Inglaterra baila a Holanda

El s¨¢bado en Wembley, a las cuatro de la tarde, Inglaterra se cruzar¨¢ con Espa?a. Como avance, el anfitri¨®n lanz¨® ayer un mensaje intimidante: luci¨® un f¨²tbol directo y poderoso, jugado siempre a la m¨¢xima velocidad, que a punto estuvo de dejar fuera de la Eurocopa a la todopoderosa Holanda. Fue un baile, una exhibici¨®n portentosa. Inglaterra pas¨® como una apisonadora por encima de Holanda, que recibi¨® golpes de f¨²tbol por todos lados. La selecci¨®n de Guus Hiddink pele¨® por su supervivencia hasta el final, lo que dio un toque ¨¦pico a la contienda. Holanda tuvo que atacar al m¨¢ximo, con toda su munici¨®n al completo, para agarrarse a ¨²ltima hora a los cuartos de final. Y fue tal vez su costumbre enjugar a la ofensiva, el hecho de que su obligaci¨®n repentina fuera algo natural en su modelo de juego, lo que probablemente la liber¨® de la eliminaci¨®n. Mareada por el juego ingl¨¦s, Holanda encontr¨® la salvaci¨®n en una acci¨®n mec¨¢nica de su libro de estilo: Bergkamp toca a Kluivert, que llega desde atr¨¢s y marca. Por los pelos, cuando el timbre estaba a punto de sonar, lleg¨® el gol. Holanda fue bailada, pero sigue con vida.

Una lindeza de Paul Ince descorch¨® el partido. Apareci¨® con aire huracanado por el ¨¢rea, anunciando una jugada arrolladora m¨¢s que una sutileza, pero decidi¨® cambiar de idea a ¨²ltima hora: dej¨® correr la pelota por el suelo, la esper¨® por detr¨¢s y se la llev¨® m¨¢gicamente con el tal¨®n. Blind, un defensa cargado de experiencia y tablas, cay¨® en el enga?¨®. Se lanz¨® hacia donde cre¨ªa iba a aparecer el bal¨®n, pero s¨®lo se encontr¨® la pierna del incansable centrocampista ingl¨¦s: penalti. Shearer termin¨® la faena.

Fue el premio a una salida decidida de Inglaterra, que jug¨® con determinaci¨®n para ahogar el f¨²tbol de toque de su rival. Venables arroj¨® su alineaci¨®n tipo, pero con un matiz que le benefici¨®. Cambi¨® de banda a los extremos: McManaman se fue a la derecha y Anderton, a la izquierda. Y Holanda sufri¨® por los costados, pero tambi¨¦n por el centro, por donde Gascoigne, pese a sus kilos, volvi¨® a ofrecer una lecci¨®n.

Pero por encima de todo, lo que tiene esta selecci¨®n son dos jugadores de ¨¢rea: Shearer y McManaman. Se mueven all¨ª como por el sal¨®n de su casa. Salieron a dos goles cada uno, lo que pone a Shearer al mando de la tabla de realizadores. Cuatro lleva ya el delantero del Blackburn (ha marcado en sus tres partidos), y todos con un elemento com¨²n: siempre remata de primera. Todo un peligro para Espa?a, que, al menos, se llev¨® una buena noticia: Paul Ince, que vio su segunda amarilla, no podr¨¢ jugar el s¨¢bado.