Contra secuestro, excomuni¨®n
Con la premisa de "a grandes males, grandes remedios", Luis Reynoso, obispo de Cuernavaca (Estado de Morelos, al sur del Distrito Federal), decret¨® el 23 de mayo ante el altar de la Virgen de Guadalupe la excomuni¨®n para todos los secuestradores del Estado, a los que augur¨®, adem¨¢s, el fuego eterno. Con los m¨¦todos a su alcance, el obispo intentaba poner fin a la plaga que sufre el otrora apacible Morelos, donde 60 personas han sido secuestradas en lo que va de a?o.La inseguridad no es exclusiva del Distrito Federal. En Morelos, como en Guerrero, son los secuestros. En Jalisco, y en los norte?os Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Tamaulipas y Durango, los ajustes de cuentas entre traficantes de droga riegan de sangre cada d¨ªa las principales ciudades.
Las autoridades de algunos Estados confiesan estar desbordadas. Mientras, M¨¦xico ocupa el primer lugar en la demanda de blindaje de autom¨®viles en EE UU, los vigilantes privados florecen como hongos y el narcotr¨¢fico sigue creciendo aferrado a las estructuras institucionales.
El Gobierno ha decidido hacer frente a esta hidra de siete cabezas con unas iniciativas legales que han hecho poner el grito en el cielo a las organizaciones de derechos humanos y a algunos grupos de oposici¨®n. A la Ley de Seguridad P¨²blica, que dio entrada al Ej¨¦rcito en la lucha contra el narcotr¨¢fico, ha seguido el proyecto de Ley Contra el Crimen Organizado, que autoriza el endurecimiento de las penas, la grabaci¨®n de las conversaciones telef¨®nicas, la reducci¨®n de la edad penal a los 16 a?os y la limitaci¨®n de la libertad provisional. El proyecto d¨¦ ley, que ser¨¢ aprobado por el Congreso en los pr¨®ximos meses, exigi¨® la reforma de cuatro art¨ªculos de la Constituci¨®n: aquellos referidos al respeto a las garant¨ªas individuales.
"Reformas aberrantes"
"Nunca se vieron en la historia reformas tan aberrantes", afirma Jos¨¦ Mauro Gonz¨¢lez Luna, diputado de Foro Democr¨¢tico, adscrito al centro izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica. "El r¨¦gimen de excepci¨®n contra el crimen organizado, si se acepta, debe tener como presupuesto la divisi¨®n de poderes. Pero estas reformas, en un pa¨ªs como el nuestro, se pueden prestar a enormes abusos. El poder judicial no tiene independencia. El ministerio p¨²blico depende del Ejecutivo".Jes¨²s Acosta, del Centro Miguel Agust¨ªn Pro, teme que la delincuencia organizada y el reclamo ciudadano de mayor protecci¨®n se usen para "fortalecer la represi¨®n contra las organizaciones sociales". "Sospechamos que detr¨¢s de este clima de miedo hay planes de represi¨®n".
Estos sectores consideran que la ra¨ªz del problema es m¨¢s profunda. "La desprotecci¨®n", dice Gonz¨¢lez Luna, "no es porque no existan leyes, sino porque hemos tenido durante a?os Gobiernos ineptos, destructores del tejido social. No se puede restaurar el derecho violando el derecho. La ley se aplicar¨¢ cuando haya autoridades democr¨¢ticas que sirvan a la gente".
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