Bomba
Preocupado estoy a ra¨ªz de la explosi¨®n de la bomba postal en la Audiencia Nacional, no s¨®lo por la facilidad con que las bombas se cuelan en tan alto edificio, sino por los comentarios que pude o¨ªr en directo en diferentes c¨ªrculos de la capital. Ante la duda de que la bomba fuera de ETA porque hay et¨¢logos que conocen las voces, la sintaxis, las balas o los explosivos de ETA como si se tratara de una ciencia exacta, cualquiera pod¨ªa ser el emisario del artefacto, y en ese cualquiera empezaron a entrar toda clase de poderes f¨¢cticos de las tinieblas. Los que ofrec¨ªan hip¨®tesis de culpabilidad no estaban ni asustados, ni irritados, ni complacidos, simplemente constataban que en el maldito embrollo de las violencias cruzadas son demasiados los que pueden enviar una bomba a un juez de la Audiencia Nacional.Predominaba la opci¨®n de que si la bomba no era de ETA, era del GAL, y que se la hab¨ªan remitido a un magistrado que no pertenece al star system de la judicatura, desde el supuesto de que los magistrados m¨¢s amenazados ser¨ªan m¨¢s cuidadosos con su correspondencia. No me interesa ahora el enigma policiaco, sino el estado moral de una sociedad en la que nos cabe en la imaginaci¨®n que el terrorismo pueda albergarse en cualquier cloaca y que las cloacas ya no est¨¢n en el lugar atribuido a las cloacas, sino en cualquier parte. C¨®mo se ha llegado a esta disposici¨®n c¨ªnica ante la relaci¨®n orden-desorden, lo sabemos todos, y me refiero al cinismo como la disposici¨®n ¨¦tica de indiferencia. Ep¨ªcteto dec¨ªa que es muy dif¨ªcil ser c¨ªnico, pero es que el bueno de Ep¨ªcteto a¨²n no sab¨ªa de la historia la mitad, y me temo que la ¨¦tica de la indiferencia va a crecer entre nosotros hasta conseguir el crimen perfecto del canibalismo por omisi¨®n, es decir, contemplar el banquete can¨ªbal desde una mera distancia diet¨¦tica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.