"En el PP balear hemos dado un espect¨¢culo"
"La ciudadan¨ªa de Baleares y la militancia del PP no se merece que le ofrezcamos el espect¨¢culo que le hemos dado". Joan Huguet, 42 a?os, presidente del PP de Baleares y del Parlamento insular, critica as¨ª el estallido de las divergencias internas surgidas entre los sectores de su partido al derrocar de la presidencia del Gobierno balear a Crist¨®fol Soler. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar encomend¨® a Huguet, en julio de 1995, templar al PP despu¨¦s de forzar la destituci¨®n de Gabriel Ca?ellas como l¨ªder de la organizaci¨®n y presidente del Ejecutivo balear por el esc¨¢ndalo del caso S¨®ller. Huguet, antes de aceptar y para no tener conciencia de traidor, consult¨® a Ca?ellas, que sigue siendo el padre de la derecha insular. Ahora, como presidente popular en funciones, Huguet capea el temporal de una enquistada crisis y prepara el congreso de oto?o, apoyado por la c¨²pula nacional y cuestionado por el ala dura del PP balear, que pretendi¨® derrocarlo como a Soler.Pregunta. Tres presidentes de Baleares [Ca?ellas, Soler y desde el mi¨¦rcoles 12, Matas] de un mismo partido, el PP, en s¨®lo 10 meses es todo un r¨¦cord.
Respuesta. Independientemente de las motivaciones de las ca¨ªdas hemos demostrado solidez y normalidad institucional. El grupo parlamentario y el partido obraron con rapidez al cambiar al presidente. El Parlamento y el sistema no se han tambaleado. El PP y su pr¨¢ctica pol¨ªtica -puede que su credibilidad- s¨ª se han tambaleado.
P. ?Puede repetir c¨®mo le explic¨® a Aznar las causas del golpe de mano contra Soler?
R. El grupo de diputados interpret¨® de una manera mayoritaria -yo no- que la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica impulsada por Soler estaba en disonancia con lo que es la base sociol¨®gica del PP y que pod¨ªamos perder votos. Se crey¨®, adem¨¢s, que su ley de incompatibilidades de altos cargos no era necesaria en Baleares por la poblaci¨®n que tenemos y que har¨ªa dif¨ªcil hallar cargos p¨²blicos. Se discrep¨® del modelo de ordenaci¨®n territorial, con sus planes tur¨ªsticos. El programa aplicadono era el que aprob¨® la sociedad. ?El tema del turismo? No s¨¦ si influy¨® decisivamente en el desencadenante. No creo.
P. ?El origen est¨¢ en un conflicto mal razonado por el PP, el sacrificio electoral de Ca?ellas a manos de Aznar?
R. Felipe Gonz¨¢lez lo se?al¨® [a Ca?ellas] con el dedo en un debate con Aznar en el Congreso y desde ah¨ª se precipitaron los hechos. Fue un trauma para la formaci¨®n porque la ca¨ªda del l¨ªder carism¨¢tico [Ca?ellas] comport¨® que todo se tambaleara. ?l lo era todo en el PP y en la vida pol¨ªtica de Baleares. Sin ¨¦l todos ten¨ªan ganas de colocarse.
P. ?Debe dimitir Ca?ellas y apartarse de la vida pol¨ªtica por su doble implicaci¨®n judicial en los casos S¨®ller y Calvi¨¢?
R. El precepto que esgrimen [la asunci¨®n de responsabilidades pol¨ªticas] est¨¢ cumplido con creces. Ca?ellas gan¨® las elecciones por mayor¨ªa absoluta y al cabo de un mes dimiti¨® como presidente de Baleares, sin mediar ning¨²n pronunciamiento Dudiciall. Otra cosa m¨¢s, el d¨ªa que cay¨® Soler, Ca?ellas puso su cargo a disposici¨®n del grupo.
P.?Ca?ellas act¨²a a¨²n como un poder en la sombra?
R. Como presidente del grupo parlamentario es un simple moderador. Decir que Ca?ellas no tiene poder y fuerza ser¨ªa mentir. Pero ¨¦l solo no puede actuar, necesita aliados.
P. Antiguos adversarios como Ca?ellas y el ex cr¨ªtico Juan Verger pactaron derribar a Soler y programaron tambi¨¦n su salida de la presidencia del PP.
R. A m¨ª nadie me ha solicitado la renuncia, pero la ceremonia del cambio estaba programada para que despu¨¦s de derribar a Soler yo saltase de la presidencia del PP. Hubo falta de respeto hacia la militancia como el gesto efectuado por Verger de intervenir ante la prensa acompa?ando a Matas, sin saber qu¨¦ funci¨®n desempe?aba.
P. Esta versi¨®n ?cuadra con la transparencia democr¨¢tica?
R. S¨®lo dir¨¦ que los dirigentes del PP no tenemos derecho a jugar con la militancia ni con la propia sociedad. La ciudadan¨ªa de Baleares no se merece que les ofrezcamos el espect¨¢culo que estamos dando. El electorado nos puede pasar factura si no sabemos corregir. Poco a poco se va imponiendo lo racional. Fruto de aquel desgraciado hecho [el cese de Soler] y las respuestas a las tensiones generadas la figura del presidente del PP ha recuperado autoridad moral.
P. Los sectores y familias del PP que negocian el nuevo Gobierno balear dan la sensaci¨®n de que son partes contratantes que traban un negocio inmobiliario.
R. Hemos dado una mala imagen. No se debe traducir de puertas a fuera que en el PP y en Baleares se ha producido un golpe de tim¨®n para efectuar un reparto de cargos para distribuirse prebendas. Deben terminar las tendencias ca?ellistas, vergeristas, soleristas y debe aparece el PP como ¨²nica corriente con toda las sensibilidades.
P. A Jaume Matas, el ex cr¨ªtico y candidato a sustituirle a usted en la presidencia del PP, Joan Verger, le advirti¨® que tomara nota de por qu¨¦ cay¨® Soler.
R. Estar¨¦ vigilante para que a Matas no le ocurra lo mismo- que a Soler. Lamento que una parte de los responsables de derrocar a Soler y de aupar a Matas puedan tener una salida amenazadora.
P. ?C¨®mo van a explicar la crisis del partido?
R. Tenemos tres a?os para recuperar la credibilidad frente al electorado. En el congreso de oto?o hay que reencontrar adem¨¢s lo que hasta ahora era nuestro mejor tesoro: la unidad real del PP.
P. ?Las estructuras internas se han resentido, una vez que han aflorado agravios y liderazgos con urgencias para llegar al puesto de mando?
R. El barco [el PP] flota y navega aunque se hayan abierto algunas v¨ªas de agua que vamos cerrando. El nav¨ªo llegar¨¢ a buen puerto, renovado.
P. Siga la imagen naval: ?aspira a continuar de capit¨¢n?
R. No ser¨¦ un obst¨¢culo para la unidad y la integraci¨®n. Intentar¨¦ agrupar a todos en un solo equipo. Ahora bien, los acuerdos entre personas que se barajan no pueden usurpar-bajo ning¨²n concepto el pronunciamiento de la militancia. Los pactos que se explican deber¨¢n ser rubricados en el pr¨®ximo congreso.
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