Pedagog¨ªa pol¨ªtica
A lo largo de estos meses de par¨¦ntesis -y va casi medio a?o desde que se paraliz¨® la Administraci¨®n central-, los l¨ªderes del PP nos hab¨ªan dicho hasta la saciedad lo que no iban a hacer. Y as¨ª, mientras el BOE no paraba de imprimir nombramientos (algunos de dudosa utilidad, como los que afectan a empresas semip¨²blicas bien gestionadas, cuyos consejos se han cubierto con diplom¨¢ticos y otros expertos empresarios), escuch¨¢bamos una y otra vez lo que no iban a tocar. A diferencia de opositar, lo malo de gobernar es que no hay m¨¢s remedio que decidir y actuar. Bravo Murillo aseguraba que las prioridades se manifiestan en los presupuestos, y por eso result¨® tan decepcionante el acuerdo de "no disponibilidad presupuestaria", un recorte de poco m¨¢s del 1% que (salvo ajustes contables cara a la galer¨ªa) reproduc¨ªa literalmente el que Solbes propuso en abril y el PP rechaz¨® porque reduc¨ªa las inversiones. Por ello es sorprendente que, poco m¨¢s de siete d¨ªas despu¨¦s, y sin aparente conexi¨®n, el Gabinete haya adoptado una serie de medidas que s¨ª son decisiones. La prensa, un¨¢nime por vez primera en a?os, ha reaccionado afirmando: el PP comienza a gobernar.Resumiendo mucho, las decisiones, sin duda importantes, son de dos tipos: liberalizar y reducir impuestos. As¨ª, y de una parte, se liberalizan mercados tan importantes como los del suelo urbano, las telecomunicaciones, la colegiaci¨®n profesional o la energ¨ªa, que deber¨ªan quebrar la inelasticidad de precios del sector servicios reduciendo la inflaci¨®n. Y de otra parte, se adoptan medidas fiscales que afectan a la revalorizaci¨®n de balances, el impuesto de plusval¨ªas o de sucesiones de empresas familiares o el impuesto de sociedades de pymes, anunci¨¢ndose -seg¨²n lo prometido en campa?a- una futura rebaja del IRPF. Unas y otras con el objetivo (a corto plazo) de movilizar el ahorro y estimular la inversi¨®n privada, pero que son tambi¨¦n reformas estructurales (a largo plazo) que rompen, de una parte, con corporativismos de la econom¨ªa franquista, y de otra, con rigideces fiscales que provienen en gran medida de los Gobiernos socialistas.
Cierto que no se entiende por qu¨¦ estas medidas no se conjuntaron con las tomadas la semana pasada, lo que les habr¨ªa ahorrado no pocas cr¨ªticas. Cierto tambi¨¦n que, una vez m¨¢s, desconocemos su incidencia, neta en la evoluci¨®n del d¨¦ficit, lo que no deja de levantar suspicacias de cara al objetivo de la convergencia monetaria. Cierto, finalmente, que, al adoptarlas por decreto-ley, lo que es de dudosa constitucionalidad, se obvia adem¨¢s el debate parlamentario y p¨²blico, cuya eficacia pedag¨®gica es extraordinariamente importante en pa¨ªses de cultura pol¨ªtica tan fuertemente estatalista c¨®mo lo es Espa?a. Pero, en todo caso, el paquete de medidas presenta soluciones singulares y en ocasiones audaces que marcan un claro punto de inflexi¨®n: en lugar de subvencionar m¨¢s al desempleado, se subvencionan los mercados y las empresas para que necesiten m¨¢s trabajadores.
Destaca, sin embargo, lo qu¨¦ no contiene sino en escasa medida: de una parte, acciones tendentes a reducir el desempleo o aumentar la tasa de actividad (s¨®lo una medida, no cuantificada, tiene ese objetivo: ahorro fiscal de un mill¨®n para toda empresa que contrate fijo un parado mayor de 45 a?os); y sin embargo, para muchos, la aton¨ªa econ¨®mica deriva del bajo consumo interno causado por la escasez y precarizaci¨®n del empleo. Y, por supuesto, nada se dice de pensiones, sanidad o Seguridad Social.
Y sin embargo, pensar que la econom¨ªa espa?ola es la ¨²nica europea que no necesita revisar sus gastos sociales cuando lo est¨¢n haciendo Alemania, Suecia o Francia -por citar algunos- es no querer ver la realidad. Al parecer, Aznar y Pujol han conversado sobre el necesario re ajuste del Estado del bienestar, un "problema dificil", por que exige hacer "pedagog¨ªa". Por supuesto, y por ello es trategias orientadas a no debatir un tema esencial, como es la derivada del Pacto de Toledo, pueden ser excelentes desde un punto de vista electoral, pero son un desastre de pedagog¨ªa pol¨ªtica.
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