Epitafio por un asesino de masas

La verdadera cuesti¨®n sobre Pol Pot no es si se confirma su muerte, sino por qu¨¦ ha vivido tanto tiempo en libertad. Los fusiles y las minas de los jemeres rojos han matado a miles de camboyanos desde que Vietnam expuls¨® a su r¨¦gimen de su pa¨ªs. (...) Pero, ?por qu¨¦ se le dej¨® sobrevivir? La respuesta es que Camboya fue liberada por gente equivocada en mayo de 1979. EE UU y China (...) llevaron a cabo una alianza perversa para vengarse de Vietnam por haberse atrevido a ganar una guerra. A los jemeres rojos se les permiti¨® seguir siendo miembros de la ONU. (...) En 1982, una falsa coalici¨®n de "fuerzas de resistencia", dominadas por los jemeres rojos, asumi¨® la representaci¨®n en la ONU con el apoyo de la diplomacia occidental. Fueron armados y entrenados (...) para matar y realizar actos de sabotaje desde sus santuarios tailandeses. (...) Ninguno de los poderosos amigos occidentales pidi¨® a Tailandia controlar a los jemeres rojos, interrumpir los suministros a sus bases, o entregar a Pol Pot a Phnom Penh para que fuera juzgado por sus cr¨ªmenes. (...) Cuando finalmente Occidente cedi¨®, permitiendo a la ONU negociar un tratado de paz para Camboya en 1991, insisti¨® para que los jemeres entraran en la negociaci¨®n. El epitafio de Pol Pot es f¨¢cil de escribir: fue un asesino de masas de su propio pueblo. La historia todav¨ªa tiene que dar su veredicto sobre los que le ayudaron a sobrevivir. 7 de junio