Jordan perpet¨²a el mito

C. L. SMITH MU?IZ El cuarto t¨ªtulo de Liga en la carrera de Michael Jordan cierra un debate y provoca otro. ?Qui¨¦n se atreve ahora a negar que es la figura m¨¢s ilustre de la historia del baloncesto? Un jugador que hizo lo imposible por recuperar su nivel y su trono despu¨¦s de un a?o y medio de retiro. Con la victoria decisiva del Chicago Bulls sobre el Seattle Supersonics por 87-75, en la madrugada de ayer en el sexto partido de la final de la NBA, Jordan confirma su mito. Sin duda alguna es tan grande como Pel¨¦, tan reconocido como Mohammed Al¨ª y tan temido como Miguel Indur¨¢in.

S¨®lo resta precisar la calidad de esta versi¨®n de los Bulls, una galer¨ªa de personajes diversos fiel a los tres fundamentos del baloncesto: defensa, rebotes y ataque. Jordan, a fuerza de sudor y dedicaci¨®n, fue la inspiraci¨®n del equipo. Sus 33 a?os de edad no fueron impedimento alguno. Recuper¨® con la experiencia y la madurez lo que ha perdido fisicamente. Hizo que un inconformista, como Dennis RodMan, adoptara las normas de conducta favorables al bien colectivo. E impuls¨¦ a los Bulls a niveles desconocidos. El ¨¦xito foment¨® un frenes¨ª entre la afici¨®n deportiva que no se hab¨ªa visto desde la ¨¦poca de oro de Larry Bird y Magic Johnson.

Pese a los dos tropiezos del club en Seattie la pasada semana, el Chicago finaliza su marcha triunfal corno el m¨¢ximo ganador de la historia, con 72 victorias frente a S¨®lo 10 derrotas en la Liga, 15-3 en los play-offs y una efectividad sin igual del 87%. Jordan fue el m¨¢ximo anotador de la Liga, "Rodinan el mejor reboteador, el croata Ton? Kukoc el mejor reserva, Phil Jackson el mejor entrenador y Jerry Krause el mejor gerente de club.

Los ¨²ltimos pasos fueron m¨¢s largos y dificultosos de lo previsto. Los Bulls pasaron por un momento vulnerable en Seattle cuando perdieron dos partidos consecutivos, debido en parte a las lesiones y al cansancio. Pero la lucha de Jordan y del equipo nunca fue por la perfecci¨®n, sino por. la consagraci¨®n. El cambio de escenario y el apoyo de 24.000 espectadores fueron suficientes para asegurar el t¨ªtulo, el cuarto del club en los ¨²ltimos seis a?os. S¨®lo los Celtics de Boston (16) y los Lakers de Los ?ngeles (11) poseen mayor n¨²mero de t¨ªtulos.

Los Bulls nunca peligraron a lo largo de 48 minutos de juego. Hubo momentos en la segunda mitad en que ganaban por 17 puntos de diferencia. De nuevo Rodman fue el protagonista, con 19 rebotes, 11 de ellos bajo el tablero ofensivo, la misma cifra que consigui¨® anteriormente en la serie para igualar un r¨¦cord de final. Cada suspiro del Seattle acababa desvaneci¨¦ndose en las manos de Rodman.

Cuando son¨® la ¨²ltima bocina Kukoc busc¨® el bal¨®n y se lo entreg¨® a Jordan. ?ste, consciente de que era el D¨ªa del Padre en Estados Unidos, se tir¨® al suelo y se puso a revivir los ¨²ltimos tres a?os de su vida. Brotaron las l¨¢grimas y brotaron los recuerdos: el asesinato de su padre, su retirada para jugar al, b¨¦isbol, su regreso a la NBA hace un a?o, su humillaci¨®n frente al Orlando Magic en la final de la Conferencia del Este el pasado a?o y su reconquista de 1996. No quiso soltar el bal¨®n y luego sali¨® al vestuario para llorar un poco m¨¢s antes de volver a la cancha y comenzar la fiesta.