La paz, en suspenso
EL PROCESO de paz en Oriente Pr¨®ximo se est¨¢ viendo sometido a crecientes tensiones tan s¨®lo d¨ªas despu¨¦s de la elecci¨®n como primer ministro israel¨ª del l¨ªder del derechista Likud, Benjam¨ªn Netanyahu. Lo que en parte ¨¦ste anunciaba durante la campa?a electoral empieza a traducirse en lo que puede ser una postura de dureza respecto a la idea de un Estado palestino independiente, al estatuto de Jerusal¨¦n o a la devoluci¨®n a Siria de los altos del Gol¨¢n. El planteamiento de "paz por territorios" est¨¢ dejando paso a uno de "seguridad por paz" inaceptable para los interlocutores de Israel. Aprovechando la situaci¨®n, Siria -con un dirigente siempre r¨¢pido en sus reflejos- querr¨ªa fraguar un frente ¨¢rabe.Si se eliminan los adornos florales de las primeras declaraciones y gestos de Netanyahu, se desprenden posibilidades m¨¢s bien inquietantes. As¨ª, el primer ministro electo declara que quiere seguir negociando con los palestinos, pero ningunea, margina y humilla a Arafat, con el que todav¨ªa no ha establecido un con tacto personal, pese a haberlo hecho desde el primer momento con Hussein y Mubarak. Semejante actitud s¨®lo puede desprestigiar m¨¢s a Arafat y obligarlo a radicalizarse ante los propios palestinos, y fortaleciendo a los terroristas de Ham¨¢s.
Netanyahu, elegido en base a un programa casi belicista por un electorado movilizado esencialmente por el miedo, la inseguridad y la desconfianza respecto a los vecinos ¨¢rabes, jaleado durante toda la campa?a por una constelaci¨®n de halcones civiles y militares y de rabinos integristas, es lo suficientemente inteligente para saber que su primera gran tarea consiste en amortiguar los temores suscitados por su llegada al poder no s¨®lo entre los ¨¢rabes comprometidos con el proceso de paz, sino tambi¨¦n entre los aliados occidentales de Israel y ese 49,6% de sus propios compatriotas que vot¨® a Peres.
La actitud de espera por parte de l¨ªderes ¨¢rabes como, Arafat, Hussein y Mubarak, y de dirigentes occidentales como Bill Clinton y los ministros de Exteriores de la Uni¨®n Europea, indica que ¨¦stos han optado por darle una oportunidad a Netanyahu. Se trata de un ejercicio tanto prudente como voluntarioso, y a que supone que las circunstancias nacionales, regionales e internacionales obligar¨¢n al nuevo primer ministro a volver a la senda del plan de paz.
Pero, a la vez, como result¨® el s¨¢bado en Damasco de la reuni¨®n de los dirigentes de Siria, Egipto y Arabia Saud¨ª, por primera vez desde la invasi¨®n de Kuwait por Irak en 1990 se va convocar una cumbre ¨¢rabe -con la exclusi¨®n de Bagdad- para intentar buscar una estrategia unida frente a la nueva pol¨ªtica de Israel. No es nada seguro que el dictador sirio, Hafez el Asad -poco interesado en la paz en Oriente Pr¨®ximo-, consiga una amplia respuesta a su convocatoria para el pr¨®ximo d¨ªa 21 en El Cairo, ni que de ¨¦sta salga una postura com¨²n; pero s¨ª queda claro que la elecci¨®n de Netanhayu en unos momentos en que las alianzas en todo el Oriente Pr¨®ximo empiezan a cambiar est¨¢ provocando ya efectos perturbadores.
Dos factores podr¨¢n desvelar en los pr¨®ximos d¨ªas las verdaderas intenciones de Netanyahu. En primer lugar, la formaci¨®n del nuevo Gobierno ?Optar¨¢ Netanyahu por una coalici¨®n con los partidos derechistas, religiosos y comunitarios, incluso incluyendo a duros hist¨®ricos como Ariel Sharon, lo que significar¨¢ encastillarse en Massada, o, por lo contrario, ofrecer¨¢ formar un Gobierno de unidad nacional a los laboristas, garantizando la continuidad, aunque a ritmo m¨¢s lento, del proceso de paz? En segundo lugar est¨¢ Hebr¨®n, cuyo abandono por las fuerzas israel¨ªes hab¨ªan pactado Arafat y Peres. Si Netanyahu se atiene a su programa electoral, ni un solo soldado israel¨ª abandonar¨¢ ese territorio, lo que, con toda probabilidad, supondr¨¢ la muerte del di¨¢logo israelo-palestino. Ojal¨¢ Netanyahu, en l¨ªnea con los pasos que dieron antes que ¨¦l otros dirigentes del Likud, d¨¦ la sorpresa y haga uso de su legitimidad entre los sectores m¨¢s duros de la sociedad israel¨ª para hacer la paz.
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