Una acreditada tradici¨®n de fraude electoral
La 'doctrina' sentada por anteriores comicios hace temer irregularidades
Comunistas y yeltsinistas se acusan mutuamente de planear una falsificaci¨®n de los resultados de las elecciones presidenciales. Los fundamentos para estas sospechas mutuas est¨¢n tanto en las anteriores consultas del actual r¨¦gimen -por ejemplo, una comisi¨®n ad hoc en su tiempo adujo argumentos de peso que inclinan a pensar que los resultados reales del plebiscito sobre la actual Constituci¨®n fueron revisados para poder darla por aprobada- como en las de la ¨¦poca sovi¨¦tica, cuando el Politbur¨® decid¨ªa antes de los comicios con qu¨¦ porcentaje ganar¨ªan.La Comisi¨®n Electoral Central (CEC) es la encargada de dar los resultados oficiales, y de ah¨ª la importancia que adquiere su composici¨®n. Est¨¢ formada por 15 miembros: cinco nombrados por la Duma o C¨¢mara baja del Parlamento, cinco por el Consejo de la Federaci¨®n o C¨¢mara alta y cinco por el presidente. La actual composici¨®n de la CEC data de finales de 1994 y principios de 1995, cuando este sistema de representanci¨®n proporcional del Ejecutivo y de las dos c¨¢maras reemplaz¨® a los miembros que a finales de 1993 hab¨ªa nombrado el presidente Yeltsin en plena confrontaci¨®n con el S¨®viet Supremo, al que bombardear¨ªa a los pocos d¨ªas.
De la antigua CEC, incondicional de Yeltsin, cinco miembros integran la actual, y dos de ellos son clave: Nikol¨¢i Ri¨¢bov y Alexandr Ivanchenko, que ocupan nada menos que los puestos de presidente y vicepresidente de la CEC, respectivamente.
Ri¨¢bov, de 49 a?os de edad, fue profesor de una escuela agr¨ªcola antes de comenzar, en 1990, su carrera pol¨ªtica como diputado del S¨®viet Supremo. All¨ª ingres¨® en un comienzo en la fracci¨®n Rusia Libre -ex Comunistas por la Democracia-, cuyo l¨ªder era Alexandr Rutsk¨®i, elegido en 1991 vicepresidente de la rep¨²blica y que terminar¨ªa convirti¨¦ndose en enemigo ac¨¦rrimo de Yeltsin. La evoluci¨®n de Ri¨¢bov fue diferente: elegido vicejefe del S¨®viet Supremo, termin¨® pas¨¢ndose al bando de Yeltsin.
Un superficial an¨¢lisis de los otros miembros de la CEC muestra que los partidarios del presidente son mayor¨ªa absoluta. De los cinco miembros elegidos por la Duma, s¨®lo dos representan a la izquierda, y de los nombrados por el Consejo de la Federaci¨®n pr¨¢cticamente todos son leales al actual Gobierno. Sin embargo, esta mayor¨ªa presidencialista no debe desempe?ar un papel importante a la hora de posibles falsificaciones, pero s¨ª en el caso de que se quiera anular los resultados por presuntas irregularidades o rechazar las acusaciones de pucherazos.
Una de las caracter¨ªsticas de esta campa?a electoral es que en Rusia nadie duda de que habr¨¢ falsificaciones. A medida que se sube de nivel en las comisiones electorales, m¨¢s dif¨ªcil es realizar falsificaciones, ya que para ello se necesita unanimidad de intenciones de los miembros de la comisi¨®n y neutralizar a los observadores de los candidatos. M¨¢s posibilidades de trampa hay antes del recuento en las comisiones, en el momento de votar, y especialmente por medio de las urnas itinerantes, que se usan en aquellos lugares en que los electores, por una u otra raz¨®n, no pueden ir a votar al colegio. Los m¨¢s frecuentes m¨¦todos de falsificaci¨®n en Rusia son los siguientes:
1. Echar en las urnas papeletas adicionales en favor de determinado candidato. En este caso, en el distrito donde se ha producido la falsificaci¨®n el porcentaje de votantes resultar¨¢ mayor del habitual y del pronosticado por las encuestas.
2. Obligar a la poblaci¨®n a votar por determinado candidato, cosa bastante frecuente en los distritos agrarios.
3. Echar a perder papeletas del candidato rival poniendo una cruz junto a otro nombre, con lo que el voto ser¨¢ nulo.
4. Dar los votos obtenidos por el candidato A al candidato B y los del B al A. En las elecciones de diciembre de 1993 se descubri¨® este fraude en Troitsk, en la provincia de Mosc¨², donde los votos de Opci¨®n de Rusia se contaron a favor del ultranacionalista Partido Liberal Democr¨¢tico, y viceversa.
5. Reemplazar cierta cantidad de papeletas por otras en favor de determinado candidato.
6. Eliminar las papeletas de personas que han votado por candidatos indeseables.
Los comunistas se preparan para reducir al m¨ªnimo las posibilidades de falsificaci¨®n de sus enemigos y para ello han movilizado a 200.000 observadores que deber¨¢n controlar tanto la votaci¨®n en los 93.000 colegios electorales como el recuento en las comisiones de diverso nivel. Los yeltsinistas tambi¨¦n tienen intenci¨®n de controlar el proceso electoral, especialmente las urnas itinerantes y los colegios en el campo.
Como los yeltsinistas y los comunistas controlan regiones diferentes, los expertos estiman que las faIsificacion¨¦s, en gran medida, se ven neutralizadas entre s¨ª, y coinciden en que la ganancia real de votos que obtendr¨¢ uno u otro bando debido a las irregularidades no puede ser muy grande, quiz¨¢ entre el 1% y el 3%, lo que normalmente no deber¨ªa tener una incidencia decisiva en el resultado electoral. Salvo que en la segunda vuelta la diferencia de votos entre los dos candidatos ganadores sea m¨ªnima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.