La lucha por la paz en Euskadi tambi¨¦n est¨¢ en las calles
En diez a?os, Gesto por la Paz ha pasado de ser un n¨²cleo muy reducido a movilizar contra la violencia a miles de personas
Sucedi¨® hace diez a?os. Unas pocas decenas de personas decidieron mostrar en las calles del Pa¨ªs Vasco su rechazo a la violencia. Eran tan s¨®lo cinco grupos, surgidos espont¨¢neamente de parroquias y de la Universidad de Deusto (Bilbao), que replicaban cada muerte violenta con una concentraci¨®n silenciosa.En medio de una sociedad incapaz hasta entonces de formular una respuesta contra el terrorismo, unos pocos empezaron a trabajar en la Coordinadora Gesto por la Paz. En el camino recorrido desde la primavera de 1986 han multiplicado su organizaci¨®n hasta llegar a los 1.000 voluntarios y conseguir que mi les de personas secunden sus movilizaciones. Los fines que establecieron en su primer documento siguen siendo v¨¢lidos: "Servir de cauce de expresi¨®n para el rechazo a la violencia".
Los proleg¨®menos del nacimiento de la coordinadora se encuentran en peque?os grupos que se concentraban en el Casco Viejo de Bilbao y en la protesta silenciosa de estudiantes de Deusto por el asesinato del capit¨¢n Alberto Mart¨ªn Barrios, en 1983.
El germen de la asociaci¨®n creci¨® poco a poco en los ambientes de los pacifistas y grupos cristianos de Bilbao y en 1986 e constituy¨® Gesto por la Paz. Dos a?os m¨¢s tarde confluy¨® en la coordinadora el grupo pacifista creado en San Sebasti¨¢n por Cristina Cuesta, hija de una v¨ªctima del terrorismo.
"Los primeros a?os fueron un tiempo de dudas. Ten¨ªamos dudas sobre si la gente iba a reaccionar", afirma Mar¨ªa Guijarro, miembro de Gesto desde hace nueve. "Pasaban por delante de nuestras pancartas y se quedaban tan frescos".
La coordinadora lleg¨® a la mayor¨ªa de edad en 1993 con la campa?a por la liberaci¨®n de Julio Iglesias Zamora y la creaci¨®n del s¨ªmbolo del lazo azul. El reconocimiento de su labor, su capacidad de convocatoria y de sensibilizaci¨®n de la sociedad y su presencia p¨²blica crecieron significativamente. Gesto recibi¨® ese a?o el Premio Pr¨ªncipe de Asturias a la Concordia.
El secuestro por ETA de Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya volvi¨® a poner en marcha dos a?os m¨¢s tarde toda la maquinaria de movilizaci¨®n para exigir su libertad. Y fue en condiciones m¨¢s dif¨ªciles: las organizaciones de la ¨®rbita de ETA reaccionaron convocando contramanifestaciones.
El volumen de personas implicadas en la coordinadora pacifista sigue creciendo. Ahora, de forma autom¨¢tica, Gesto por la Paz re¨²ne 160 concentraciones en las comunidades vasca y navarra en respuesta a las muertes y para exigir la liberaci¨®n de Jos¨¦ Antonio Ortega. La mitad de los 1.000 voluntarios son menores de 26 a?os. Toda la organizaci¨®n se mueve sobre una estructura de escasos medios. Gesto- s¨®lo cuenta con dos personas con dedicaci¨®n a tiempo completo.
La reacci¨®n de los partidos pol¨ªticos vascos fue por detr¨¢s de los ciudadanos que sal¨ªan a la calle para mostrar su oposici¨®n a los caminos violentos. Los grupos de Gesto por la Paz ya lleva ban casi dos a?os organizados, cuando, en enero de 1988, los partidos lograron suscribir un pacto para la pacificaci¨®n del Pa¨ªs Vasco.
"La formaci¨®n de Gesto pudo ser una acicate para que los partidos avanzaran hacia el Pacto de Ajuria Enea", opina Javier Madrazo, coordinador de Izquierda Unida (IU) en Euskadi. "Hab¨ªa ya un consenso social y no era l¨®gico que no lo hubiera entre pol¨ªticos".
Los partidos coinciden al elogiar la labor desarrollada por los pacifistas. "Se han mantenido firmes en sus posiciones a favor de de la paz y los derechos fundamentales y han salido a la calle en condiciones dif¨ªciles. Han defendido con valent¨ªa sus posiciones y han sido coherentes al valorar otros temas, como la dispersi¨®n de los presos de ETA o los atentados de los GAL", dice Igone Mart¨ªnez de Luna, portavoz de la ejecutiva de Eusko Alkartasuna.
Para el peneuvista Joseba Eguibar, lo m¨¢s positivo de Gesto radica en que constituye una aportaci¨®n de j¨®venes comprometidos con los valores fundamentales. Pero Egibar precisa que los pacifistas tienen su techo en la movilizaci¨®n y la concienciaci¨®n social y les reprocha la falta de propuestas concretas. "?Por qu¨¦ no pueden proponer iniciativas pol¨ªticas?", se pregunta el portavoz del PNV.
El secretario general de los socialistas vascos, Ram¨®n J¨¢uregui, aprovecha el aniversario para analizar la situaci¨®n del movimiento pacifista. "Requiere una reflexi¨®n, una fuerte sacudida, para superar el par¨®n y la incertidumbre en la que se ha sumido por el contraataque de la violencia", opina. "Al igual que en la pol¨ªtica, hay confusi¨®n sobre lo que hay que hacer".
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