30 ex toxic¨®manos cuidar¨¢n de los parques con un contrato municipal
Treinta ex toxic¨®manos atendidos en los centros de atenci¨®n a drogodependientes (CAD) municipales aprender¨¢n jardiner¨ªa cuidando de los parques hist¨®ricos de la ciudad -Retiro, Casa de Campo y parque del Oeste durante seis meses. Y, lo que es menos habitual, cobrar¨¢n por ello un salario bruto mensual de 75.690 pesetas del Instituto Municipal para el Empleo y la Formaci¨®n Empresarial (IMEFE).Este programa de inserci¨®n laboral de yonquis rehabilitados parte de un acuerdo entre el IMEFE, el Plan Municipal contra las Drogas y el Instituto Nacional de Empleo (Inem). Su coste es de 26 millones (20 los aporta el Inem y el resto el IMEFE).
Los trabajos comenzar¨¢n el pr¨®ximo 1 de julio. Los ex drogodependientes aprender¨¢n manejo de herramientas y maquinaria, prevenci¨®n y extinci¨®n de incendios, bot¨¢nica para parques hist¨®ricos y mantenimiento de mobiliario. Hace d¨ªas, el consistorio inici¨® otro programa parecido para personas sin hogar.
En 1995, los siete CAD del Ayuntamiento de Madrid incrementaron su n¨²mero de usuarios en un 14%, seg¨²n la memoria del plan municipal. Eso no implica un aumento del consumo, sino del n¨²mero de toxic¨®manos que recurren a la red asistencial.
El plan municipal atendi¨® a 6.488 toxic¨®manos en 1995. De ellos, un 51% llevaba m¨¢s de 10 a?os de adicci¨®n. La edad media de inicio en el consumo es los 20 a?os. Las caracter¨ªsticas de los usuarios se mantienen respecto a otros a?os en la mayor¨ªa de varones; el nivel de - estudios (un 441/o no ha completado la EGB) y el predominio del' consumo de hero¨ªna frente a otras drogas (un 90%).
Pero hay algunos cambios. Por ejemplo, aumenta en cuatro puntos la cifra de usuarios sin antecedentes penales (un 53%). Asimismo, el porcentaje de por tadores de anticuerpos de VIH desciende del 44% al 37%, aun que entre ellos hay m¨¢s personas que han desarrollado la enferme dad (un 7% respecto al. 3% de .hace un a?o). Por ¨²ltimo, sigue descendiendo el n¨²mero de con sumidores por v¨ªa intravenosa (un 32% frente al 41% de 1994).
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