Colombia en el caos
172 parlamentarios decidir¨¢n, probablemente ma?ana, el futuro del presidente Samper
Vientos de incertidumbre flotan sobre Colombia. El fin del juicio al presidente Ernesto Samper anunciado para esta semana, en lugar de despejar el panorama lo oscurece. Nadie hasta ahora, ni el Gobierno ni los llamados conspiradores, parece haber encontrado la f¨®rmula m¨¢gica que aglutine a la mayor¨ªa y que permita salir al pa¨ªs del desastre en que est¨¢ sumido a ra¨ªz del narcoesc¨¢ndalo que lleg¨® de la mano del Gobierno del presidente Ernesto Samper. Ante la falta de opciones y en medio de un pa¨ªs irracionalmente polarizado, todo suena catastr¨®fico: o que Samper -como est¨¢ previsto- sea absuelto de toda culpabilidad pol¨ªtica y penal, o que se d¨¦ un milagro y la C¨¢mara de Representantes pida al Senado que lo juzgue por indignidad.Unas pocas voces que act¨²an de catalizadores predicen que no pasar¨¢ nada, que el cinismo y el caos de Colombia da para rato, que Samper -previos ajustes en su Gabinete- seguir¨¢ en su poltrona.
Los 172 representantes decidir¨¢n, posiblemente ma?ana, el futuro de Samper. Votar¨¢n p¨²blicamente y bajo la advertencia clara de la Corte Suprema de Justicia de que ser¨¢n acusados de prevaricaci¨®n, si absuelven al acusado existiendo pruebas. Hay sombras que rondan sobre el proceso, como la posibilidad de que Estados Unidos -que se arroga cada d¨ªa m¨¢s derechos frente a un Gobierno d¨¦bil- aplique duras medidas econ¨®micas si el resultado es la absoluci¨®n. Oficialmente, nada se ha confirmado; pero empresarios y periodistas lo dan por seguro.
Presiones de EE UU
"Estados Unidos quiere mandar un mensaje al mundo a trav¨¦s de Ernesto Samper: 'No toleraremos presidentes que hayan sido elegidos con dinero del narcotr¨¢fico", escribe la periodista Mar¨ªa Isabel Rueda en un informe de la revista Semana. Un paquete de medidas para hacer frente al narcotr¨¢fico -se asegura que ser¨¢n muy dr¨¢sticas: aumento de penas y mecanismos para lograr expropiaci¨®n de bienes- anunciadas para esta semana podr¨ªa minimizar el apret¨®n gringo.Otra sombra ronda tenebrosa e intangible: la absoluci¨®n de Samper equivaldr¨ªa a la ejecuci¨®n de Juan Carlos Gaviria, hermano del secretario, de la OEA y ex presidente C¨¦sar Gaviria, secuestrado el pasado 1 de abril. Lo advirti¨® en uno de sus comunicados el comandante Bochica, del grupo Dignidad por Colombia, que lo tiene en su poder. Las autoridades est¨¢n pesimistas: cuando los secuestros se enredan, como ocurre en este caso, suelen terminar mal.
Los hechos han demostrado que las amenazas no han modificado la opini¨®n de los jueces sobre el primer mandatario. Hasta ahora, nada inesperado ha ocurrido en las largas y en su mayor¨ªa tediosas sesiones del llamado juicio del siglo. Los que se sab¨ªa de antemano que estaban del lado del Gobierno han utilizado gestos y palabras de defensores de oficio; los que desde siempre han estado en el otro bando han seguido en el mismo lugar. S¨®lo en contadas excepciones ha quedado claro que los representantes se tomaron la molestia de estudiar el expediente. Las mismas inconsistencias y los mismos vac¨ªos que se dieron en la etapa de investigaci¨®n se han repetido en esta en la C¨¢mara.
La sorpresa, hasta el momento, la dio In¨¦s G¨®mez de V¨¦lez, miembro de la direcci¨®n del Partido Liberal, el gubernamental. En medio de una jornada saturada de vehementes discursos que clamaban por la inocencia de Samper -con los argumentos de siempre: no hay pruebas; todo es una burda conspiraci¨®n-, levant¨® la voz para pedir a sus colegas que acusen al presidente por indignidad.
Paralelamente a lo que ocurre en el Congreso, en los ¨²ltimos d¨ªas se han acumulado las reuniones en busca de una f¨®rmula posjuicio. Por el Palacio de Gobierno han desfilado amigos y enemigos. Muchos de los primeros han aconsejado a Samper en privado que no tiene m¨¢s salida, que renunciar. Los segundos se lo han dicho en privado y lo han contado luego p¨²blicamente. Uno de ellos es el senador conservador Fabio Valencia Cossio. ?l sugiri¨® una alternativa que apoya un amplio sector: "Si el Partido Liberal no acepta el nombre del vicepresidente Humberto de la Calle [actual embajador en Madrid], tiene otras figuras que est¨¢n por encima del bien y del mal y podr¨ªan constituirse en una tercera opci¨®n para la presidencia". Pocos creen que el primer mandatario est¨¦ en disposici¨®n de aceptar este consejo.
?Que se vaya o que se quede Samper?, se preguntan unos a otros en la calle. "Si fuera nuevo lo que hizo el presidente, pues que lo condenen. Pero todos han recibido dinero sucio. Si Samper se va, los gringos van a sentir que pueden quitar y poner presidentes a su antojo", coment¨® un taxista. "Que se vaya, es un sinverg¨¹enza", enfatiza un empleado. Una mujer comerciante analiza el tema de una manera pragm¨¢tica: "El pa¨ªs est¨¢ muy mal, lo ¨²nico que quiero es que dejen tranquilo a Samper, que todo termine pronto y que se normalicen las ventas; han ca¨ªdo casi en un 40%".
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