando a otras fuerzas de izquierdas. O sea, que no se puede hablar de fuerzas comunistas. Aunque, por otra parte, no s¨¦ por qu¨¦ no puede haber una Internacional Comunista cuando s¨ª hay y se aceptan otras Internacionales... Pero, dicho eso, no es ¨¦ste el caso, vamos.
P. ?De qui¨¦n parte la idea del encuentro en Madrid?
R. Es una idea en la que nosotros, IU, hemos sido los principales impulsores. Se trata de dar una respuesta a la actual construcci¨®n europea, a Maastricht. Una respuesta europea con contenidos alternativos, con otros valores distintos a los que significa Maastricht. Yo planteo en primera instancia defender el actual Estado de bienestar, pero eso tiene que ser superado en su momento por una propuesta de un nuevo Estado de bienestar.
P. Dejar¨¢n la respuesta del refer¨¦ndum para despu¨¦s de la Conferencia de Tur¨ªn. ?Espera algo de ese encuentro?
R. Francamente, no. Y le dir¨¦ por qu¨¦. En el momento en que la conferencia intergubernamental excluye de sus debates, de su discusi¨®n, nada menos que la uni¨®n econ¨®mica y monetaria y los criterios de convergencia, eso se queda en nada. Y lo poco que queda tampoco puede desarrollarse como debiera porque le faltan esos criterios.
P. ?Tienen la misma idea sobre Maastricht esos veinte dirigentes que han venido a Madrid?
R. S¨ª. Hay una coincidencia: No estarnos a favor de Maastricht. Pero en ese no estamos hay matices. Lo que nos une a todos es ver las consecuencias del neoliberalismo, la precariedad y las pol¨ªticas de ajuste que provoca.
P. Uno de sus socios, Rafael Rib¨®, presidente de Iniciativa per Catalunya (IC), tiene sus propias ideas sobre eso. ?Cree que apoyar¨¢ el refer¨¦ndum?
R. Evidentemente. Se puede uno manifestar a favor de Maastricht, pero tambi¨¦n a favor del refer¨¦ndum. Yo s¨¦ que Rib¨® e Iniciativa est¨¢n de acuerdo con el refer¨¦ndum,
P. ?Y c¨®mo tiene la casa IU?
R. La casa est¨¢ como las dem¨¢s casas. Yo no veo nada especial...
P. ?Se van asentando las distintas familias?
R. Acabo de recibir esta misma ma?ana [mi¨¦rcoles d¨ªa 5] a Nueva Izquierda y les he dicho que quiero el debate, la discusi¨®n. La casa est¨¢ asentada en ese sentido, en el sentido de que se trabaja, de que hay una distribuci¨®n de las tareas mod¨¦lica respecto a otras organizaciones. Pero eso no debe evitar el debate. Yo les he dicho que disientan. Hombre, prefiero que se haga en los ¨®rganos correspondientes. Porque, para empezar, los medios de comunicaci¨®n deben utilizarse, pero, cuando estamos en una fuerza pol¨ªtica, los medios deben utilizarse despu¨¦s de haber utilizado los ¨®rganos para expresar las discrepancias.
P. ?No se dice lo mismo dentro que fuera?
R. Lo afirmo. Lo he vivido. Prefiero que se vote en contra. Con la confusi¨®n no hay entendimiento. Yo prefiero que me pongan verde en una rueda de prensa al navajeo de pasillo.
P. Tras las elecciones parece que hay dos tendencias en IU. Una a favor del di¨¢logo con los socialistas. Otra, m¨¢s reacia.
R. No. Eso no es as¨ª. Por poner un caso reciente, en la coincidencia entre IU y el PSOE contra la ley Helms-Burton hay un total acuerdo en nuestra organizaci¨®n. Me va a permitir que proteste con cierta energ¨ªa por esa imagen que dice usted que existe sobre IU. En el discurso de IU y en mis palabras siempre ha habido la oferta de di¨¢logo. Y voy a ser reiterativo. Yo doy fechas, datos, cartas... Los dem¨¢s no dan nada: es bla, bla, bla... ?Por qu¨¦ no se respondi¨® a los 25 puntos que presentamos a Gonz¨¢lez? ?Por qu¨¦ no se respondi¨® a mi carta? Tome nota: cuando el PSOE quiera, como quiera, donde quiera, si pide sentarse a discutir para ofertar pol¨ªticas alternativas, all¨ª estar¨¦. Como quiera, donde quiera y cuando quiera... Eso s¨ª, ?eh?, encima de la mesa, acciones conjuntas, de igual a igual, con propuestas program¨¢ticas. Lo he dicho siempre. Ojal¨¢ lo de Helms-Burton pudi¨¦ramos repetirlo. Donde haya una pol¨ªtica de saneamiento democr¨¢tico, ah¨ª estar¨¦ yo. El ofrecimiento est¨¢ hecho por en¨¦sima vez.
P. O sea que usted sigue dispuesto a atraer al PSOE hacia su orilla.
R. ?Yo? ?Pero es que usted entiende un acuerdo sin saber qu¨¦ puntos concretos se van a aceptar? Cuando Gonz¨¢lez pact¨® con Pujol, pact¨® cosas concretas. Y cuando Aznar lo ha hecho, lo mismo. Yo no hago ni quiero llamamientos et¨¦reos. Lo dir¨¦ una vez m¨¢s: Estoy dispuesto a acciones conjuntas sobre contenidos, sobre propuestas concretas, en el Parlamento, en la calle, donde quieran. Cuando quieran. Yo no he renunciado nunca a negociar, pero me niego a ser el portacapas, el monaguillo del PSOE. Las negociaciones, de igual a igual.
P. Dicen que IU no quiere gobernar, que tiene m¨¢s vocaci¨®n de oposici¨®n que de Gobierno.
R. Son esl¨®ganes que hacen fortuna porque hay buenas infraestructuras propagand¨ªsticas. Pero no es verdad. Nosotros queremos gobernar y, porque queremos gobernar, proponemos siempre la negociaci¨®n sobre programas, no sobre sillones. Queremos mojamos. Nunca hemos dicho no a estar en un ministerio.
P. Sin llegar a tanto, ?hay posibilidades de ir a mociones de censura en algunos ayuntamientos?
R. El Consejo Federal dej¨® libertad a las organizaciones para tomar sus propias decisiones.
P. ?Pero ve usted clima para llegar a esos acuerdos?
R. Es que el clima depende de cada lugar, de mis compa?eros y mis compa?eras. Lo que pasa es que el ejercicio de la libertad... Esta organizaci¨®n da libertad. Y la libertad, como dice From, a veces da miedo. Mis compa?eros tienen la tremenda libertad y, por tanto, la tremenda responsabilidad de llegar a acuerdos para gobernar con el PSOE, para plantear una moci¨®n de censura contra el PP. S¨®lo hay dos condiciones: que haya un programa y que se someta a consulta de las bases. ?Hay algo m¨¢s abierto que esto?
P. Veo que no hay forma de sacarle su postura personal...
R. ?El qu¨¦? Si en un sitio llegan a un acuerdo, ?c¨®mo no voy a estar de acuerdo yo?
P. Se ha cumplido un mes del Gobierno del PP. ?Quiere usted hacer alguna valoraci¨®n?
R. Mire usted, como yo no le di los 100 d¨ªas, puedo hacerlo. El Gobierno del PP es la continuidad de la pol¨ªtica anterior, con algunas peque?as desviaciones. Mientras exista Maastricht, los que gobiernen har¨¢n lo mismo.
P. Volvemos a donde empezamos.
R. Pero si es que ¨¦se es el tema. Aznar dijo en una entrevista una cosa en la que fue un poquillo taimado, sin ¨¢nimo de ofender. Dijo: no, no, si esto es un esfuerzo de aqu¨ª a 18 meses. En el supuesto mas que improbable de que Espa?a cumpliera las condiciones de Maastricht, luego contin¨²a la convergencia duradera. Son 18 meses, m¨¢s lo que venga. Y, entonces, tocar¨¢n pensiones y jubilaciones, porque han elegido un camino que lo hace inevitable. ?El Gobierno actual se est¨¢ separando de la l¨ªnea anterior? En unos casos, s¨ª; en otros, no. En el S¨¢hara, no. En Cuba parece que s¨ª. Y lo saludo, pero en fiscalidad, no. Hay, a lo mejor, un talante distinto.
P. ?Se siente m¨¢s legitimado para hacer una oposici¨®n m¨¢s fuerte al PP que al PSOE?
R. Yo hago oposici¨®n a pol¨ªticas. A veces, las siglas son el truco del almendruco. Voy a decir algo que va a ofender a los taurinos: el toro bravo es el toro tonto. Si fuera listo, embestir¨ªa al torero, no al capote. Yo no ir¨¦ a ese enga?o.
P. ?Pero a su alma de izquierdas le duele m¨¢s la oposici¨®n al PSOE que al PP?
R. Naturalmente. Me duele m¨¢s. Y de ah¨ª, muchas veces, mi rabia. Porque eso llega a la gente. La gente cree que si lo hace la izquierda es menos malo. Eso me subleva.
P. Ha dado la sensaci¨®n de que usted ha perdido el control del PCE y que ahora intenta recuperarlo. ?Es as¨ª?
R. No, se?or. Para empezar, en el XIV Congreso se exigi¨® a los militantes, adem¨¢s de la cuota econ¨®mica, una cuota de tiempo. Yo dije que ser¨ªa el primero en cumplirla. Y eso es lo que estoy haciendo. Yo nunca he visto en el PCE ninguna acci¨®n radical. Cuando hay discusiones en IU, los representantes de las distintas posiciones son todos del PCE. Y a los que digan otra cosa les acuso de aut¨¦nticos embusteros. El PCE es fuerte. Es el mayor en IU, pero qu¨¦. culpa tenemos nosotros. Acabo de replantear una remodelaci¨®n y, teniendo en cuenta los debates que hay en esta fuerza pol¨ªtica, d¨ªgame usted alguna organizaci¨®n pol¨ªtica o sindical, una sola, que pueda mostrar esta pluralidad de direcci¨®n, con liberados incluidos. Si hay una sola, yo dimito.
P. Pero hace unos d¨ªas, ante unas declaraciones de ?ngel P¨¦rez, coordinador de IU en Madrid y secretario regional del PCE, abogando por el di¨¢logo y la apertura, la gente m¨¢s dura del PCE se le ech¨® encima...
R. Cuando aparecen informaciones o declaraciones de algunos compa?eros, yo las leo. Y hablo con ellos antes de salir con cr¨ªticas. Cuando en su momento P¨¦rez plante¨® la transversalidad, yo, tal como lo plante¨®, estuve de acuerdo al ciento, por ciento. No voy a entrar si, luego, la pr¨¢ctica ha sido buena o mala. Yo he sido muy partidario de que esto se abra. No tengo miedo a la apertura. Creo que hay compa?eros y compa?eras que act¨²an compulsivamente y creo que deben ser m¨¢s serenos si son dirigentes. La misi¨®n de un dirigente es escuchar, reflexionar y decidir. Darse un tiempo para pensar antes de hablar. Saltar a la primera no es bueno.
P. ?Aspira a ser el l¨ªder europeo de la izquierda.
R. No, ?yo qu¨¦ voy a aspirar!
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