"Ofreceremos m¨¢s carreras para que las nuevas generaciones puedan sobrevivir"
PAZ ?LVAREZ Pasa cerca de doce horas diarias en la facultad de Ciencias de la Universidad Aut¨®noma, donde acaba de ser elegido por segunda vez, y por mayor¨ªa, decano de 8.600 alumnos. Santiago Carrillo Men¨¦ndez tiene 45 a?os y restos de un acento que adopt¨® en Par¨ªs, la ciudad en la que naci¨® y en la que pas¨® parte del exilio de su padre, el ex dirigiente del Partido Comunista de Espa?a. A punto de cumplir veinte a?os como profesor de Matem¨¢ticas, de ¨¦l cuentan sus alumnos que apenas regala sonrisas. En su mesa ordena decenas de papeles, peticiones de alumnos, sugerencias del personal y su ¨²ltimo programa electoral con 30 propuestas para mejorar las condiciones de de la facultad.
Pregunta. ?Cu¨¢les son sus proyectos m¨¢s inmediatos?
Respuesta. Consolidar tres grandes obras. Lo que m¨¢s nos preocupa es la seguridad en aulas y laboratorios. Para ello tenemos que conseguir mantener una inversi¨®n de entre 50 y 70 millones de pesetas anuales. Tambi¨¦n est¨¢ pendiente la bilioteca-hemeroteca de Ciencias, que dar¨ªa unos mil puestos de trabajo. Y, por ¨²ltimo, un aulario que acoja a los primeros ciclos de las carreras.
P. ?C¨®mo se gobierna a tantos estudiantes?
R. A duras penas, porque cada vez hay m¨¢s alumnos y las facultades se van quedando peque?as. Los alumnos de Ciencias est¨¢n colonizando las bibliotecas y las aulas de otras facultades del campus. Una de las medidas m¨¢s urgentes para aliviar esta carencia ser¨¢ convertir el sal¨®n de actos en dos aulas. Por falta de espacio tampoco podemos poner en marcha nuevas titulaciories, como la de Ciencias y Tecnolog¨ªa de la Alimentaci¨®n o el segundo ciclo de Bioqu¨ªmicas. Tambi¨¦n estamos apurad¨ªsimos con el tercer curso de Ambientales, necesitamos financiaci¨®n para profesorado y para laboratorios. Al final, todo se reduce a falta de presupuesto.
P. ?Cu¨¢nto dinero le hace falta?
R. Mucho. Por ejemplo, el presupuesto que necesitamos para la Escuela de Inform¨¢tica es de unos dos mil millones de, pesetas, y no es tanto porque es la misma cantidad que vino se invirti¨® en la facultad de Derecho. Lo que ocurre es que las inversiones en Ciencias son m¨¢s costosas. Es la facultad que necesita de inversiones m¨¢s caras.
P. Muchos alumnos piensan que usted es un agua fiestas.
R. Lo dicen por el tema de la fiesta (te la Cerveza, pero ah¨ª me tengo que defender y no tuve yo toda la responsabilidad. Reconozco que esa fiesta no me chifla ni tampoco la de la primarera, pero tambi¨¦n en tiendo que el campus es un sitio para que los alumnos realicen actividades de tipo l¨²dico, siempre y cuando aprovechen un espacio en el que no se moleste al resto de los compa?eros. Los alumnos quer¨ªan celebrar la fiesta al lado de unos barracones donde se imparten clases y ah¨ª me negu¨¦. Luego se propuso la zona deportiva y ese ya no es mi terreno.
P. Los nuevos planes de estudio tampoco gustan a los alumnos.
R. No me extra?a. En Ciencias vamos con un poco de retraso. En Biolog¨ªa y F¨ªsicas no ha empezado todav¨ªa. Creo que hay un exceso en los contenidos y en el n¨²mero de cr¨¦ditos, unos 300 en una carrera de cuatro a?os. 0 lo que es lo mismo, tres mil horas de clases. Me parece una exageraci¨®n para las carreras de Ciencias. Se ha abierto un debate para buscar una soluci¨®n, que puede ser ampliar los planes a cinco a?os.
P. Defina a sus alumnos.
R. Es gente que pasa muchas horas en la universidad porque adem¨¢s de las clases te¨®ricas tienen que hacer pr¨¢cticas de laboratorio. Les preocupa la ense?anza que reciben y son bastante reivindicativos, aunque no todo lo que deber¨ªan.
P. ?Tienen futuro las carreras de Ciencias?
R. En estos momentos, no es muy bueno, pero habr¨ªa que matizar que desde esta univerisad queremos diversificar la oferta de carreras y, por tanto, las salidas profesionales. Pretendemos poner en marcha nuevas carreras, como la de Ingenier¨ªa T¨¦cnica Qu¨ªmica, o la de Ciencias y T¨¦cnicas Estad¨ªsticas. Las nuevas generaciones tendr¨¢n que reorientarse profesionalmente, ser¨¢ la ¨²nica manera de sobrevivir.
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