Juristas europeas denuncian un retroceso en, las medidas sobre la igualdad de las mujeres

La sentencia Kalanke del Tribunal de Luxemburgo fue el detonante. Mujeres juristas de distintos pa¨ªses constatan un retroceso en las medidas de discriminaci¨®n positiva para promover la igualdad de las mujeres. Diez ex ministras francesas, de izquierda y derecha, han emitido un manifiesto en el que alertan sobre las trabas a la paridad entre los sexos, mientras las 2.600 organizaciones del Lobby Europeo de Mujeres plantean la batalla en el frente constitucional: proponen modificar los tratados de la Uni¨®n Europea para que la igualdad sea un derecho fundamental.

Adem¨¢s de reformar la constituci¨®n francesa para incluir la paridad como derecho fundamental, las diez ex ministras proponen un listado de medidas concretas, entre ellas un sistema variable de financiaci¨®n de los partidos en funci¨®n de c¨®mo apliquen la paridad en sus listas. En estos momentos, s¨®lo 5,5% de los esca?os del parlamento franc¨¦s est¨¢n ocupados por mujeres."Se ha frenado el avance legislativo y la crisis econ¨®mica intenta adem¨¢s devolver a las mujeres a casa", advierte Claire Jourdan, presidenta de la Federaci¨®n Internacional de Mujeres de Carreras Jur¨ªdicas, que acaba de reunir su consejo en Barcelona.

Incluso en los pa¨ªses n¨®rdicos se ha producido un retroceso: mientras en el anterior gobierno de Suecia, un 40% de las secretarias de Estado eran mujeres, con el nuevo gabinete presidido por Goran Person, tambi¨¦n socialdem¨®crata, el porcentaje ha bajado al 32%. Y muchos de los hombres que las han sustituido cobran m¨¢s por el mismo cargo. -

La sentencia Kalenke de octubre de 1995 s¨®lo fue, en opini¨®n de las juristas, un aldabonazo. En ella, el Tribunal de Luxemburgo declar¨® contraria al derecho comunitario una normativa del estado alem¨¢n de Bremen en la que se indicaba que, ante diferentes candidatos de igual capacitaci¨®n y m¨¦ritos para un puesto, en los departamentos en que las mujeres estuvieran infrarepresentadas, se elegir¨ªa la candidata femenina.

En opini¨®n de Teresa F¨¦ria Almeida, magistrada del Tribunal Penal de Lisboa y presidenta de la Asociaci¨®n Portuguesa de Mujeres Juristas, no fue un hecho aislado: "Hay otras sentencias, por ejemplo, una del Tribunal Constitucional italia no, tambi¨¦n de 1995, que revoca las leyes electorales aprobadas un a?o antes en las que se establec¨ªa que ninguna candidatura pod¨ªa tener m¨¢s de 213 de un mismo sexo".

"El problema es que desde el punto de vista legal, las cuotas y otras medidas de discriminaci¨®n positiva no son un principio jur¨ªdico, sino un mecanismo, medidas que derogan excepcionalmente algunos derechos individuales. Pero los jueces pueden decidir que prevalezcan esos derechos individuales",_argumenta F¨¦ria.

Se plantea, por tanto, la necesidad de dar una nueva naturaleza jur¨ªdica a la igualdad. Eliane Vogel-Polsky, profesora de la Universidad Libre de Bruselas, propone que la igualdad entre sexos sea considerada un derecho individual fundamental. La Constituci¨®n Espa?ola consagra la igualdad ante la ley pero muchas veces no es suficiente con que la ley no sea discriminatoria para que se pro duzcan discriminaciones de he cho. Eso explica que las mujeres sigan cobrando un 25% me nos que los hombres por igual trabajo. "La ley no lo permite, pero en la pr¨¢ctica se recurre a la argucia de calificar el trabajo de las mujeres de forma diferente", indica la abogada Angelina Hurios.

"Aqu¨ª se plantea la diferencia entre igualdad formal e igualdad substancial. La ley Puede reconocer la igualdad, pero en la pr¨¢ctica, unos somos m¨¢s iguales que otros. Si el derecho a la igualdad entre los sexos es s¨®lo formal", argumenta F¨¦ria, "yo, mujer, que soy desigual en la pr¨¢ctica, tengo que recurrir a medidas excepcionales para hacer valer mi derecho a la igualdad. Y esas medidas pueden ser revocadas por un juez. Pero si la igualdad es un derecho fundamental, cualquier mujer que se considere discriminada puede recurrir directamente a los tribunales".

El Lobby Europeo de Mujeres propone modificar en este sentido los tratados de la UE. Se trata, de que la igualdad entre los sexos sea enunciada como derecho fundamental en un t¨ªtulo Propio, concretamente el 116 del Tratado de Maastrich, y que se de una nueva redacci¨®n al art¨ªculo 119. En lugar de decir que a igual trabajo corresponder¨¢ igual salario, debe establecer el principio de 'igual remuneraci¨®n para trabajos de igual valor".